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El día del juicio

Y cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con Él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de Él todas las naciones, y los apartará unos de otros como el pastor separa las ovejas de las cabras.
Mateo 25:31-32 (BTX)

El mensaje del Evangelio es de amor y de buenas noticias, de esperanza y paz. Pero el evangelio completo tiene un anuncio de Juicio para el final de los tiempos, que no debe ser ignorado. Ese día de Juicio es la causa de la obra de amor de Dios manifestado en la cruz de Jesús, porque el deseo de Dios es que toda la humanidad sea salva, pero la justicia de Dios no se puede evadir, así que en el día del juicio, cuando el Señor regrese, todos los que perseveran en Jesús serán bendecidos, y los que niegan a Jesús serán condenados.
Nadie quedará exento del Juicio delante del Rey, la iglesia también pasará por un juicio ante otra corte celestial, llamada el tribunal de Cristo donde cada uno recibirá según lo que haya hecho mientras estuvo sirviendo: "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de CRISTO , para que cada uno reciba conforme a lo que practicó  por medio del cuerpo, sea bueno o malo." 2 Corintios 5:10
No debemos tener temor por el juicio de Dios, si estamos en Cristo no hay condenación para nosotros: "Ahora, pues, ninguna condenación ° hay para los que están en CRISTO JESÚS," Romanos 8:1 es motivo de alegría saber que Dios es justo y dará el pago a todos los que viven haciendo maldad, los que son corruptos, homicidas y destructores de la obra de Dios. En algunas ocasiones parece que a los malvados le va bien, y nos preguntamos por qué Dios no interviene, y aquí está la respuesta en el final de los tiempos habrá un juicio del cual nadie escapará y allí serán condenados los que vivieron en maldad, pero los Justos entrarán a la vida eterna. Por eso Cristo entregó su vida en la cruz, para que los Justos no sean condenados con los pescadores, y el mismo se sentará sobre su trono y separará a los Justos de los malvados para hacer justicia en la tierra y como en el cielo.
Jesús vino como siervo, pero ahora vuelve como Rey y Juez para dar retribución a todas las naciones, esto también es parte de las buenas noticias del Evangelio de Jesucristo.


Bendiciones.

Ptr. Aldo Monegal

Ya viene el día

La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. (Romanos 13:12)


En el reloj de Dios el tiempo está avanzando, el Apóstol Pablo escribió este versículo hace dos mil años, y ya estaba a punto de amanecer el día del Señor, cuánto más cerca estamos nosotros ahora, la palabra de Dios dice que para él, un día es como mil años y mil años es como un día, proféticamente pasaron dos días desde que Jesús pisó esta tierra. Podemos decir que el tiempo pasa, y no podemos detenerlo, los años se suceden como uno tras otro cada vez más rápido, la Biblia nos enseña a que no debemos perder el tiempo, porque un día todo se acabará. También individualmente la vida del hombre es limitada, y las horas que pierde no se pueden recuperar, por eso es importante disfrutar la familia, los hijos, las cosas que Dios nos regala, junto con el tiempo. Después dice: desechen las obras de las tinieblas; el mundo está en tinieblas, y vive compitiendo, envidiando, malgastando dinero y tiempo en lo que no conviene, en el versículo trece de este mismo capítulo dice: "Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia" nombra tres grupos de cosas comunes en este mundo, el vicio del alcohol y la comida en exceso, los pecados sexuales, y los pecados relacionales, contiendas, divisiones, envidias, todo esto son las obras de las tinieblas. El llamado es a cambiar, a ser honestos, a comportarnos cómo hijos de Dios, las armas de la luz son la gracia que Dios derrama en nosotros para vencer todo lo malo. No cambiamos por nuestro propio mérito, Dios nos ayuda nos equipa con todo lo necesario para vencer lo malo y andar en la Luz, estando preparados para el día del Señor.
Vístete de la luz del Señor y las tinieblas no tendrán poder sobre ti.

Bendiciones.

Ptr. Aldo.