A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.
Hechos 23:11
Jesús se nos revela para darnos aliento en medio de las pruebas, cuando estamos en la cárcel de la dificultad, cuando los enemigos de la fe se levantan contra nosotros, en el momento que más necesitan del aliento de los hermanos, Jesús viene en persona para alentar y declararnos cual es nuestra siguiente tarea. La Biblia dice "Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aún a sus enemigos hace estar en paz con él", los propios compatriotas de Pablo estaban ayunando par matarlo, planificando una emboscada con cuarenta hombres, Dios usó al propio ejército romano para salvar la vida de su siervo, de las manos del "pueblo de Dios". Que tremendo! los religiosos son los peores enemigos de los planes del Señor, y los incrédulos sin saberlo se transforman en los instrumentos de Dios, para ayudar a sus siervos. (Leer todo el capítulo 23 de Hechos) Esta palabra nos enseña que Dios es fiel a su propósito en nosotros, y provee todos los recursos necesarios para que ese propósito se cumpla en la vida de sus hijos.
Pablo estaba en la cárcel, y el desánimo se apoderó de él, las dudas sobre la palabra profética que recibió, el temor de estar equivocado en cuanto a la fe, la incertidumbre de no saber que pasará, la frustración de sentirse impotente y ver caer todos sus planes y proyectos, darse cuenta que no tiene el control de la situación, genera una opresión más grande que la prisión misma, ¿te sientes identificado con Pablo mientras lees ?
Hoy el Señor te habla directamente por medio de esta palabra, lo primero que te dice es: ten ánimo! Cuando nosotros entregamos la vida al Señor, Él se encarga de guiar nuestros pasos, aunque a veces pasamos por desiertos, o estemos rodeados de enemigos, aunque pasemos por cárceles de opresión o a veces literalmente de forma injusta, hay dos cosas que debemos hacer: primero nunca dejar de testificar del Señor, y segundo no desanimarnos por nada !
Jesús está siempre al lado nuestro, en la prisión y en el mejor momento de nuestra vida, nada ni nadie nos podrá apartar del propósito de Dios para nosotros.
A los que aman a Dios todas las cosas ayudan para bien.
Ptr. Aldo Daniel Monegal
Hechos 23:11
Jesús se nos revela para darnos aliento en medio de las pruebas, cuando estamos en la cárcel de la dificultad, cuando los enemigos de la fe se levantan contra nosotros, en el momento que más necesitan del aliento de los hermanos, Jesús viene en persona para alentar y declararnos cual es nuestra siguiente tarea. La Biblia dice "Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aún a sus enemigos hace estar en paz con él", los propios compatriotas de Pablo estaban ayunando par matarlo, planificando una emboscada con cuarenta hombres, Dios usó al propio ejército romano para salvar la vida de su siervo, de las manos del "pueblo de Dios". Que tremendo! los religiosos son los peores enemigos de los planes del Señor, y los incrédulos sin saberlo se transforman en los instrumentos de Dios, para ayudar a sus siervos. (Leer todo el capítulo 23 de Hechos) Esta palabra nos enseña que Dios es fiel a su propósito en nosotros, y provee todos los recursos necesarios para que ese propósito se cumpla en la vida de sus hijos.
Pablo estaba en la cárcel, y el desánimo se apoderó de él, las dudas sobre la palabra profética que recibió, el temor de estar equivocado en cuanto a la fe, la incertidumbre de no saber que pasará, la frustración de sentirse impotente y ver caer todos sus planes y proyectos, darse cuenta que no tiene el control de la situación, genera una opresión más grande que la prisión misma, ¿te sientes identificado con Pablo mientras lees ?
Hoy el Señor te habla directamente por medio de esta palabra, lo primero que te dice es: ten ánimo! Cuando nosotros entregamos la vida al Señor, Él se encarga de guiar nuestros pasos, aunque a veces pasamos por desiertos, o estemos rodeados de enemigos, aunque pasemos por cárceles de opresión o a veces literalmente de forma injusta, hay dos cosas que debemos hacer: primero nunca dejar de testificar del Señor, y segundo no desanimarnos por nada !
Jesús está siempre al lado nuestro, en la prisión y en el mejor momento de nuestra vida, nada ni nadie nos podrá apartar del propósito de Dios para nosotros.
A los que aman a Dios todas las cosas ayudan para bien.
Ptr. Aldo Daniel Monegal