Siembra tu semilla por la mañana, y por la tarde, no dejes de trabajar porque no sabes si la ganancia vendrá de una actividad o de la otra, o quizás de ambas.
Eclesiastés 11:6
Para cosechar hay que sembrar primero, en una lógica del trabajo de la agricultura. Cuando salimos de viaje fuera de la ciudad, y comenzamos a alejarnos hacia zonas descampadas, podemos ver a los costados del camino, hectáreas de campos, algunos con hermosos girasoles, y otros con trigo o soja, listos para cosechar, se ven como un gran alfombra sobre la tierra. Detrás de este hermoso resultado, hay un arduo trabajo, de preparación del terreno, abono, arado y siembra. Está lógica de la agricultura es utilizada muchas veces en la palabra de Dios, para explicar leyes y realidades celestiales, Jesús enseñó una parábola sobre el sembrador, Lucas 8:5-15, los Apóstoles también ilustraron sus enseñanzas con la misma figura por ejemplo:El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero, 2 Timoteo 2:6.
Cuando venimos al Señor llegamos que falta de todo, algunos llegaron enfermos, falta de salud, otros sin trabajo, otros si paz en su corazón, y Dios cambia esa condición, renueva la vida de aquellos que acuden a Él. Y nos hace jornaleros en su campo, ahora somos servidores de aquel que nos rescató, de la esclavitud para vivir en la libertad de su viña, nos dió un propósito, un sentido en la vida, trabajando para el Rey. Nos dió semillas para sembrar, todo lo que hacemos para el Señor sin esperar recibir nada a cambio, es semilla que al tiempo señalado nos dará fruto, por eso es importante sembrar, primero porque si no siembras tu semilla se pierde, y a futuro no podrás cosechar nada, y segundo porque si no siembras no recibirás más semilla: Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia; 2 Corintios 9:10. Puedes sembrar para la carne o para el espíritu pero según lo que siembres eso cosecharás: Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gálatas 6:8
Recuerda que Dios nos da semilla, siembra el amor de Dios y cosecharás sus bendiciones, Siembra de la semilla de tu bendición, y Dios multiplicará todo lo que tienes, tu abundancia o escasez depende de lo que tú siembres en Dios, y su campo, siembra en buena tierra. Hay mucha enseñanza que tiene que ver con la siembra, la semilla, el campo, la cosecha y todas esas figuras, pero la palabra de Dios hoy nos dice: por la mañana siembra tu semilla, y por la tarde no dejes reposar tu mano; tu tienes semilla para sembrar, comienza hoy y Dios dará más semilla y abundante cosecha, en todas la áreas para vos y tu familia, siembra en abundancia y cosecharás abundancia de para del Padre Celestial.
P. Aldo
Eclesiastés 11:6
Para cosechar hay que sembrar primero, en una lógica del trabajo de la agricultura. Cuando salimos de viaje fuera de la ciudad, y comenzamos a alejarnos hacia zonas descampadas, podemos ver a los costados del camino, hectáreas de campos, algunos con hermosos girasoles, y otros con trigo o soja, listos para cosechar, se ven como un gran alfombra sobre la tierra. Detrás de este hermoso resultado, hay un arduo trabajo, de preparación del terreno, abono, arado y siembra. Está lógica de la agricultura es utilizada muchas veces en la palabra de Dios, para explicar leyes y realidades celestiales, Jesús enseñó una parábola sobre el sembrador, Lucas 8:5-15, los Apóstoles también ilustraron sus enseñanzas con la misma figura por ejemplo:El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero, 2 Timoteo 2:6.
Cuando venimos al Señor llegamos que falta de todo, algunos llegaron enfermos, falta de salud, otros sin trabajo, otros si paz en su corazón, y Dios cambia esa condición, renueva la vida de aquellos que acuden a Él. Y nos hace jornaleros en su campo, ahora somos servidores de aquel que nos rescató, de la esclavitud para vivir en la libertad de su viña, nos dió un propósito, un sentido en la vida, trabajando para el Rey. Nos dió semillas para sembrar, todo lo que hacemos para el Señor sin esperar recibir nada a cambio, es semilla que al tiempo señalado nos dará fruto, por eso es importante sembrar, primero porque si no siembras tu semilla se pierde, y a futuro no podrás cosechar nada, y segundo porque si no siembras no recibirás más semilla: Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia; 2 Corintios 9:10. Puedes sembrar para la carne o para el espíritu pero según lo que siembres eso cosecharás: Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gálatas 6:8
Recuerda que Dios nos da semilla, siembra el amor de Dios y cosecharás sus bendiciones, Siembra de la semilla de tu bendición, y Dios multiplicará todo lo que tienes, tu abundancia o escasez depende de lo que tú siembres en Dios, y su campo, siembra en buena tierra. Hay mucha enseñanza que tiene que ver con la siembra, la semilla, el campo, la cosecha y todas esas figuras, pero la palabra de Dios hoy nos dice: por la mañana siembra tu semilla, y por la tarde no dejes reposar tu mano; tu tienes semilla para sembrar, comienza hoy y Dios dará más semilla y abundante cosecha, en todas la áreas para vos y tu familia, siembra en abundancia y cosecharás abundancia de para del Padre Celestial.
P. Aldo
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