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Vivir en el espíritu

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Romanos 8:14

Si no vivimos en la dimensión del Espíritu Santo, nunca conoceremos el poder de Dios, debemos vivir en el Espíritu, porque a eso fuimos llamados. La Biblia dice que Dios es espíritu, la palabra de Dios es espíritu, y el Reino de Dios es espiritual. No somos de este mundo, el espíritu es el ámbito de los hijos de Dios, es el lugar en el que estamos sentados junto con Cristo, en los lugares celestiales(Efesios 1:3). La oración, la lectura de la palabra de Dios, el ayuno, la adoración son las formas que tenemos para acceder a la presencia de Dios, allí es necesario vivir, en su presencia estamos fuera de este mundo. El profeta Eliseo nos ilustra cómo acceder por medio de la alabanza, 2 Reyes 3:15 "Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano de Jehová vino sobre Eliseo."
Si no vivimos en la presencia de Dios, en el espíritu, no podemos llevar fruto, nuestros hechos y palabras, las motivaciones del corazón, toda nuestra vida debe estar alineada a la voluntad de Dios, y la única forma es viendo en el espíritu, estos es estar bajo "la ley de Cristo" (Gálatas 6:9)
El Romanos 14:17 el Apóstol Pablo dice: "porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo" el reino no tiene nada que ver con lo material, si vivimos en el materialismo, en lo natural somos como las personas de este mundo, pero si vivimos en el espíritu en la presencia de Dios, traeremos el reino de Dios a la tierra manifestado en paz, gozo y justicia divina.
Nuestra vida debe ser un pedazo de cielo, si bien las luchas y las dificultades siempre estarán, Dios siempre nos recatará porque somos sus hijos que no pertenecen a este mundo, Dios guardará los suyo, siempre."Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse" Romanos 8:18.
En este tiempo que nos toca vivir, no debemos descuidar la vida en el espíritu, no podemos descender a lo terrenal, tenemos que estar elevados en los lugares celestiales, junto con Cristo, es la única forma de ser victoriosos en medio de este mundo, y de llevar fruto abundante para Dios.

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