Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
1 Timoteo 2:5
La palabra de Dios es clara solo hay un Dios, que es el que se reveló a Israel, el creador de todas la cosas, el es único no hay otra deidad fuera de él. Y hay un solo mediador entre Dios y el hombre, es el único camino, los única puerta, el es la escalera a Dios. Y el Espíritu Santo es el que está con nosotros todo el tiempo, el que vivifica, el que conecta nuestro espíritu con el Padre y el Hijo.
Si sabemos estas cosas, estamos en la verdad, y podemos quitar de nuestras vidas todo rastro de falsos dioses, rechazar toda superstición, toda filosofía, leyenda, cuento y tradición que sugiere otra deidad. Dios dice: no tendrás dioses ajenos delante de mí. El es celoso, a veces nuestro yo puede convertirse en un reemplazo del verdadero Dios.
Nada puede interponerse en nuestra relación personal con el Señor, ni el trabajo, ni el estudio, ni la familia, ni el dinero, nada puede ocupar el primer lugar, únicamente Dios primero. Debemos poner en orden nuestras vidas, alinearnos a la voluntad del verdadero Dios. Recuerda que el Señor es una persona y si hablamos con él y pedimos que nos ayude él responde.
En este inicio de semana, ordenemos nuestra vida, examinemos si hay algo que le esté quitando el primer lugar a Dios en nosotros.
Aldo Daniel Monegal
1 Timoteo 2:5
La palabra de Dios es clara solo hay un Dios, que es el que se reveló a Israel, el creador de todas la cosas, el es único no hay otra deidad fuera de él. Y hay un solo mediador entre Dios y el hombre, es el único camino, los única puerta, el es la escalera a Dios. Y el Espíritu Santo es el que está con nosotros todo el tiempo, el que vivifica, el que conecta nuestro espíritu con el Padre y el Hijo.
Si sabemos estas cosas, estamos en la verdad, y podemos quitar de nuestras vidas todo rastro de falsos dioses, rechazar toda superstición, toda filosofía, leyenda, cuento y tradición que sugiere otra deidad. Dios dice: no tendrás dioses ajenos delante de mí. El es celoso, a veces nuestro yo puede convertirse en un reemplazo del verdadero Dios.
Nada puede interponerse en nuestra relación personal con el Señor, ni el trabajo, ni el estudio, ni la familia, ni el dinero, nada puede ocupar el primer lugar, únicamente Dios primero. Debemos poner en orden nuestras vidas, alinearnos a la voluntad del verdadero Dios. Recuerda que el Señor es una persona y si hablamos con él y pedimos que nos ayude él responde.
En este inicio de semana, ordenemos nuestra vida, examinemos si hay algo que le esté quitando el primer lugar a Dios en nosotros.
Aldo Daniel Monegal