Hebreos 4:12-13 (NTV)
12 Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
13 Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
No hay nada oculto para Dios, nada que se pueda esconder a su mirada, ante él estamos desnudos. Entender el estado en el que estamos ante su presencia, nos hace ver la realidad sobre nosotros mismos, y entendemos que no podemos vivir sin estar en comunión con nuestro Creador. La palabra de Dios, es espíritu, Dios es espíritu, Jesús es la Palabra encarnada, cuando la Biblia habla de la Palabra como una espada, está diciendo que Dios lo penetra todo hasta la fibra más íntima de nuestro ser, que no podemos ocultar nada, el nos ve tal como somos. Dios es amor y nos recibe a pesar de los defectos que tratamos de esconder, nos ama aunque todavía hay cosas que debemos abandonar.
No podemos resistir su obra, y evadir su llamado, no podemos escondernos de Dios, ni tapar nuestra desnudes, y cuanto más luchamos contra su voluntad, más daño nos hacemos, y esto también es la voluntad de Dios, para hacernos entender que estamos equivocados.
Dejemos que la presencia de Dios, entre en todas las áreas de nuestro corazón, como una espada que separa, que identifica cada cosa visible y oculta dentro de nosotros, porque está espada no nos daña, nos sana y nos da vida.
Es tiempo de rendirnos ante aquel, que todo lo ve, esto es ganar la batalla contra nosotros mismos, y contra el enemigo de nuestra alma. Vivir sin ocultar nada, ante Dios y ante el mundo, es tener abundancia de paz, es descansar en los brazos de aquel a quien todos debemos rendir cuentas.
Dios los bendiga!
P. Aldo D. Monegal
12 Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
13 Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
No hay nada oculto para Dios, nada que se pueda esconder a su mirada, ante él estamos desnudos. Entender el estado en el que estamos ante su presencia, nos hace ver la realidad sobre nosotros mismos, y entendemos que no podemos vivir sin estar en comunión con nuestro Creador. La palabra de Dios, es espíritu, Dios es espíritu, Jesús es la Palabra encarnada, cuando la Biblia habla de la Palabra como una espada, está diciendo que Dios lo penetra todo hasta la fibra más íntima de nuestro ser, que no podemos ocultar nada, el nos ve tal como somos. Dios es amor y nos recibe a pesar de los defectos que tratamos de esconder, nos ama aunque todavía hay cosas que debemos abandonar.
No podemos resistir su obra, y evadir su llamado, no podemos escondernos de Dios, ni tapar nuestra desnudes, y cuanto más luchamos contra su voluntad, más daño nos hacemos, y esto también es la voluntad de Dios, para hacernos entender que estamos equivocados.
Dejemos que la presencia de Dios, entre en todas las áreas de nuestro corazón, como una espada que separa, que identifica cada cosa visible y oculta dentro de nosotros, porque está espada no nos daña, nos sana y nos da vida.
Es tiempo de rendirnos ante aquel, que todo lo ve, esto es ganar la batalla contra nosotros mismos, y contra el enemigo de nuestra alma. Vivir sin ocultar nada, ante Dios y ante el mundo, es tener abundancia de paz, es descansar en los brazos de aquel a quien todos debemos rendir cuentas.
Dios los bendiga!
P. Aldo D. Monegal
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