Activación Profética

Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
Habacuc 3:2

El temor a Dios y a su palabra, es la llave para el avivamiento. El profeta se estremeció al ver la revelación de la palabra de Dios, en un momento difícil de su vida el profeta pide, que el poder de Dios se manifieste como en tiempos antiguos. En este periodo de la gracia la revelación de Dios es Jesus mismo, él es la "imagen misma de su sustancia", cuando recibimos la revelación de Jesus y lo vemos tal cual es, podemos conocer a Dios, y entender que el es nuestro Padre. Sí tenemos una clara revelación de Jesús y del Padre, recibimos revelación de quiénes somos nosotros como individuos, nuestra verdadera identidad sale a la luz y toda mentira en cuanto a nuestra identidad es manifestada, para que dejemos de ser lo que no somos, y comencemos a vivir nuestro verdadero propósito, el que nuestro Padre determinó para nosotros. El Profeta temió cuando la palabra fue manifestada, ver a Jesus tal cual es cambiará nuestra vida para siempre, como le sucedió al Profeta Habacuc, el avivamiento se desatará primero en nosotros mismos, cuando Dios se nos revele, "aviva tu obra en medio de los tiempos" el deseo de ver la gloria de Dios es el primer síntoma del avivamiento. Revelación, avivamiento, "en la ira acuérdate de la misericordia" percibimos nuestra condición y entendemos que solamente por su misericordia podemos recibir su gracia. El avivamiento trae convicción de la total necesidad y dependencia de Dios que tenemos como seres humanos.
Que está palabra te active como al profeta Habacuc, que recibas una revelación especial del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, que provoque un avivamiento personal y colectivo en tu vida.

Ptr. Aldo

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