Salmo 127

Salmo 127
Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.
Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.

Este salmo nos habla de la prosperidad que viene de Dios tenemos que entender que sin la bendición de Dios no seremos prosperados por más que tengamos el mejor trabajo o trabajamos en dos lugares a la vez, por más que te esfuerces hasta el agotamiento, puede ser que incrementes la cantidad de dinero que viene a tu mano con tus propias fuerzas pero sin Dios tus ganancias caerán en saco roto. Pero si aprendemos a confiar en Dios y descansamos en Él la Biblia dice: "pues a su amado dará Dios el sueño" los que confían plenamente en el Señor serán prosperados, los que se cansan haciendo el trabajo con sus propias fuerzas no están confiando en la bendición de Dios ellos confían el su propio esfuerzo, piensan "gracias a mis esfuerzos y mis trabajos soy prosperado" y se levantan de madrugada y van tarde a descansar pero al hacerlo sin la guía de Dios, sin su bendición sus esfuerzos son infructuosos.
En el antiguo testamento la Biblia dice que el pueblo de Israel fue esclavo en Egipto y que trabajan desde la mañana hasta la noche haciendo ladrillos y construyendo las ciudad y palacios del faraón, por un salario que solo les alcanzaba para vivir, pero nada de lo que tenían era de ellos aún sus casas, y la tierra que pisaban nobles pertenecían, cuando Dios los liberó de la esclavitud por medio de Moisés, tardaron cuarenta años en liberarse de esa mente de esclavos que tenían, ellos aprendieron que Dios es quien bendice, fueron alimentados en el desierto con pan del cielo, el maná, Dios les dio carne en el desierto, pero de tiempo en tiempo volvían a mirar atrás y a pensar en volver a la  falsa seguridad de la esclavitud que tenían en Egipto, Dios le prometió una tierra donde fluye leche y miel, eso es la prosperidad sobrenatural de los hijos de Dios, si aprendes a confiar en Dios y no en tu propio esfuerzo, entraras en la tierra de la bendición sobreabundante del Señor. Recuerda si Dios no te prospera en vano te esfuerzas trabajando, si Dios no guarda tu casa tu familia y tu vida en vano buscas seguridad. Recuerda el justo vivirá por fe, deja que Dios te envié el maná del cielo cada día, y no confíes en los hombres pone a Dios en primer lugar porque él es tu proveedor. Qué Dios te bendiga en este día.

Aldo Daniel Monegal

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