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Nuestro Padre

Desde el principio del mundo, ningún oído ha escuchado, ni ojo ha visto a un Dios como tú, quien actúa a favor de los que esperan en él. Isaías 64:4 (NTV)

Dios nunca deja de actuar a favor de su pueblo, en la antigüedad Dios hizo cosas terribles a favor de su pueblo Israel, abrió el mar rojo, hizo brotar agua de la roca, detuvo el sol en el cielo hasta que Josué terminó con sus enemigos. Ahora desde que el reino de Dios se acercó a nosotros, por medio de Jesús,  Dios sigue actuando a favor de sus hijos, ya no solo somos un pueblo, ahora somos una familia, Dios es el Padre y nosotros sus hijos, si Dios bendijo a su pueblo con milagros tan grandes en el principio, ¿Cuánto más hará ahora por su familia? 
Jesús dice: todo lo que pidan orando lo recibirán ( Mateo 21:22) en este versículo, no son solo unas lindas palabras motivadoras, es una promesa de Dios, y su palabra permanece para siempre. En este día la palabra de Dios quiere recordarte que tú Dios no está indiferente a tu vida, él se preocupa por tí, su deseo es bendecirte. El Salmo 2:7-8 (NTV) dice:

7  El rey proclama el decreto del SEÑOR: «El SEÑOR me dijo: “Tú eres mi hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre.
 8  Sólo pídelo, y te daré como herencia las naciones, toda la tierra como posesión tuya.

Estas palabras del salmo 2, fueron profetizadas sobre Jesús, hoy el Espíritu Santo nos habla a nosotros por medio de ellas, para que sepamos que somos sus hijos, y tenemos herencia en el Padre Eterno, el Apóstol Juan 1:12-13 (NTV) dice: 
12  Pero, a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. 
 13  Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.

Por esta razón Dios es tan especial, porque para nosotros ahora es nuestro Padre Celestial. 

Filipenses 4:6-7
6  Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 
 7  Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

No hay Dios como el nuestro, que actúa por sus hijos, y hace milagros a favor de los que esperan en Él, no dejes de creer, no dejes de orar, esfuérzate y sé valiente.


P. Aldo Daniel Monegal.