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El gran cambio


Hechos 9:3-6

 3  Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 

 4  y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

 5  El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.  

6  El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

Hoy comienza un nuevo tiempo con un mensaje claro del Espíritu Santo, sobre la necesidad de evaluar en qué parte del proceso del caminar con Jesús estamos. 

La palabra de Hechos 9 que habla sobre la conversión de Saulo, el después llamado Apostol Pablo, nos muestra una imagen del proceso de conversión, desde el versículo 4 al 6 podemos ver el momento del encuentro con el Señor, la caída de Pablo y su reacción inmediata con la pregunta ¿Qué quieres que yo haga? Nos ilustra los primeros pasos que dan las personas al creer en Jesús, sentir esa convicción interna de haber encontrado a Dios, caer de nuestras posturas humanas y egoístas para rendirnos completamente al Señor y ponernos a disposición de él.

Jesús dice a Pablo : "entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer" el Señor delega la tarea a sus siervos, en la ciudad de Damasco, Judas lo  recibe en su casa y Ananías ora por él imponiendo las manos sobre Pablo, para que recobre la vista, es bautizado, es integrado a la hermandad de la iglesia, y rápidamente Pablo ya predicaba en las sinagogas diciendo que Jesus es el Señor.

Todos nosotros de alguna forma pasamos por un proceso similar, todos tenemos que cumplir con las instrucciones dadas por el Señor, ser bautizados, ser añadidos a la iglesia, y por último ser testigos de Jesús al mundo entero.

Su experiencia de conversión, del Apóstol Pablo puede resumirse en estas afirmaciones: (1) Vio una luz; (2) Oyó una voz; (3) Obedeció un llamado.

Ahora cada uno de nosotros, debemos evaluar en cuál de estos puntos nos encontramos, ¿estamos deslumbrados por la luz del Señor, y todavía no nos levantamos? Todavía estamos luchando con nuestra carne, vemos el poder de Dios, pero vivimos con un pie en el pasado y un pie en ese momento sublime, no podemos quedarnos para siempre en la indecisión, deja de luchar y rinde tu corazón al Señor. 

Quizás oíste la voz del Señor y no sabes quién es entonces estas preguntando ¿Quién eres Señor? Te cuesta creer que Dios sea tan real, oyes su voz pero no la reconoces, muchos van a la iglesia reunión tras reunión, escuchan la palabra predicada por los siervos de Dios, pero no pueden reconocer la voz del Señor en qué les está hablando, se vuelven sordos, que escuchan pero no oyen, y no pueden continuar a la siguiente fase: dónde le decimos al Señor ¿qué quieres que yo haga?.

Podemos estar en la casa de Judas, dónde ya oímos su voz y estamos orando, ayunando, junto a los siervos de Dios, pero aún estamos ciegos, todavía tenemos escamas en los ojos, dependemos de otros hermanos, nuestra fe necesita ser alentada por los demás hermanos, y permanecemos inactivos.

Si te sientes identificado con alguna de estas etapas, es tiempo de pasar al siguiente nivel. El propósito del Señor es que seamos sus testigos, y solo aquellos que pasaron el proceso, y salieron unidos de la casa de Judas, pudieron comenzar a dar fruto para el Señor, sirviendo como sus testigos.

No todos están llamados a ocupar cargos de liderazgo en la iglesia, pero todos estamos llamados a ser sus discípulos testigos de Cristo, y enseñar a otros lo que sabemos del Señor. 

¿Qué estás esperando para avanzar? Tu eres testigo de Jesús, en tu casa, en tu trabajo, y hasta donde llegué tu círculo de influencia! "Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti."(Isaías 60:1)


Ap. Aldo

Decisión

Filipenses 3: 13b-14
"olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús"

El que vive en el pasado, mirando hacia atrás, no puede avanzar hacia lo nuevo. Decidirnos por seguir a Cristo, es "poner la mano en el arado para no volver atrás, ni siquiera la mirada", por eso la palabra de Dios dice: " aquel que está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, todo es hecho nuevo". Dios nos da una nueva oportunidad, cuando nosotros estamos dispuestos a dejar atrás el pasado y el presente, hasta el momento de nuestra decisión de seguir a Jesús, para recibir lo nuevo en el presente y el futuro inmediato, y lejano. Todos quieren lo nuevo que Dios ofrece, pero no todos están dispuestos a renunciar al pasado, y a las cosas del presente que deben dejar por Jesús. Esto implica sacrificio, renuncia, y determinación, dejar vicios, pecados, mala vida, malas relaciones, cambiar nuestra forma de proceder ya no pagamos mal por mal, ya no debemos envidiar a nadie, ya no podemos ser violentos, lujuriosos, mentirosos, homicidas, vengativos, soberbios, mal pensados, idólatras, borrachos, drogadictos, religiosos, falsos, hipócritas, avaros, adúlteros, vivir fornicando, traidores, corruptos, etc.
Si queremos se bendecidos y recibir la nueva vida que Jesús nos ofrece, tenemos que para, mirar a qué cosas debemos renunciar, reconocer que no está bien lo que hacemos delante de Dios, arrepentirnos, pedir perdón, y dar un lado de fe para comenzar a vivir en Cristo, entonces vamos a poder decir lo viejo paso para mí, ahora todo es nuevo, mi familia, toda mi vida es renovada por la gracia de Dios. Desde esta postura aplicamos el versículo 14 "prosigo a la meta del supremo llamado de Dios para mí" no podemos detenernos, y nada nos puede detener, ni la enfermedad, ni la escacez, ni nada puede detener el avance de un hijo de Dios.
Deja atrás tu pasado, y lánzate hacia adelante al futuro diseñado por Dios para tu vida.

Muchas bendiciones!
P. Aldo Monegal.

El golpe perfecto

Cuando un Artista Marcial tiene que romper una objeto de un golpe, se enfoca en el banco de tal manera que ese golpe es lanzado con la fuerza de cada músculo de su cuerpo, y con toda su mente. Pero además con la seguridad de que su puño, traspasará el blanco, y romperá ese objeto. En karate este golpe de puño se llama Tsuki en japonés, los karatecas dicen que para que el Tsuki sea efectivo deben desarrollar la "energía interna" que es un plus de fuerza especial que se suma a la fuerza física. Al momento de soltar el golpe, el karateca tiene que enfocarse, en el blanco, ajustar la precisión, y aprovechar toda su energía, física para tener éxito. Es una práctica muy disciplinada y exige mucha dedicación, esfuerzo para poder ejecutar esta técnica con total efectividad y perfección. Cada movimiento es examinado y practicado hasta lograr la excelencia, no solo en la ejecución de este golpe de puño, sino en todas la tecnicas de lucha que se practican en esta disciplina marcial.
Si un karateca tiene semejante disciplina solamente para lanzar un golpe, cuanto más los hijos de Dios debemos ajustar nuestra fe, y disciplina, fortalecer nuestro espíritu para tener efectividad en cada paso que damos, al servir a Dios en nuestra vida cotidiana? El Apóstol Pablo dice:"Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible".(1Corintios 9:25) alquilen que entrena para una disciplina deportiva se esfuerza al máximo físicamente y emocionalmente para lograr la excelencia, un atleta se abstiene de muchas cosas, solo para alcanzar un premio deportivo. Los militares también deben ser disciplinados, y se prohíben de muchas cosas, por ser soldados obendientes, "Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado" (2 Timoteo 2:14) Las clave es enfocarse en el blanco, y depositar allí toda tu fe, tu corazón, y el poder que está dentro tuyo, el Espíritu Santo hará el resto!!
(1 Corintios 9:24) "¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis
Esfuérzate y sé valiente, para conquistar la herencia que Dios determinó para vos y tu familia, en el nombre de Jesús."

Filipenses 3:13-14
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Bendiciónes !!

En la cárcel

A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.
Hechos 23:11

Jesús se nos revela para darnos aliento en medio de las pruebas, cuando estamos en la cárcel de la dificultad, cuando los enemigos de la fe se levantan contra nosotros, en el momento que más necesitan del aliento de los hermanos, Jesús viene en persona para alentar y declararnos cual es nuestra siguiente tarea. La Biblia dice "Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aún a sus enemigos hace estar en paz con él", los propios compatriotas de Pablo estaban ayunando par matarlo, planificando una emboscada con cuarenta hombres, Dios usó al propio ejército romano para salvar la vida de su siervo, de las manos del "pueblo de Dios". Que tremendo! los religiosos son los peores enemigos de los planes del Señor, y los incrédulos sin saberlo se transforman en los instrumentos de Dios, para ayudar a sus siervos. (Leer todo el capítulo 23 de Hechos) Esta palabra nos enseña que Dios es fiel a su propósito en nosotros, y provee todos los recursos necesarios para que ese propósito se cumpla en la vida de sus hijos.
Pablo estaba en la cárcel, y el desánimo se apoderó de él, las dudas sobre la palabra profética que recibió, el temor de estar equivocado en cuanto a la fe, la incertidumbre de no saber que pasará, la frustración de sentirse impotente y ver caer todos sus planes y proyectos, darse cuenta que no tiene el control de la situación, genera una opresión más grande que la prisión misma, ¿te sientes identificado con Pablo mientras lees ?
Hoy el Señor te habla directamente por medio de esta palabra, lo primero que te dice es: ten ánimo! Cuando nosotros entregamos la vida al Señor, Él se encarga de guiar nuestros pasos, aunque a veces pasamos por desiertos, o estemos rodeados de enemigos, aunque pasemos por cárceles de opresión o a veces literalmente de forma injusta, hay dos cosas que debemos hacer: primero nunca dejar de testificar del Señor, y segundo no desanimarnos por nada !
Jesús está siempre al lado nuestro, en la prisión y en el mejor momento de nuestra vida, nada ni nadie nos podrá apartar del propósito de Dios para nosotros.
A los que aman a Dios todas las cosas ayudan para bien.

Ptr. Aldo Daniel Monegal

Llamados a la unidad

Efesios 4:1-6
1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,
2  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,
3  solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
4  un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
5  un Señor, una fe, un bautismo,
6  un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.

La unidad es un objetivo al que debemos dirigirnos, es una meta que tenemos que alcanzar. La unidad no es instantánea, es un proceso. Solo en la unidad está la bendición, la palabra de Dios dice que antes de la fundación del mundo, el Padre y el Hijo estaban en perfecta unidad. La unidad trae orden, es fructífera y próspera.
El Apóstol Pablo, bajo la guía del Espíritu Santo, nos deja esta enseñanza sobre la unidad, y dice que tenemos que ser solícitos en guardar la unidad, en la convivencia entre los hermanos en la iglesia, así como en nuestros vínculos familiares y sociales, tenemos que buscar la unidad. Jesús dice "en esto conocerá el mundo que son mis discípulos, en que se amen unos a otros."
En un mundo que vive en guerras, divisiones y separaciones, nosotros como hijos de Dios tenemos que marcar diferencia, viviendo en unidad, cultivando la unidad.
La palabra dice así como fuimos llamados por Dios a ser un cuerpo, un Espíritu, una fe, un bautismo un Dios y Padre de todos.
Dios es uno, por lo tanto debemos buscar la unidad en todo, y desechar las divisiones, las peleas, todo lo que genera separación. Desde la creación, Dios creó al hombre y a la mujer, para que sean una sola carne, y de la Unión de esta pareja nació toda la humanidad, así nació la familia y su propósito es estar unida, una familia en unidad está sana y fructífera, la unidad trae paz y amor, la división trae malestar y dolor. La iglesia es una familia, es la familia de Dios, por lo tanto en la unidad del Espíritu Santo, está la voluntad de Dios en su familia, y está debe ser establecida en la tierra, la oración del padre nuestro dice: "hagase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo".
"Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados" fuimos llamados a un cuerpo, nuestra vocación es el amor a Dios por sobre todo y a nuestro prójimo. Soportar las faltas de los demás, buscar la unidad es guardar el vínculo con el cuerpo (iglesia) y así cumplimos la voluntad de Dios, como hijos amados. Haciendo esto viviremos en la más profunda paz y bendición, porque nuestra vida estará alineada a la voluntad de Padre Eterno.

Ptr. Aldo Daniel Monegal

Por dentro y por fuera

Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores.
2 Corintios 7:5

Hay momentos en nuestra vida que nos sentimos atribulados, estresados, cansados física y mentalmente, angustiados, desanimados. Es cuando mas nos tenemos que aferrar a Dios, y soportar ese momento que nos toca vivir buscando refugio en el Señor. Todos en algún momento de nuestra vida pasamos por situaciones así. Conflictos por fuera y temores por dentro, es una situación donde somos probados en la templanza y la mansedumbre del espíritu, los frutos del espíritu se revelan y se ejercitan en este tipo de presiones.
El Apóstol Pablo estaba pasando por esa situación, sufriendo ataques personales de la gente que lo rodeaba y que no simpatizaba con su prédica de Jesús, los judíos ortodoxos odiaban a Pablo y siempre que tenían oportunidad lo insultaban y si era posible lo atacaban físicamente. También dentro de la iglesia tenía enemigos, por fuera sufría ataques y por dentro su temor era que el trabajo realizado fuese en vano, que los cristianos nuevos se perdiesen era su temor.
Nosotros también sufrimos conflictos con los de afuera, cuando somos atacados por gente cercana o desconocidos que sin motivo nos agreden, necesitamos tener confianza en lo que Jesús nos dijo de antemano, " en el mundo tendréis aflicción.." y " el mundo os aborrecerá.."
Nuestros consuelo y fortaleza está en el Señor y su palabra.
Temores por dentro, cuando nos acecha el temor a la muerte, o por alguna enfermedad, algunos tiene temor al futuro, temor a la pobreza, temor a estar solos o simplemente temor interno.
El temor interno es vencido viendo somos llenos del Espíritu Santo de Dios, en medio de esa situación Pablo fue consolado por el amor de los hermanos y sus discípulos, y se llenó de gozo, la alegría del corazón es un buen antídoto contra el veneno del temor, la Biblia dice "el gozo del Señor es nuestra fortaleza".
En medio del conflicto y el temor, aférrate al Señor y pasarás por esa tormenta y saldras en victoria.

Aldo D. Monegal