Confesar lo que creemos

que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Romanos 10:9-10

En esta palabra está la esencia del poder creativo de Dios que está disponible para sus hijos por medio de la fe. Hay una relación muy importante entre lo que creemos y decimos, lo que creemos en el corazón tiene que ser nuestra confesión, cuando esto sucede se desata el poder de Dios por medio de la fe.
Este es el principio Profético que enseña toda la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis, lo profetico es lo que no está sujeto a esta dimensión temporal de la realidad en la que vivimos, lo profetico está en una dimensión eterna, atemporal, de dónde fluye el poder y el amor de Dios, es el poder creativo del todopoderoso manifestándose en el mundo que vivimos y generando cambios, creando cosas nuevas, cambiando la realidad visible conforme a la voluntad de Dios.
Y este poder está disponible para su pueblo, la iglesia moviéndose en la autoridad de Jesús, es el medio por el cual  Dios se manifiesta, generando cambios y estableciendo el Reino por medio del río Profético del Espíritu Santo.
Jesús enseñó a sus discípulos: Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Mateo 21:21.
Hay poder a lo que creemos y confesamos, si somos negativos y hablamos todo el tiempo quejándonos y declarando lo malo, eso es lo que viviremos. Es tiempo de creer en Dios y declarar sus promesas, sobre nuestra familia, sobre nuestras naciones sobre el mundo, que Dios establezca su Reino de paz amor y de Justicia, vivamos en lo sobrenatural por la fe en Jesucristo.

Aldo D. Monegal

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