Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios. Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.
Colosenses 3:1-3 (NTV)
La palabra de Dios nos habla de una nueva vida, que es otorgada por la fe y proviene de Jesús. En el evangelio de Juan capitulo 3, Jesús tiene un encuentro con un maestro de los judíos llamado Nicodemo, en esa conversación que tuvieron en secreto, Jesús le enseña que el hombre tiene la necesidad de volver a nacer, para ser libre de la naturaleza humana que está bajo maldición, y poder ser parte de la naturaleza divina, de la que participó Adán, antes de su caída.
En resumen, por medio de la redención de Jesús, el hombre muere y vuelve a resucitar para vivir una vida nueva bajo la bendición de Dios, y en su soberanía. Este hecho fundamental en la vida de los discípulos de Cristo, es básico, y está representado en el acto de fe del bautismo en las aguas, en los nuevos creyentes.
Ahora en esta nueva vida que tenemos en Cristo, tenemos que enfocar nuestros pensamientos y prioridades en las cosas de arriba, lo celestial es nuestros ámbito natural ahora, esto representa un cambio en nuestra escala de valores, seguimos viviendo en esta tierra pero con una perspectiva diferente, ya no pertenecemos a este mundo y su sistema de maldad, de egoísmo, soberbia, donde la maldad es premiada y todos buscan el poder y subyugar a otros. Los nacidos de nuevo en Cristo, no corren con el sistema de este mundo, viven y piensan según la voluntad de Dios, Jesús es el rey soberano y los hijos de Dios somos ciudadanos del Reino de los cielos.
El contraste con la vida pasada y la nueva vida está en la escencia de cada estado, en el pasado vivíamos según lo que dictamina el príncipe de este mundo, satanás su escencia es la maldad, pero ahora en la nueva vida que Dios nos da, vivimos según lo que dictamina el Rey de reyes y Señor de señores, y su escencia es amor.
Ahora estamos muertos al mundo, pero vivos para Dios, ahora debemos vivir como hijos de Dios, con la ayuda del Espíritu Santo viviremos una vida de resurrección, el pecado ya no tiene poder en nosotros, vamos en un camino progresivo a una vida de Santidad, agradable a Dios. Ahora que estás en Cristo pásate de muerte a vida, para la gloria de Dios.
Tres prioridades que debes tener en cuenta en tu vida cotidiana, al emprender tu nueva vida en Cristo, a) orar siempre, b) leer la palabra de Dios y estudiarla, c) reunirte con hermanos en la fe, para buscar la llenura del Espíritu Santo, junto a líderes que sepan reflejar a Cristo en sus vidas, para seguir creciendo en el espíritu. Vuelve a leer los versículos de Colosenses 3:1-3.
Pastor Aldo D Monegal.
Colosenses 3:1-3 (NTV)
La palabra de Dios nos habla de una nueva vida, que es otorgada por la fe y proviene de Jesús. En el evangelio de Juan capitulo 3, Jesús tiene un encuentro con un maestro de los judíos llamado Nicodemo, en esa conversación que tuvieron en secreto, Jesús le enseña que el hombre tiene la necesidad de volver a nacer, para ser libre de la naturaleza humana que está bajo maldición, y poder ser parte de la naturaleza divina, de la que participó Adán, antes de su caída.
En resumen, por medio de la redención de Jesús, el hombre muere y vuelve a resucitar para vivir una vida nueva bajo la bendición de Dios, y en su soberanía. Este hecho fundamental en la vida de los discípulos de Cristo, es básico, y está representado en el acto de fe del bautismo en las aguas, en los nuevos creyentes.
Ahora en esta nueva vida que tenemos en Cristo, tenemos que enfocar nuestros pensamientos y prioridades en las cosas de arriba, lo celestial es nuestros ámbito natural ahora, esto representa un cambio en nuestra escala de valores, seguimos viviendo en esta tierra pero con una perspectiva diferente, ya no pertenecemos a este mundo y su sistema de maldad, de egoísmo, soberbia, donde la maldad es premiada y todos buscan el poder y subyugar a otros. Los nacidos de nuevo en Cristo, no corren con el sistema de este mundo, viven y piensan según la voluntad de Dios, Jesús es el rey soberano y los hijos de Dios somos ciudadanos del Reino de los cielos.
El contraste con la vida pasada y la nueva vida está en la escencia de cada estado, en el pasado vivíamos según lo que dictamina el príncipe de este mundo, satanás su escencia es la maldad, pero ahora en la nueva vida que Dios nos da, vivimos según lo que dictamina el Rey de reyes y Señor de señores, y su escencia es amor.
Ahora estamos muertos al mundo, pero vivos para Dios, ahora debemos vivir como hijos de Dios, con la ayuda del Espíritu Santo viviremos una vida de resurrección, el pecado ya no tiene poder en nosotros, vamos en un camino progresivo a una vida de Santidad, agradable a Dios. Ahora que estás en Cristo pásate de muerte a vida, para la gloria de Dios.
Tres prioridades que debes tener en cuenta en tu vida cotidiana, al emprender tu nueva vida en Cristo, a) orar siempre, b) leer la palabra de Dios y estudiarla, c) reunirte con hermanos en la fe, para buscar la llenura del Espíritu Santo, junto a líderes que sepan reflejar a Cristo en sus vidas, para seguir creciendo en el espíritu. Vuelve a leer los versículos de Colosenses 3:1-3.
Pastor Aldo D Monegal.