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La verdad

Hechos 7:55-57

55  Más él, estando lleno de Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vió la gloria de Dios, y á Jesús que estaba á la diestra de Dios,
56  Y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que está á la diestra de Dios.
57  Entonces dando grandes voces, se taparon sus oídos, y arremetieron unánimes contra él;

Esteban fue el primer mártir que entregó su vida por el testimonio de Jesús. La Biblia dice que el Espíritu Santo le daba tanta sabiduría a Esteban que los maestros de la ley, las escrituras hebreas, no podían resistirlo, ellos estaban en contra de la prédica de Jesús pero Esteban desarmaba todos sus argumentos les cerraba la boca diciéndoles la verdad de Dios respaldada por su palabra, los religiosos quedaban humillados ante este joven, hasta que decidieron matarlo.
La verdad es difícil de recibir, más cuando va en contra de lo que pensamos, la verdad de Dios a veces contradice nuestra forma de pensar, nos deja sin argumentos nos desarma y terminamos tapando nuestros oídos con las manos porque no podemos seguir escuchando la verdad.
Los demonios tenían el mismo problema, no resisten la verdad, Marcos 1:23-25, Jesús predicaba en la sinagoga y un hombre que tenía un espíritu inmundo se manifestó, solo porque Jesús hablaba la verdad de Dios el espíritu inmundo no lo pudo resistir.
También hoy en día muchos tapan sus oídos a la Palabra de Dios, en las iglesias, en las calles, donde hay un siervo de Dios proclamando la verdad muchos tapan sus oídos. Examinemos si nosotros hacemos lo mismo, estamos tapando nuestros oídos? como aquellos religiosos que mataron a Esteban porque no podían resistir la verdad de Dios?
Si amado, amada la verdad de la palabra de Dios es dura, porque nos descubre, saca a luz nuestros errores personales, doctrinales, nuestros pensamientos obscuros, nuestros pecados ocultos son revelados a la luz de la palabra de Dios.
Si aquellos religiosos que tenían,  supuestamente el manejo de la palabra de Dios, que eran sacerdotes que tenían sus vidas dedicadas a Dios estaban equivocados y no podían resistir la verdad,  cuantos habrá hoy haciendo lo mismo?
La verdad de Dios no condena, descubre lo malo, pone en evidencia los errores, para que los oyentes entiendan y se arrepientan y obedezcan a la verdad, la única verdad que es Jesucristo.
No tapes tus oídos, escucha y obedecen a la verdad de Dios.

Bendiciones.

Aldo Daniel Monegal