Filipenses 2:19-22 (NTV)
19 Si el Señor Jesús quiere, espero enviarles pronto a Timoteo para que los visite. Así él puede animarme al traerme noticias de cómo están.
20 No cuento con nadie como Timoteo, quien se preocupa genuinamente por el bienestar de ustedes.
21 Todos los demás sólo se ocupan de sí mismos y no de lo que es importante para Jesucristo.
22 Pero ustedes saben cómo Timoteo ha dado muestras de lo que es. Como un hijo con su padre, él ha servido a mi lado en la predicación de la Buena Noticia.
Es evidente el orgullo que siente el Apóstol Pablo por Timoteo, su discípulo, en la descripción que el Apóstol hace de este joven obrero podemos ver el carácter de un verdadero discípulo de Jesús.
Todas las actitudes de Timoteo demostraban su amor por Jesús, pero la característica que más sobresale es que su motivación por el servicio, está centrada en los intereses de Cristo, no en sus intereses personales. Timoteo era un hombre leal, una persona que tenía cuidado de cumplir con sus compromisos, y fiel a las personas con las que se relacionaba. Pablo dice que para él era como un hijo, y siente que para Timoteo él era como un padre, esto es "Paternidad", Timoteo se formó como un líder cristiano saludable, porque tuvo un mentor, un maestro, un pastor, y por sobre todas las cosas un padre ministerial, el Apóstol Pablo. Lealtad, compromiso, amor por Jesús, dejar nuestros propios intereses de lado y dar el primer lugar a los intereses del Señor, son características de un verdadero discípulo.
Todos somos llamados a ser discípulos de Jesús, tenemos que ser transformados para alcanzar un carácter firme, dar los frutos de un verdadero hijo de Dios, para eso necesitamos amar a Jesús por sobre todas las cosas, y tener un mentor/a un líder que ejerza Paternidad ministerial para poder alcanzar el propósito que Dios tiene para nosotros.
Servir a Dios no consiste únicamente en disfrutar de su paz, y esperar recibir bendiciones y regalos del cielo, todo el tiempo, no es que Dios esté obligado a bendecirnos como si Él fuese nuestro servidor, tenemos que entender que Jesucristo es Señor y Rey, él está sentado en su trono y nosotros somos sus siervos. La palabra siervo significa esclavo, una persona que perdió todos sus derechos y posesiones, un esclavo no es dueño ni de su propio cuerpo, todo le pertenece al Señor su amo.
Timoteo entendió lo que significa ser un siervo de Dios, y la imagen de Cristo se dejaba ver en el. Jesús dijo: 'yo vine a servir", Jesús lavó los pies de sus discípulos, dando ejemplo de servicio, Jesús amó al prójimo entregando su vida por ellos, Jesús sirvió a su Padre y fue obediente hasta la muerte, Jesús permanece fiel.
Todas estas características de Cristo estaban presentes en Timoteo, el Espíritu Santo lo había transformado, él fue leal, obediente, demostraba el amor al prójimo, y sirvió a su padre ministerial, y todo eso lo hacía por amor a Dios. La entrega de nuestra propia vida a Dios es fundamental, el Señor dijo: el que ama su vida la perderá, pero el que pierde su vida por causa de mí la conservará.
Sí cambiamos la perspectiva de lo versículos 20 al 22 y lo leemos como si fuese el Espíritu Santo que nos está hablando, reemplacemos el nombre de Timoteo por el nuestro, y veremos el deseo de Dios para nosotros.
Ptr. Aldo Daniel Monegal
19 Si el Señor Jesús quiere, espero enviarles pronto a Timoteo para que los visite. Así él puede animarme al traerme noticias de cómo están.
20 No cuento con nadie como Timoteo, quien se preocupa genuinamente por el bienestar de ustedes.
21 Todos los demás sólo se ocupan de sí mismos y no de lo que es importante para Jesucristo.
22 Pero ustedes saben cómo Timoteo ha dado muestras de lo que es. Como un hijo con su padre, él ha servido a mi lado en la predicación de la Buena Noticia.
Es evidente el orgullo que siente el Apóstol Pablo por Timoteo, su discípulo, en la descripción que el Apóstol hace de este joven obrero podemos ver el carácter de un verdadero discípulo de Jesús.
Todas las actitudes de Timoteo demostraban su amor por Jesús, pero la característica que más sobresale es que su motivación por el servicio, está centrada en los intereses de Cristo, no en sus intereses personales. Timoteo era un hombre leal, una persona que tenía cuidado de cumplir con sus compromisos, y fiel a las personas con las que se relacionaba. Pablo dice que para él era como un hijo, y siente que para Timoteo él era como un padre, esto es "Paternidad", Timoteo se formó como un líder cristiano saludable, porque tuvo un mentor, un maestro, un pastor, y por sobre todas las cosas un padre ministerial, el Apóstol Pablo. Lealtad, compromiso, amor por Jesús, dejar nuestros propios intereses de lado y dar el primer lugar a los intereses del Señor, son características de un verdadero discípulo.
Todos somos llamados a ser discípulos de Jesús, tenemos que ser transformados para alcanzar un carácter firme, dar los frutos de un verdadero hijo de Dios, para eso necesitamos amar a Jesús por sobre todas las cosas, y tener un mentor/a un líder que ejerza Paternidad ministerial para poder alcanzar el propósito que Dios tiene para nosotros.
Servir a Dios no consiste únicamente en disfrutar de su paz, y esperar recibir bendiciones y regalos del cielo, todo el tiempo, no es que Dios esté obligado a bendecirnos como si Él fuese nuestro servidor, tenemos que entender que Jesucristo es Señor y Rey, él está sentado en su trono y nosotros somos sus siervos. La palabra siervo significa esclavo, una persona que perdió todos sus derechos y posesiones, un esclavo no es dueño ni de su propio cuerpo, todo le pertenece al Señor su amo.
Timoteo entendió lo que significa ser un siervo de Dios, y la imagen de Cristo se dejaba ver en el. Jesús dijo: 'yo vine a servir", Jesús lavó los pies de sus discípulos, dando ejemplo de servicio, Jesús amó al prójimo entregando su vida por ellos, Jesús sirvió a su Padre y fue obediente hasta la muerte, Jesús permanece fiel.
Todas estas características de Cristo estaban presentes en Timoteo, el Espíritu Santo lo había transformado, él fue leal, obediente, demostraba el amor al prójimo, y sirvió a su padre ministerial, y todo eso lo hacía por amor a Dios. La entrega de nuestra propia vida a Dios es fundamental, el Señor dijo: el que ama su vida la perderá, pero el que pierde su vida por causa de mí la conservará.
Sí cambiamos la perspectiva de lo versículos 20 al 22 y lo leemos como si fuese el Espíritu Santo que nos está hablando, reemplacemos el nombre de Timoteo por el nuestro, y veremos el deseo de Dios para nosotros.
Ptr. Aldo Daniel Monegal
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