26 Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.
27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
28 Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
29 mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
30 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.
(Lucas 17:26-30)
Jesús dejó referencias históricas que son señales para nosotros, los que llegamos a esta altura de los tiempos, o "postreros tiempos" cómo día la palabra de Dios. Aquí el Señor habla sobre su regreso, su segunda venida, la primera venida del Señor fue hace dos mil años, cuando él entrega su vida en la cruz, y resucita al tercer día, allí comenzó la era de la iglesia, que vivimos hoy.
El calendario divino dice que los próximos acontecimientos que están por cumplirse son el arrebatamiento de la iglesia, y su segunda venida visible, para juzgar la tierra y establecer su reino visible por mil años. El rapto, o arrebatamiento es lo que esperamos nosotros como iglesia, nadie sabe ni el día ni la hora, solamente tenemos señales que nos revelan lo cercano que está ese momento. Una señal muy evidente es la corrupción de la sociedad, del planeta, y la corrupción espiritual de la gente, y la apostasía de la iglesia, son señales que están a la vista hoy. En los días de Noé, la corrupción de la humanidad, llegó al colmo, tanto que Dios dijo: me arrepiento de haberlos creado.
En los días de Lot, la ciudad de Sodoma y Gomorra, eran tan corruptas, que Dios decidió destruirlas. Son dos ejemplos de depravación moral, maldad y pecado extremo, que Jesús usa como parámetro para hablar de los últimos tiempos. Hoy la maldad, la inmortalidad, la violencia, los crímenes son cada vez más comunes, en lo espiritual, la idolatría, y el contacto con espíritus inmundos, por medios de la práctica de religiones y filosofías de todo tipo son practicadas por la gente, una de ellas es el Reiki, una forma de espiritismo oriental.
Las iglesias afectadas por doctrinas antibíblicas, entran en adulterio espiritual. Todo esto son señales de que la llegada del Señor está más cerca que nunca. ¿Cuál es el consejo de Jesús para nosotros? La respuesta es: velad y orad.
Velar es estar atentos despiertos, vigilando, para no caer en el sueño espiritual, trabajar para que cuando Cristo se manifieste nos encuentre despiertos y activos en su obra. Porque no sabemos ni el día ni la hora, pero si debemos estar seguros que el día del Señor vendrá.
Meditemos en esta palabra, oremos y velemos, pero también anunciemos a otros que Jesús viene pronto!
27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
28 Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
29 mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
30 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.
(Lucas 17:26-30)
Jesús dejó referencias históricas que son señales para nosotros, los que llegamos a esta altura de los tiempos, o "postreros tiempos" cómo día la palabra de Dios. Aquí el Señor habla sobre su regreso, su segunda venida, la primera venida del Señor fue hace dos mil años, cuando él entrega su vida en la cruz, y resucita al tercer día, allí comenzó la era de la iglesia, que vivimos hoy.
El calendario divino dice que los próximos acontecimientos que están por cumplirse son el arrebatamiento de la iglesia, y su segunda venida visible, para juzgar la tierra y establecer su reino visible por mil años. El rapto, o arrebatamiento es lo que esperamos nosotros como iglesia, nadie sabe ni el día ni la hora, solamente tenemos señales que nos revelan lo cercano que está ese momento. Una señal muy evidente es la corrupción de la sociedad, del planeta, y la corrupción espiritual de la gente, y la apostasía de la iglesia, son señales que están a la vista hoy. En los días de Noé, la corrupción de la humanidad, llegó al colmo, tanto que Dios dijo: me arrepiento de haberlos creado.
En los días de Lot, la ciudad de Sodoma y Gomorra, eran tan corruptas, que Dios decidió destruirlas. Son dos ejemplos de depravación moral, maldad y pecado extremo, que Jesús usa como parámetro para hablar de los últimos tiempos. Hoy la maldad, la inmortalidad, la violencia, los crímenes son cada vez más comunes, en lo espiritual, la idolatría, y el contacto con espíritus inmundos, por medios de la práctica de religiones y filosofías de todo tipo son practicadas por la gente, una de ellas es el Reiki, una forma de espiritismo oriental.
Las iglesias afectadas por doctrinas antibíblicas, entran en adulterio espiritual. Todo esto son señales de que la llegada del Señor está más cerca que nunca. ¿Cuál es el consejo de Jesús para nosotros? La respuesta es: velad y orad.
Velar es estar atentos despiertos, vigilando, para no caer en el sueño espiritual, trabajar para que cuando Cristo se manifieste nos encuentre despiertos y activos en su obra. Porque no sabemos ni el día ni la hora, pero si debemos estar seguros que el día del Señor vendrá.
Meditemos en esta palabra, oremos y velemos, pero también anunciemos a otros que Jesús viene pronto!