Palabra de Activación

Nos apropiamos de esta promesa:
 Isaías 35:1-4
 1 Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa.
 2  Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.
 3  Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.
 4  Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.


Está es una palabra profética de restauración presente y futura. En medio de un panorama desértico que genera desaliento, desesperanza, la palabra profética nos habla de victoria. Siempre Dios nos muestra el lado opuesto de los escenarios negativos que se nos presentan, en los primeros versículos nos habla de lo que sucederá, un cambio repentino, inesperado, el desierto se convierte en un huerto, la escasez se cambia por abundancia, y todo esto por obra del poder de Dios. 
El Señor tiene poder para cambiarlo todo, su palabra nos anima a creer, y nos recuerda que no estamos solos, Dios tiene un plan. El versículo 3 es palabra de instrucción, el anuncio de restauración genera aliento para que sigamos adelantes, fortalecer las manos significa que no debemos dejar de trabajar en pos de un futuro bendecido, usar las manos para bendecir, para servir a Dios y al prójimo, no es momento de quedarnos de brazos cruzados, y de manos caídas, es momento de estar activos en lo natural y en lo espiritual.
Fortalecer las rodillas endebles, no dejar de avanzar, permanecer en pie con una actitud activa, dispuestos a seguir hacia la meta que Dios nos está señalando. Esfuerzo, actitud, es lo contrario a debilidad, pasividad y derrota, sentimientos que son generados por la angustia y la desesperanza. Debemos dejar de mirar lo imposible, y comenzar a creer lo que Dios nos dice, para él no hay nada imposible, y debemos movernos en armonía con la promesa de Dios, hablar de la victoria que Dios tiene preparada para nosotros, y disfrutar de antemano de esa victoria, con una actitud de paz, de alegría, y plena confianza en Dios.
Levantar las manos cansadas y afirmar las rodillas endebles es activar nuestra vida de oración, no dejar que más circunstancias debiliten nuestra comunión con Dios, y el servicio activó, el congregarse y participar en la vida de la iglesia.
El versículo 4, es una demanda de Dios, no debemos callar lo que Dios nos está dando, debemos compartir la bendición con todos, hay tanta gente desanimada, sin esperanza que necesitan recibir está palabra de fe por parte de Dios, y nosotros tenemos el privilegio de poder compartir lo que Dios nos está dando. Activemos la ley de la siembra y la cosecha, sembremos la palabra de Dios y cosecharemos sus promesas, alentemos a los débiles, consolamos a los angustiados, ayudemos a los caídos, y mientras más compartimos, más fuertes nos volvemos, más unción recibimos.
Tomemos consejo de la palabra de Dios, y pongamos manos a la obra, estoy seguro que Dios sorprenderá a los valientes que toman está Palabra.

P. Aldo Daniel Monegal

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