Tu escudo

Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. 
Salmo 3:3

No hay forma de ser heridos si nuestro escudo es el Señor. Cuando nos refugiamos en Dios, no hay ataque posible que pueda alcanzarnos. Si nuestro refugio no está en Dios, estamos expuestos, no hay seguridad, posible. Las palabras Refugio y seguridad se traducen en confianza y paz para los hijos de Dios. Está palabra (Salmo 3:3) habla del escudo y continúa declarando que nuestra gloria está en Dios , no buscamos lo nuestro, todo lo que hacemos y pensamos es para la gloria de Dios, no hay preocupación por lo que nos dicen, si nos critican , nos difaman, porque no interesa nuestra gloria, sino la gloria de Dios, cuando actuamos así, todo lo que nos hacen a nosotros se lo hacen al Señor y él se encargará de dar el pago a sus enemigos. Finalmente Dios es quien levanta mi cabeza! Él nos rescata de la humillación, nos alienta cuando estamos desanimados, y hace que andemos con la frente en alto, porque Él levanta nuestra cabeza.
Está es una oración, y también es una declaración de fe, pero además es un arma, una espada muy afilada, que debemos usar para herir al enemigo, cuando nos oprime cuando trae personas que lanzan serpientes con sus bocas, que nos quieren humillar, el enemigo (el diablo y sus demonios) desea destruirnos, que andemos con la cabeza baja, quiere que dejemos de glorificar a Dios. Por eso sí ahora estás sintiendo opresión, te invito a declarar en voz alta este versículo del Salmo 3:3. Y el enemigo huirá en el nombre de Jesús, no creas las mentiras del diablo, ¡cree en la palabra de Dios! 


P. Aldo Daniel Monegal.

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