Sin mirar atrás

Isaías 43:18-19
18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.
19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.

2 Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas

Hay dos áreas en la vida de una persona, sobre las que no tenemos control, una es el tiempo pasado, porque ya no podemos volver atrás para cambiará las cosas, o vivir lo que ya vivimos, cargar con las cosas del pasado o vivir en el pasado, nos detiene, no podemos avanzar mirando hacia atrás. Las personas son propensas a recordar las cosas malas del pasado, y olvidar lo bueno. Pero Dios nos enseña que lo malo debe ser olvidado, porque son cargas innecesarias, que perjudican nuestra vida en el presente, pero si debemos traer con nosotros, las cosas que edifican, las que nos dan alegría, las experiencias que nos hicieron sabios, para no cometer errores, entre los recuerdos saludables está la palabra de Dios, y las experiencias que vivimos en nuestra relación con el Señor.
La segunda área en la que no tenemos control es el futuro, no podemos controlar lo que va a pasar, la gente tiene ansiedad por saber lo que va a pasar en el futuro, cuando las cosas no van bien, tratan de saber si en el futuro vendrá un tiempo mejor o peor, y recurren a la adivinación, a la videncia, prácticas ocultistas, que tienen una profunda raíz demoníaca. Jesús dijo: "por nada estén ansiosos" el Señor nos enseña en su palabra que si tenemos fe en Dios, no debemos preocuparnos por el futuro.
Hay un área de nuestra vida que si podemos controlar, es el presente, este momento en que lees estás líneas, está bajo tu control, ahora puede decidir las acciones que construirán tu futuro, es en el ahora que tienes la oportunidad de dejar el pasado, no adelantarte al futuro, y vivir plenamente tu presente, ahora es el momento de decidír caminar con Dios, o continuar sin Dios, solo debemos saber que todo lo que hacemos en nuestro presente, determinará nuestro futuro.
El Apóstol Pablo nos deja una clara enseñanza sobre la actitud correcta sobre el pasado, el presente y el futuro: en la carta a Filipenses 3:13-14 "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Dios los bendiga!
P. Aldo

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