3 Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
4 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.
6 Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades.
8 Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
9 Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
La palabra de Dios es maravillosa!
Cuando leemos estas porciones de la palabra de Dios, podemos tomarlas como un texto más, como una hermosa reflexión, pero la realidad es que si creemos en Dios, y sabemos que estamos leyendo su palabra, también debemos saber que en ellas hay instrucciones para nosotros, que no debemos pasar por alto, tenemos que practicarlas.
En los versículos citados de este salmo, encontramos ocho mandatos de Dios que debemos cumplir si queremos disfrutar de los beneficios resultantes. Primero Confianza plena en Dios, después hacer el bien siempre y en todo. Siguiente, Deleitarse en Dios, significa alabarle y servirle por amor, amar a Dios de corazón. Ya son tres indicaciones, la cuarta es Encomendar todo a Dios, significa orar y buscar la voluntad de Dios en cada paso que damos, en las decisiones que tomamos, y poner todo en sus manos. Siguiente, Guardar silencio ante Dios, significa no cuestionar al Señor, aunque las cosas que nos pasan parecen desfavorables para nosotros, si decimos que Dios tiene control sobre nuestra vida, entonces guardemos silencio y confiemos en Él, y no te compares con los incrédulos que disfrutan de prosperidad, porque todo lo que ellos tienen es solo temporal y pasajero nada más.
Por último, deja el enojo y la ira, porque cuando estamos enojados hacemos locuras, cosas de las que después nos arrepentimos, no dejes que te domine el enojo y la ira, cambia tu carácter, Dios te dio dominio propio.
Cada uno de estos consejos de Dios, tiene un resultado, te invito a que leas nuevamente el salmo y encuentres los beneficios que Dios promete para los que practiquen estas instrucciones divinas.
P. Aldo Daniel Monegal
4 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.
6 Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades.
8 Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
9 Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
La palabra de Dios es maravillosa!
Cuando leemos estas porciones de la palabra de Dios, podemos tomarlas como un texto más, como una hermosa reflexión, pero la realidad es que si creemos en Dios, y sabemos que estamos leyendo su palabra, también debemos saber que en ellas hay instrucciones para nosotros, que no debemos pasar por alto, tenemos que practicarlas.
En los versículos citados de este salmo, encontramos ocho mandatos de Dios que debemos cumplir si queremos disfrutar de los beneficios resultantes. Primero Confianza plena en Dios, después hacer el bien siempre y en todo. Siguiente, Deleitarse en Dios, significa alabarle y servirle por amor, amar a Dios de corazón. Ya son tres indicaciones, la cuarta es Encomendar todo a Dios, significa orar y buscar la voluntad de Dios en cada paso que damos, en las decisiones que tomamos, y poner todo en sus manos. Siguiente, Guardar silencio ante Dios, significa no cuestionar al Señor, aunque las cosas que nos pasan parecen desfavorables para nosotros, si decimos que Dios tiene control sobre nuestra vida, entonces guardemos silencio y confiemos en Él, y no te compares con los incrédulos que disfrutan de prosperidad, porque todo lo que ellos tienen es solo temporal y pasajero nada más.
Por último, deja el enojo y la ira, porque cuando estamos enojados hacemos locuras, cosas de las que después nos arrepentimos, no dejes que te domine el enojo y la ira, cambia tu carácter, Dios te dio dominio propio.
Cada uno de estos consejos de Dios, tiene un resultado, te invito a que leas nuevamente el salmo y encuentres los beneficios que Dios promete para los que practiquen estas instrucciones divinas.
P. Aldo Daniel Monegal
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