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El Eterno

He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír 

Isaías 59:1


Dios no cambia su poder es el mismo siempre, y sus oídos siempre están atentos a la oración. Hay tiempos en los que parece que nuestra oración no es recibida por Dios, la ansiedad nos juega una mala pasada, pensamos que vamos a recibir lo que pedimos cuando nosotros queremos, estamos acostumbrados a ordenar, exigir, que se nos haga lo que queremos, y olvidamos que Dios es Señor y Rey. Cuando las cosas no salen como pensamos, aún así debemos seguir confiando en Dios, y no olvidar que nada es imposible para el Señor, y que siempre escucha la oración.

El profeta Isaías, declaró está palabra, que leemos hoy, en un momento de incertidumbre que vivía la nación de Israel, buscaban a Dios a su manera, y esperaban obtener lo que pedían sin comprometerse a obedecer a Dios. Si partimos de la idea de que Dios no está a nuestro servicio, que no tenemos derecho de recibir nada de Él, entenderemos que hay demandas de Dios que es necesario cumplir, el Señor no escuchará al pecador, el Dios Justo no bendecirá al que vive practicando la injusticia. El no recibir, no significa que precisamente que Dios no escucha, no ver un milagro en lo que pedimos, no quiere decir que Dios no pueda hacerlo, el principio qué debemos recordar siempre es que el es el Todopoderoso, es omnisciente, y que lo único que puede bloquear nuestra oración es el pecado que está en nosotros. La voluntad de Dios es bendecir a sus hijos, el quiere que nos gocemos en él, por eso nos Dios un pacto nuevo, en la sangre de Jesús, promete librarnos del pecado, y poner su Espíritu en nosotros para que vivamos en su voluntad, así todo lo que pidamos lo recibiremos, en el nombre de Jesús, y su poder se manifestará a favor de nosotros. Dios permanece inmutable, el Eterno es el mismo siempre y para siempre, no dejes de orar y pedir por imposibles en el nombre de Jesús.


P. Aldo.