2 Corintios 4
7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
El tesoro es la presencia del Señor, su precioso Espíritu Santo, el vaso de barro en nuestro cuerpo, el vive en nosotros. La presencia de Dios nos cubre, nos rodea y está dentro de nosotros, pero no vivimos sobre algodones, tenemos pruebas y dificultades como todos, el Apóstol Pablo enumera cuatro categorías de dificultades: tribulación, apuros, persecución, postración. Estás pruebas llegan a nuestras vidas y causan angustia, desesperación, sensación de abandono, destrucción..
Pero el tesoro que llevamos en nosotros no permite que esas emociones negativas o el resultado de las pruebas nos afectan, todos lo contrario la presencia de Dios hace que vivamos bendecidos en todo momento, en los buenos y en los no tan buenos. El Apóstol Pablo dijo a los Filipenses, en todo y por todo estoy enseñando...todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Así que los hijos de Dios aprendemos en cada dificultad, en vez de ser debilitados somos fortalecidos, en vez de estar angustiados estamos gozosos, aunque nos derriben no podrán destruirnos, nos volvemos invencibles por la presencia del Todopoderoso en nosotros, y esa actitud le da toda la gloria a Él. Vivimos en Victoria, gracias a la presencia de Dios en nosotros, Pablo y Bernabé fueron llevados a prisión por predicar la palabra, pero ellos no estaban tristes en la cárcel, cantaban alabanzas al Señor, para los demás prestos ellos estaban locos, pero Dios sacudió la cárcel con un temblor y fueron liberados ellos y los demás presos también. La fe nos lleva a lograr que nada nos derrote, Dios dijo aunque pases por las aguas no te inundarán y si pasas por el fuego la llama no arderá en ti. Ni las traiciones podrán destruirte, porque el Señor es tu defensa.
Aunque a simple vista parezca que estás pasándola mal, en realidad te estás haciendo más fuerte!
Cree, confía, sé valiente, actúa, gozate en las dificultades, ama a tu prójimo, sorprende a tu enemigo, haciendo lo que él no espera que hagas.
Aldo Daniel Monegal
7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
El tesoro es la presencia del Señor, su precioso Espíritu Santo, el vaso de barro en nuestro cuerpo, el vive en nosotros. La presencia de Dios nos cubre, nos rodea y está dentro de nosotros, pero no vivimos sobre algodones, tenemos pruebas y dificultades como todos, el Apóstol Pablo enumera cuatro categorías de dificultades: tribulación, apuros, persecución, postración. Estás pruebas llegan a nuestras vidas y causan angustia, desesperación, sensación de abandono, destrucción..
Pero el tesoro que llevamos en nosotros no permite que esas emociones negativas o el resultado de las pruebas nos afectan, todos lo contrario la presencia de Dios hace que vivamos bendecidos en todo momento, en los buenos y en los no tan buenos. El Apóstol Pablo dijo a los Filipenses, en todo y por todo estoy enseñando...todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Así que los hijos de Dios aprendemos en cada dificultad, en vez de ser debilitados somos fortalecidos, en vez de estar angustiados estamos gozosos, aunque nos derriben no podrán destruirnos, nos volvemos invencibles por la presencia del Todopoderoso en nosotros, y esa actitud le da toda la gloria a Él. Vivimos en Victoria, gracias a la presencia de Dios en nosotros, Pablo y Bernabé fueron llevados a prisión por predicar la palabra, pero ellos no estaban tristes en la cárcel, cantaban alabanzas al Señor, para los demás prestos ellos estaban locos, pero Dios sacudió la cárcel con un temblor y fueron liberados ellos y los demás presos también. La fe nos lleva a lograr que nada nos derrote, Dios dijo aunque pases por las aguas no te inundarán y si pasas por el fuego la llama no arderá en ti. Ni las traiciones podrán destruirte, porque el Señor es tu defensa.
Aunque a simple vista parezca que estás pasándola mal, en realidad te estás haciendo más fuerte!
Cree, confía, sé valiente, actúa, gozate en las dificultades, ama a tu prójimo, sorprende a tu enemigo, haciendo lo que él no espera que hagas.
Aldo Daniel Monegal
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