Produciendo frutos de bendición

Hebreos 6:7-8

 7  Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios;
 8  pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada.

No cabe duda de que la lluvia es bendición de Dios, él la derrama sobre la tierra y hace que todo lo verde cobre vida, el agua es un elemento vital. 
La Biblia usa elementos de la creación para hablarnos sobre lo eterno, la lluvia es la bendición, el agua tiene que ver con la palabra de Dios y el Espíritu Santo, que Dios envía para dar vida a los sedimentos en él el espíritu que están ansiosos de recibir la bendición de Dios. El Salmo 63:1 nos habla sobre la sequía espiritual cuando no hay agua disponible las almas mueren de sed: "Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,"
Cuando la tierra recibe agua produce fruto, nosotros somos como la tierra que recibe la lluvia de la bendición Dios, tenemos a nuestra disposición la palabra que Dios nos envía cada día como alimento, y la lluvia vital de su Santo Espíritu que nos vivifica, que bendición!
Pero este texto de Hebreos 6, nos habla de la respuesta que la tierra tiene frente a la lluvia que bebe de la mano de Dios, hay tierra buena que recibe bendición y produce buenos frutos de bendición, pero hay tierra que recibe bendición y no produce nada o peor, produce malezas, malos frutos y cardos.
Hay creyentes que durante años están recibiendo la bendición de Dios como lluvia, participan de los beneficios de la palabra de Dios, de la iglesia, la comunión con los hermanos, disfrutan de lo bueno de Dios, pero sus vidas no son congruentes con lo que reciben. Pero los verdaderos hijos de Dios, reciben la lluvia y producen frutos para Dios. Nótese que dice : "produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada" los siervos de Dios son labradores, siembran la semilla de la palabra de Dios, son los trabajadores del Señor que a veces no logra que la tierra produzca buen fruto, pero no es por causa de Dios ni de los siervos, es por causa de la naturaleza de esa tierra, no da frutos porque es estéril, pero cuando da abundante fruto es tierra fértil.
Estas son verdades espirituales que nos revela la palabra de Dios, para que sepamos analizar qué fruto estamos produciendo para Dios, qué respuesta damos a los labradores, porque esa es nuestra tarea dar fruto abundante para Dios, hacer aquello para lo cual recibimos la bendición, que es ser de bendición.
Estamos siendo bendecidos para bendecir, recibimos lo estrenó de Dios para manifestarlo en nuestros medio, y lograr que Dios sea glorificado, somos puestos para dar lo que Dios nos da, y ser "imagen" de Dios en la tierra ese es nuestro propósito. Si no estamos cumpliendo con el propósito, recibiendo de Dios, pero no dando lo que el Señor espera, tenemos que saber que corremos peligro de convertirnos en desierto, sin vida, inhabitable, y desolado. 
Seamos agradecidos, Dios derrama sus bendiciones cada día, tomemos lo que Dios nos da, dejemos que los labradores nos preparen para que demos el fruto de aquello que recibimos de Dios, porque la ley espiritual de la bendición de Dios dice: Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. (Génesis 12:3)


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