Mis ovejas

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre uno somos.

Juan 10:27-30

Los verdaderos discípulos de Cristo, escuchan su voz y lo siguen, el Señor los compara con ovejas porque es un animal dócil, manejable, que depende totalmente del pastor para vivir alimentarse y ser protegidas de los animales rapaces. Esas son condiciones esenciales para ser discípulos de Jesús, ser obedientes, dóciles, sujetarse a los líderes, y despojarse de la soberbia, la rebeldía, la desobediencia, las ovejas se mueven en manadas, saben convivir están unidas, hay igualdad entre ellas, ninguna compite por ser mayor que las demás.
Si estás condiciones están en nosotros, viviremos eternamente, estaremos en las manos de nuestro Señor y nada ni nadie nos podrá arrebatar de su poderosa mano.
Tenemos que aprender a depender totalmente de nuestro Dios, sin el somos como ovejas indefensas. Seamos ovejas no cabras rebeldes, desobedientes agresivas, las cabras son lo contrario a las ovejas, el Señor busca corazones dispuestos dóciles y totalmente dependientes de Dios.

Pastor: Aldo Daniel Monegal

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