Una palabra para fin de año

2 Samuel 6:13-15

13  Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado.
 14  Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino.
 15  Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta.


En este final de año, el Espíritu Santo dice que la iglesia tiene la responsabilidad de llevar la presencia de Dios, conducir su presencia no quiere decir que la iglesia es la que dirige a Dios, sino que es el instrumento que carga con la presencia de Dios, y se deja guiar por él. La alabanza es crucial, la adoración es el ambiente de la presencia de Dios, no puede habitar la presencia de Dios en un lugar sin alabanza y adoración. En la vida de los hijos de Dios, sucede lo mismo, cada creyente es portador de la presencia de Dios, hay un fuego Celestial ardiendo en el corazón de los cristianos genuinos, ellos son los verdaderos adoradores de Dios. Cada seis pasos un sacrificio, nuestros caminar no es perfecto, podemos tropezar, es posible que tomemos un camino equivocado, puede ser que nuestro andar no sea puro delante de Dios, el sacrificio representa la cruz de Cristo, la sangre derramada de Jesús limpia y santifica a los hijos de Dios, es el verdadero sacrificio que satisface a Dios, y hace posible que los hijos de Dios, la iglesia de Cristo sea portadora de la santísima presencia del Señor. El número seis, tiene que ver con la humanidad, que es imperfecta delante de Dios, por causa del pecado, David sacrifico un holocausto en los primeros seis pasos, porque entendió que Dios le dió a Israel el privilegio de ser los anfitriones de su presencia, el hombre no puede hacer nada para agradar a Dios, si Dios no provee el medio de acceder a su presencia, sería imposible para la humanidad llegar a Dios. El sacrificio de los seis pasos, significa que nuestros andar cotidiano debe contener los elementos "sacrificio y alabanza" en cada paso que damos, reconociendo que ya no caminamos como nosotros queremos, esto quiere decir: ya no soy un creyente a mi manera, soy un discípulo y camino a la manera de Dios. David danzaba con todas sus fuerzas delante de Dios, era la expresión de alabanza más elevada que él pudo ofrecerle. En conclusión, debemos terminar el año 2022, dejando atrás lo malo, y mirar hacia adelante con nuestra confianza puesta en Jesús. La adoración debe ser el combustible que hace arder el fuego del Espíritu Santo en nuestros corazones, si somos portadores de su presencia, no puede faltar la alabanza, el sacrificio, y la danza en nuestra vida. Jesús dijo: "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren" Juan 4:23

Dios los bendiga! Feliz fin de año, y bendecido año nuevo!


Pastor: Aldo Daniel Monegal

De donde has caído

Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. (Apocalipsis 2:4)

Jesús resucitado, habla a la iglesia de Éfeso en esta carta, en ella reconoce muchas cosas buenas que la iglesia está haciendo, su arduo trabajo, la perseverancia, el rechazar a los falsos maestros, Jesús reconoce que soportaron muchas cosas y que sufrieron por mantenerse en el camino correcto.
Todas estas cosas representan un alto estándar de fe, que hoy en día muchos no cumplen, se puede decir que la iglesia de Efeso, era un ejemplo a seguir, hasta este punto de la carta. Pero en el versículo cuatro aparece una observación del Señor, que señala un problema tan grave, que todos los méritos reconocidos por el Señor quedan en la nada. Este problema puede llevar a que la iglesia de Efeso desaparezca. Jesús dice: "tengo algo contra tí, has dejado tu primer amor" el primer amor es ese estado de enamoramiento que nos lleva a ser capaces de hacer cualquier cosa por amor a Cristo, es ese estado personal que nos hace ver la vida con una perspectiva diferente, hace que todo nos parezca posible, nos hace ver lo bueno en todo. 
Pero esta reprensión de Jesús, señala algo más, la iglesia perdió su motivación original, todo lo que hacían estaba bien, pero ya no lo hacían por el motivo correcto: el amor a Jesús. 
Si el motivo de tu vida no es el amor a Jesús, en todo lo que haces y dices, tu vida y tus hechos no tendrán valor para el Señor. 
Hay personas muy religiosas,hay personas que viven orando y ayunando y que se esfuerzan por servir, pero si su motivación es incorrecta, todo lo que hagan no tiene valor, y están en peligro de perderlo todo sin remedio.
Dejar el primer amor es hundirse en la monotonía de una vida vacía y sin sentido real, aunque vivas dentro de la iglesia y digas que eres un hijo, hija de Dios.
Jesús dice: Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. (Apocalipsis 2:5) 
Recuperemos el primer amor, hacer las primeras obras significa volver a vivir con la motivación correcta, ya no impulsados por motivaciones humanas, vivimos para agradar a Dios, y darle gloria a cada paso, que el amor de Dios, sea nuestro motor, para todo lo que hagamos en la vida, vivir sirviendo al Señor las 24hs, la cruz de Cristo es nuestra Gloria, predicamos la cruz de Jesús, su muerte y resurrección, y su segunda venida, no dejemos de anunciar la buena noticia, de que hay salvación eterna disponible en Jesús. ¡Volvamos al primer amor!


P. Aldo D. Monegal

En el foso de los leones

Daniel era un profeta de Dios, un hombre que Dios usó durante toda su vida para sus propósitos, fue elegido por Dios, y Daniel no se resistió al llamado divino. Hay muchos milagros que Dios hizo por medio de Daniel, sus hechos sus decisiones siempre glorificaron a Dios , uno de los hechos más destacados en la vida de Daniel, fue el episodio conocido como "el foso de los leones" Libro de Daniel capítulo 6. 
Daniel fue lanzado al foso de los leones por permanecer en su convicción de fe, su fidelidad a Dios lo llevó a ese lugar. Un edicto del rey, impulsado por los enemigos de Daniel, prohibió adorar y hacer manifestaciones de fe durante un tiempo, la condena por desobedecer era ser lanzado a un foso lleno de leones hambrientos. 
La Biblia dice que: "Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes." Daniel 6:10.
Debemos saber que la fidelidad a Dios, nos mete en procesos, los cristianos somos lanzados al foso de los leones, en muchas ocasiones. Hay fosos que tienen que ver con circunstancias creadas por gente que desea nuestro mal, personas que nos envidian, o que simplemente no nos quieren, hacer todo lo posible para hacernos caer en el foso. También hay fosos espirituales, nuestro enemigo número uno el diablo y sus demonios, planifican constantemente como destruir nuestra vida y todo lo que hacemos. Bíblicamente el león representa una fuerza espiritual superior, satanás es representado como León rugiente, por el Apóstol Pedro en 1 Pedro 5:8 "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;" pero la Biblia también habla de otro león que está a favor de nosotros " Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos" Apocalipsis 5:5. Es león de Judá es Jesús nuestro Señor.
Sea cual sea la situación que te lleve al pozo, siempre tiene que ser por fidelidad a Dios, a veces la fidelidad a Dios nos llevará a romper reglas humanas, llegar al extremo de infringir una ley por fidelidad a Dios, habla de una fe madura, siempre y cuando seamos inocentes delante de Dios. Pero debes saber una cosa, si caes en el pozo de los leones, siendo fiel a Dios, nuestro Padre Celestial enviará su ángel para cerrar la boca de los leones, no sufriremos daño, Dios nos guardará, como a Daniel." Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo." Daniel 6:22

Condiciones para la victoria:

*Fidelidad a Dios a prueba de todo.

*Perseverancia en nuestra oración y búsqueda de Dios.

*Enfrentar la dificultad (el foso de los leones) con plena confianza en Dios.

"Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios." Daniel 6:23


P. Aldo D. Monegal.

Caminar con Dios

Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. (Génesis 5:24)

Caminar con Dios es la llave que nos abre la puerta de las más poderosas bendiciones de Dios. Todos fallamos en este andar con Dios,  pero otros nunca intentaron caminar con Dios, y algunos ni saben que significa, esta es la demanda de Dios, para todo aquel que se acerca a Él.
Los grandes hombres de Dios que encontramos en la Biblia, tuvieron está cualidad, fueron hombres y mujeres que caminaron con Dios. Hombres como Moisés, que hablo con Dios cara a cara, caminó con Dios desde el primer día en el que fue llamado, Josué el sucesor de Moisés, y todos los profetas y reyes hasta los Apóstoles, surgieron la misma secuencia, llamado de Dios, sumisión total, comienzo de un caminar con Dios, todo esto es reflejado en una vida de hechos asombrosos, y palabras proféticas que se cumplieron y se continúan cumpliendo a lo largo de los tiempos. 
Yo llamo a este "caminar con Dios" relación vertical, si observamos la imágen de la cruz, tenemos un poste vertical, y un poste más corto en posición horizontal. El poste vertical representa nuestra relación con Dios, y el poste horizontal representa nuestra relación con nuestros semejantes. Todo está sostenido por el poste vertical, esto sugiere que sin una relación vertical con Dios no es posible lograr ese "caminar con Dios". La única virtud que se reconoce a Enoc fue su Caminar con Dios, y esto le valió el no ver muerte, fue quitado de la tierra por Dios, para ser llevado al cielo. 
Como Cristianos debemos saber que está demanda de Dios, sigue vigente más que nunca. Hay personas que vienen a la iglesia, a buscar un milagro, y cuando lo reciben vuelven a su vida, dejando de asistir a la iglesia. Las personas creen que Dios está para servirles, para hacerles milagros, y darles muchos beneficios, pero se equivocan Dios es Señor y Rey, nosotros estamos para servirlo a Él, y obedecer a sus demandas, entonces las bendiciones lloverán sobre nosotros siempre. 
Caminar con Dios no es tan difícil, Jesus dijo: yo soy el camino, la verdad y la vida; Caminar con Dios es andar con Jesús, él también dijo: "lleven mi yugo sobre vosotros, porque mi yugo es fácil y ligera es mi carga"
Si no llevamos el yugo de Jesús, llevaremos el yugo de satanás, porque todo aquel que no viene al Señor Jesús, es esclavo de satanás, quiera o no.
Caminar con Dios como Enoc es nuestra prioridad, esa relación vertical con nuestro Padre, hay tres pasos básicos que debemos dar para comenzar a Caminar con Dios.

1- Hablar con Dios = Oración

La oración es la base de nuestro andar con Dios, si queremos establecer una relación con Dios, es necesario hablar con él.

2- Escuchar a Dios= Leer su palabra, oír las prédicas.

Formar el hábito de leer la biblia, todos los días, buscar lo que Dios nos está diciendo. Asistir a la iglesia para oír la palabra, y recibir enseñanza de los líderes, es una forma de oír a Dios. Dios también habla por sueños, y por voz audible, cuando somos maduros, y estamos preparados para oírlo.

3- Repetir= hacer, poner por obra.

Cambiar de hábitos, es el siguiente paso, dejar de hacer lo que a Dios no le agrada. Practicar sus mandamientos y enseñanzas, bautizarse, asistir regularmente a la iglesia, reunirse con hermanos en Cristo para orar y leer juntos, y compartir lo que el Señor está haciendo en la vida de cada uno. 
Estos tres simples pasos hacen posible que comencemos a tener una relación vertical con el Señor, y así comenzar a Caminar con Dios como Enoc.
"Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios." (Hebreos 11:5)


P. Aldo Daniel Monegal.

Un pueblo especial

Libro de Números 23:19-23
 19  Dios no es un hombre, por lo tanto no miente. Él no es humano, por lo tanto no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir? 
 20  Escucha, yo recibí la orden de bendecir; ¡Dios ha bendecido, y yo no puedo revertirlo!
 21  Ninguna desgracia está en su plan para Jacob; ningún problema espera a Israel. Pues el SEÑOR su Dios está con ellos; él ha sido proclamado su rey. 
 22  Dios los sacó de Egipto; para ellos, él es tan fuerte como un buey salvaje. 
 23  Ninguna maldición puede tocar a Jacob; ninguna magia ejerce poder alguno contra Israel. Pues ahora se dirá de Jacob: “¡Qué maravillas ha hecho Dios por Israel!”.


Somos un pueblo especial, la protección de Dios está sobre los que se refugian bajo su sombra, los que se someten a su voluntad, serán parte de su pueblo, su especial tesoro. No hay desgracia o problema para nosotros en el plan de Dios, él nos mira a través de la sangre de Cristo y somos justos y santos por medio de su gracia. No hay forma de ser afectados por las maldiciones, y hechizos de los brujos, adivinos ocultistas, Dios decretó bendiciones sobre nosotros y no pueden ser revocadas. Para eso nos sacó del sistema de este mundo, así como Dios libró a Israel de Egipto, para que seamos una nación santa, real sacerdocio, pueblo adquirido por Dios, un reino que no será contado entre las naciones. Sus promesas son para nosotros, él no es hombre para mentir, Dios habla y actúa, y no se arrepiente. Nuestro Rey está con nosotros, alabemos y proclamemos su grandeza, mientras caminamos en victoria sobre esta tierra.


Dios los bendiga! 

P. Aldo Daniel Monegal 

Un discípulo llamado Ananías

Hechos 9:10-16
 10  Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
 11  Y el Señor le dijo: Levántate, y vé a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, 
 12  y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
 13  Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; 
 14  y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.
 15  El Señor le dijo: Vé, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;
 16  porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. 

Dios conoce profundamente a sus hijos, en este relato del libro de los Hechos de los Apóstoles, podemos apreciar de qué forma el Señor trata con sus siervos. Hay una conversación, un diálogo entre el discípulo Ananías y el Señor, está es la clase de comunión que Jesús estableció por medio de la obra de la cruz, con todos sus servidores incluso nosotros. También vemos en esta lectura bíblica como el Señor da los detalles de la dirección, las calles y los que habitan las casas, muy específicamente Jesús le da, a Ananías, los datos de la casa de Judas dónde se encontraba Pablo orando. 
Jesús nos conoce a cada uno de nosotros, de forma muy detallada, esto incluye nuestra posición geográfica, el itinerario diario, Jesús no solo conoce nuestros pensamientos, él sabe dónde estamos, dónde vivimos, qué hacemos.
Podemos ver a un Ananías que al principio cuestionó el mandato de Jesús, como si el Señor no supiera quién era Saulo de Tarso (Pablo), pero que luego obedeció a las instrucciones de Cristo sin demora, porque los pensamientos del Señor no son los nuestros.
De está palabra aprendemos que hay una comunión íntima que Jesús quiere establecer con nosotros, es necesario buscar a Jesús y tratar de oír su voz cada día, alcanzar esa comunión que nos permite dialogar con el Señor, y dejar que él nos guíe,  la experiencia de Ananías confirma que seguir a Cristo no es religión, es entablar una relación con Jesús, solo los que conocen a Jesús serán conocidos por Dios en su presencia.
Debemos preguntarnos, si nosotros tenemos esa relación que tenía Ananías. Si somos obedientes a las demandas de Jesús, aunque no pensemos como él, y si estamos dispuestos a ir a dónde nos envía el Señor, aunque no nos guste. A cuántos Saulos de Tarso, les estamos negando lo necesitan, porque a nuestro juicio no se lo merecen. Pensemos en la gente no como las vemos con nuestros ojos naturales, sino como las ve el Señor, de la misma forma que Jesús nos ve a nosotros a cada momento.


Dios te bendiga!

El Temor

«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia» (Isaías 41.10)

El temor es una emoción que tiene un alto componente negativo, el temor provoca parálisis, impotencia, imposibilidad, el temor enferma a la persona que se deja dominar por el. 
En el área espiritual, el temor es la herramienta que utiliza el enemigo de las almas, para atacar la fe, y detener a los hijos de Dios. Por medio del temor el diablo esclaviza a las personas, manipula de forma intimidante a sus víctimas para lograr sus objetivos. El que sufre bajo el espíritu de temor, está propenso a padecer otros trastornos, como la depresión, problemas psicosomáticos, intentos de suicidio, violencia. 
Dios es la única salida a la esclavitud del temor, Jesús destruye la cárcel de opresión, y hace libres a los que acuden a los pies de la cruz. El temor y todas sus consecuencias, tienen una raíz espiritual, que pocos pueden ver, por está causa Dios nos habla siempre con palabras de aliento, para que no demos lugar al temor. Dios dice no temas, hoy es tiempo de analizar nuestro corazón para ver si hay temor en nosotros, y vencerlo en el nombre de Jesús. El temor es lo contrario a la fe, y eso impide que recibamos las promesas de Dios, debes echar fuera toda duda y temor en el nombre de Jesús, para poder ser libre. Dios está con nosotros siempre para librar, guardar y guiar a sus hijos, si el Todopoderoso Dios es nuestro amparo no debemos temer a nada. Hoy está palabra te libera del temor, para que puedas avanzar en el Señor, y heredar sus promesas.


Bendiciones.

P. Aldo