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Multiplicación

Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
Juan 6:9

El milagro que Jesús hizo dando de comer a más de cinco mil personas, con cinco panes y dos peces, nos habla de multiplicación divina, de la economía del Reino de Dios, y por sobre todo nos habla de la gracia divina.
El favor de Dios inmerecido, por nosotros, que suple todas las necesidades humanas, que gracias a la cruz de Cristo, hoy es derramada sobre todos los que creen, con solo pedir al Padre Celestial, él manifiesta su gracia respondiendo la petición. En tiempos de escasez, cuando el hambre avanza, cuando la situación social de las naciones se vuelve difícil por la falta de trabajo, cuando no hay sustento para las familias, y no hay salida para el hambre, la superabundante Gracia del Altísimo, suple, multiplica y genera todo lo que podemos necesitar.
Vivir bajo la economía del Reino de Dios, es disponer de un gran depósito Celestial, que contiene abundancia de todo bien, y eso es lo que nos trajo Jesús, cuando dijo: yo vine para darles vida, y vida en abundancia. La multiplicación de los panes y los peces, es una manifestación de la gracia divina, que actúa por medio del dar y recibir, uno de los discípulos que tiene en su poder cinco panes entregados por un niño, los niños son especiales para el Señor ellos no están limitados por el intelecto, son más sensibles al poder de Dios porque creen en él con facilidad.
El mayor milagro no es sólo que los cinco panes suplieran el hambre de más de cinco mil personas, porque además sobró, doce canastas de pan, cuando entendemos que nada es imposible para Dios y aprendemos que mejor es dar que recibir, comenzamos a vivir bajo la abundancia divina. El niño entregó cinco panes, que alimentaron a cinco mil varones, y se convirtieron en doce cestas de pan para los discípulos, esto es multiplicación divina, es gracia Abundante para todos. Dios no quiere que estemos preocupados por los recursos personales, comida y vestido, por los recursos corporativos o comunitarios, porque los que no tienen a Dios se preocupan de estas cosas, pero los que creemos en el nombre de Jesús, disfrutaremos de la abundante gracia y multiplicación divina en todas la áreas de la vida.

Ptr. Aldo

Habitar en su presencia

El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Salmo 91:1

Es la clave de una vida que está bajo la bendición del Eterno. Esta palabra nos revela que vivir en bendición, es una elección, somos nosotros los que decidimos acercarnos a Dios, vivir a su abrigo o vivir fuera de su protección. Habitar al abrigo de Altísimo es vivir en comunión con el Creador, esto significa que en todo momento tenemos conciencia de que estamos en la presencia del Señor.
Entonces su sombra nos cubrirá, todos los beneficios que declara este salmo en todos sus versículos serán para nosotros.
Es una ley espíritual, si vivimos bajo la sombra del Altísimo como fruto tendremos todos los beneficios de la palabra de Dios, las leyes espirituales son como las leyes de la física, la ley de gravedad dice que todo lo que sube debe bajar, hay una atracción que nos mantiene pegados al suelo, así son las leyes espirituales inamovibles. Jesús dijo: buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura; es la misma ley espíritual que está en el salmo noventa y uno.
Las demandas para habitar junto a Dios son según, el salmo son tres: amar a Dios, conocer su nombre, y orar, estas son tres reglas de oro, que nos enseña la palabra de Dios a todos los que desean vivir bajo el amparo del Altísimo, ¿Cuál es tu elección?

Ptr. Aldo

Activación Profética

Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
Habacuc 3:2

El temor a Dios y a su palabra, es la llave para el avivamiento. El profeta se estremeció al ver la revelación de la palabra de Dios, en un momento difícil de su vida el profeta pide, que el poder de Dios se manifieste como en tiempos antiguos. En este periodo de la gracia la revelación de Dios es Jesus mismo, él es la "imagen misma de su sustancia", cuando recibimos la revelación de Jesus y lo vemos tal cual es, podemos conocer a Dios, y entender que el es nuestro Padre. Sí tenemos una clara revelación de Jesús y del Padre, recibimos revelación de quiénes somos nosotros como individuos, nuestra verdadera identidad sale a la luz y toda mentira en cuanto a nuestra identidad es manifestada, para que dejemos de ser lo que no somos, y comencemos a vivir nuestro verdadero propósito, el que nuestro Padre determinó para nosotros. El Profeta temió cuando la palabra fue manifestada, ver a Jesus tal cual es cambiará nuestra vida para siempre, como le sucedió al Profeta Habacuc, el avivamiento se desatará primero en nosotros mismos, cuando Dios se nos revele, "aviva tu obra en medio de los tiempos" el deseo de ver la gloria de Dios es el primer síntoma del avivamiento. Revelación, avivamiento, "en la ira acuérdate de la misericordia" percibimos nuestra condición y entendemos que solamente por su misericordia podemos recibir su gracia. El avivamiento trae convicción de la total necesidad y dependencia de Dios que tenemos como seres humanos.
Que está palabra te active como al profeta Habacuc, que recibas una revelación especial del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, que provoque un avivamiento personal y colectivo en tu vida.

Ptr. Aldo

Llamados a la unidad

Efesios 4:1-6
1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,
2  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,
3  solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
4  un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
5  un Señor, una fe, un bautismo,
6  un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.

La unidad es un objetivo al que debemos dirigirnos, es una meta que tenemos que alcanzar. La unidad no es instantánea, es un proceso. Solo en la unidad está la bendición, la palabra de Dios dice que antes de la fundación del mundo, el Padre y el Hijo estaban en perfecta unidad. La unidad trae orden, es fructífera y próspera.
El Apóstol Pablo, bajo la guía del Espíritu Santo, nos deja esta enseñanza sobre la unidad, y dice que tenemos que ser solícitos en guardar la unidad, en la convivencia entre los hermanos en la iglesia, así como en nuestros vínculos familiares y sociales, tenemos que buscar la unidad. Jesús dice "en esto conocerá el mundo que son mis discípulos, en que se amen unos a otros."
En un mundo que vive en guerras, divisiones y separaciones, nosotros como hijos de Dios tenemos que marcar diferencia, viviendo en unidad, cultivando la unidad.
La palabra dice así como fuimos llamados por Dios a ser un cuerpo, un Espíritu, una fe, un bautismo un Dios y Padre de todos.
Dios es uno, por lo tanto debemos buscar la unidad en todo, y desechar las divisiones, las peleas, todo lo que genera separación. Desde la creación, Dios creó al hombre y a la mujer, para que sean una sola carne, y de la Unión de esta pareja nació toda la humanidad, así nació la familia y su propósito es estar unida, una familia en unidad está sana y fructífera, la unidad trae paz y amor, la división trae malestar y dolor. La iglesia es una familia, es la familia de Dios, por lo tanto en la unidad del Espíritu Santo, está la voluntad de Dios en su familia, y está debe ser establecida en la tierra, la oración del padre nuestro dice: "hagase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo".
"Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados" fuimos llamados a un cuerpo, nuestra vocación es el amor a Dios por sobre todo y a nuestro prójimo. Soportar las faltas de los demás, buscar la unidad es guardar el vínculo con el cuerpo (iglesia) y así cumplimos la voluntad de Dios, como hijos amados. Haciendo esto viviremos en la más profunda paz y bendición, porque nuestra vida estará alineada a la voluntad de Padre Eterno.

Ptr. Aldo Daniel Monegal

Como una Madre

Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, Hasta que yo Débora me levanté, Me levanté como madre en Israel.
Jueces 5:7

Débora es un referente de la mujer guerrera levantada por Dios mismo, cuando los caudillos de Israel no actuaban frente al enemigo, cuando los ejércitos y sus generales estaban de brazos caídos, el pueblo se perdida en la confusión, tras otros dioses y en rebelión contra Dios, el destino de Israel corría peligro.
En medio de las grandes crisis, Dios siempre envía un Libertador, el Señor levanta a sus escogidos para libertar a los oprimidos y revelar su justicia en medio de  la humanidad. Si no se levantan los hombre Dios levantara a sus mujeres, tan capaces y ungidas como el mejor de los guerreros, así fue Débora una mujer que Dios levantó, los militares no salían a la guerra sin ella, Débora era la voz de Dios en medio de Israel, una valiente guerrera, una Profeta de Dios, una estadista, líder indiscutible.
En este tiempo Dios está sentando muchas mujeres que como Débora la profeta de Dios, se levantarán para hacer lo que muchos hombres no hacen, este es tu tiempo mujer, Dios te capacito para hacer lo que sea necesario, con Dios de tu lado todo lo que determines será hecho.
Hoy tienes que levantar el estandarte de Dios en medio de tu familia, en tu barrio, y tus círculos de amigos y conocidos, el Señor te dará gracia y autoridad, para guiar y llevar a la libertad a los cautivos, en tu boca estará la palabra de Dios, el Evangelio de Jesús para soltar salvación a los perdidos.
Es tiempo de despertar a la Débora que tienes dentro, sos una valiente y Dios te está llamando a ocupar un lugar de preeminencia entre sus Valientes.
Levanta tus brazos mujer hoy Dios te da la victoria !

A. D. Monegal

El poder de Dios sigue siendo el mismo

Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.
Números 11:23

Cuando el pueblo de Dios pidió carne para comer en el desierto, se quejó delante de Moisés y Dios habló a Moisés diciendo que daría carne al pueblo, hasta que les salga por la nariz.
Hasta Moisés no creyó que fuese posible y cuestionó al Señor diciendo: hay seiscientas personas en este campamento, como les darás carne para un mes?
Moisés no podía entender como Dios lo haría él razonaba, pensado traerá peces del mar? Donde conseguir bueyes u ovejas para toda esta multitud?
Cuando Dios nos dice que nada es imposible para él, también dice nada es imposible para aquel que cree, si Dios nos da una palabra tenemos que creer, sin razonar cómo hará Dios para cumplir lo que dice. David dijo en un Salmo: Alzaré mis ojos a los montes, de dónde vendrá mi socorro...Y después dice : mi socorro viene de Jehová !
Esa es nuestra actitud muchas veces frente a la pruebas y obstáculos que se nos presentan, conocemos las promesas de Dios pero no creemos, estamos razonando de donde vendrá la ayuda en lo natural, estamos alzando los ojos a los montes, en vez de fijar nuestra mirada en Jesús. Como Moisés, cuestionamos a Dios diciendo: de dónde vendrá la solución que necesito? Cómo Dios podría sanarme?
Cómo Dios podría unir mi familia?  Cómo podrá Dios llenar el vacío de mi corazón, cambiar mi vida o quitarme esta tristeza ?
Y la respuesta del Señor es una exhortación  a creer en El.
Acaso Dios no tiene poder para solucionar tu dificultad ?
Jesús dijo: ...Si crees verás la Gloria de Dios !
El Señor va a sorprenderte en este día, solamente ora y creé a su palabra, tomé aliento tu corazón y veraz la mano de Dios sobre tu vida.

A.D.M

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