1 Pedro 5: 6 - 7
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Ir a la presencia de Dios con nuestros argumentos y razonamientos exigiendo que Dios nos de lo que nosotros queremos, y que haga lo que pedimos como si Dios fuese vuestro sirviente, eso es soberbia, altivez, orgullo, estas tres actitudes, no permiten que reconozcamos nuestros errores, que pidamos perdón y que aceptemos la voluntad de Dios en todo reconociendo que El es soberano.
Si permanecemos en esas actitudes negativas, viviremos llenos de ansiedad, nerviosismo, pesimismo, odio, división familiar, peleas contiendas, rencores, amargura, mentira, engañando y siendo engañados, estos son los frutos dañinos de la carne, según Gálatas 5.
Pero nosotros estamos llamados a vivir en el espíritu, dando los frutos del espíritu, que son algunos de ellos: paz, amor, gozo en el espíritu Santo.
Cuáles la clavé, humillarse ante Dios, reconocer que nos equivocamos, que somos desobedientes y rebeldes, al Señor y a su iglesia.
Si nos humillamos ante él, estamos descansando en él, nuestra ansiedad se irá, y nos inundara la paz del Señor, esperaremos en el Señor confiando que viene el tiempo de la exaltación, por eso la Biblia dice: el que se humilla será enaltecido.
Estás dispuesto a humillarse y reconocer que sin Dios nada puedes hacer? Estás dispuesto a ser humilde, y ejercer amor hacia los demás, perdonando a los que te ofenden, y trabajando para la unidad y multiplicación del cuerpo de Cristo?
Leamos la palabra, asumimos y pongamos por obra.
Te aseguro que hoy serás exaltado!
Bendiciones.
Pas Aldo. A los pies de Jesús.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Ir a la presencia de Dios con nuestros argumentos y razonamientos exigiendo que Dios nos de lo que nosotros queremos, y que haga lo que pedimos como si Dios fuese vuestro sirviente, eso es soberbia, altivez, orgullo, estas tres actitudes, no permiten que reconozcamos nuestros errores, que pidamos perdón y que aceptemos la voluntad de Dios en todo reconociendo que El es soberano.
Si permanecemos en esas actitudes negativas, viviremos llenos de ansiedad, nerviosismo, pesimismo, odio, división familiar, peleas contiendas, rencores, amargura, mentira, engañando y siendo engañados, estos son los frutos dañinos de la carne, según Gálatas 5.
Pero nosotros estamos llamados a vivir en el espíritu, dando los frutos del espíritu, que son algunos de ellos: paz, amor, gozo en el espíritu Santo.
Cuáles la clavé, humillarse ante Dios, reconocer que nos equivocamos, que somos desobedientes y rebeldes, al Señor y a su iglesia.
Si nos humillamos ante él, estamos descansando en él, nuestra ansiedad se irá, y nos inundara la paz del Señor, esperaremos en el Señor confiando que viene el tiempo de la exaltación, por eso la Biblia dice: el que se humilla será enaltecido.
Estás dispuesto a humillarse y reconocer que sin Dios nada puedes hacer? Estás dispuesto a ser humilde, y ejercer amor hacia los demás, perdonando a los que te ofenden, y trabajando para la unidad y multiplicación del cuerpo de Cristo?
Leamos la palabra, asumimos y pongamos por obra.
Te aseguro que hoy serás exaltado!
Bendiciones.
Pas Aldo. A los pies de Jesús.