El ejemplo de Elías
Santiago 5:17
17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
El profeta Elías es uno de los personajes más admirados del antiguo testamento, su misterioso origen, y su ministerio en la época de mayor apostasía de Israel (1 Reyes 17) los hechos poderosos con los que Dios respaldó su ministerio, y su partida de este mundo "sin ver muerte", son algunos de las cosas que destacan a este Profeta. Elías también fue precursor del ministerio de Jesús, por medio de Juan el Bautista, Dios anunció que antes de la aparición del Mesías, vendría Elías para preparar el camino. El profeta Elías aparece junto a Moisés hablando con Jesús, en el monte de la transfiguración, sin dudas Elias es un referente profético de parte de Dios.
Pero este Profeta usado por Dios, no solamente fue atacado por los enemigos de Dios, también sufrió algunas crisis emocionales y ministeriales, tan fuertes que deseaba que Dios le quite la vida.
Elías era un ser humano común como cualquiera de nosotros, aunque al pensar en las maravillas de Dios que rodearon su vida nos lleve a pensar que era un ser superior, no fue así, su ministerio nos deja una gran enseñanza, y el apóstol Santiago destaca algo muy importante que debemos rescatar de todas las cosas que podemos aprender de este tremendo Profeta.
La perseverancia en la oración es la clave para alcanzar las metas y lograr ese milagro que estamos necesitando. Elías oró, para que no lloviese sobre la nación de Israel, en señal de castigo divino por causa del pecado de sus gobernantes y parte del pueblo, y no llovió durante tres años y medio, hasta que volvió a orar pidiendo a Dios que llueva sobre Israel. Pero además en los momentos de mayor crisis Elías oraba, él vivía en la presencia de Dios por medio de la oración, tenía una relación vital con el Señor.
En resumen, si estamos necesitando un milagro, si tenemos el deseo de vivir en victoria entonces busquemos fervientemente en oración a Dios. Una vida de oración es la clave, para una vida llena de poder y victoria en el nombre de Jesús.
P. Aldo.
Santiago 5:17
17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
El profeta Elías es uno de los personajes más admirados del antiguo testamento, su misterioso origen, y su ministerio en la época de mayor apostasía de Israel (1 Reyes 17) los hechos poderosos con los que Dios respaldó su ministerio, y su partida de este mundo "sin ver muerte", son algunos de las cosas que destacan a este Profeta. Elías también fue precursor del ministerio de Jesús, por medio de Juan el Bautista, Dios anunció que antes de la aparición del Mesías, vendría Elías para preparar el camino. El profeta Elías aparece junto a Moisés hablando con Jesús, en el monte de la transfiguración, sin dudas Elias es un referente profético de parte de Dios.
Pero este Profeta usado por Dios, no solamente fue atacado por los enemigos de Dios, también sufrió algunas crisis emocionales y ministeriales, tan fuertes que deseaba que Dios le quite la vida.
Elías era un ser humano común como cualquiera de nosotros, aunque al pensar en las maravillas de Dios que rodearon su vida nos lleve a pensar que era un ser superior, no fue así, su ministerio nos deja una gran enseñanza, y el apóstol Santiago destaca algo muy importante que debemos rescatar de todas las cosas que podemos aprender de este tremendo Profeta.
La perseverancia en la oración es la clave para alcanzar las metas y lograr ese milagro que estamos necesitando. Elías oró, para que no lloviese sobre la nación de Israel, en señal de castigo divino por causa del pecado de sus gobernantes y parte del pueblo, y no llovió durante tres años y medio, hasta que volvió a orar pidiendo a Dios que llueva sobre Israel. Pero además en los momentos de mayor crisis Elías oraba, él vivía en la presencia de Dios por medio de la oración, tenía una relación vital con el Señor.
En resumen, si estamos necesitando un milagro, si tenemos el deseo de vivir en victoria entonces busquemos fervientemente en oración a Dios. Una vida de oración es la clave, para una vida llena de poder y victoria en el nombre de Jesús.
P. Aldo.