Salmo 42:8-11
8 Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida.
9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
La batalla de la fe que cada día peleamos, en un mundo que es contrario a Dios, a veces nos desanima al ver tanta oposición en contra de Dios y de nosotros que creímos en Él. Queremos hacer lo que es correcto, y a cambio recibimos desprecio, burla y rechazo, sabemos que nuestro enemigo es espiritual pero él tiene sus secuaces terrenales también, que envía para desacreditar nuestra fe, la burla más común de los incrédulos es: ¿Dónde está tu Dios?
Claro que la vida de un hijo de Dios no es un camino de rosas y algodón, estamos en este mundo y sufrimos, nos enfermamos, pasamos por dificultades, no es nada nuevo Jesús dijo: "en el mundo tendréis aflicción, pero confíen, porque yo vencí al mundo" (Juan 16:33)
El autor de este Salmo estaba angustiado, y este salmo es una alabanza que se transforma en una oración, con preguntas a Dios como ¿Porque te olvidaste de mí? y con afirmaciones de fe : por la mañana enviará Jehová su misericordia.
Este salmo nos habla directamente al corazón, Dios sabe que en medio de las pruebas surgen estás preguntas en nuestro corazón, que a veces no tienen una respuesta concreta, porque no alcanzamos a entender todo el propósito de Dios que incluye pasar por tiempos difíciles, pero la mejor forma de levantarnos y seguir adelante es confesando la fe y la confianza en el Dios de salvación, "por qué te turbas alma mía, Espera en Dios, porque aún he de alabarle"
Debemos entender que la naturaleza de Dios es el amor, y que todo lo que recibimos de él es para bendición, se agradable o no, Dios nos ama y quiere bendecirnos. Así que cuando el desánimo, invade tu alma, y los enemigos te oprimen, y los incrédulos se burlan diciendo "Dónde está tu Dios" levanta tu cabeza y dile a tu alma: Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida.
Bendiciones!
Ptr. Aldo
8 Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida.
9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
La batalla de la fe que cada día peleamos, en un mundo que es contrario a Dios, a veces nos desanima al ver tanta oposición en contra de Dios y de nosotros que creímos en Él. Queremos hacer lo que es correcto, y a cambio recibimos desprecio, burla y rechazo, sabemos que nuestro enemigo es espiritual pero él tiene sus secuaces terrenales también, que envía para desacreditar nuestra fe, la burla más común de los incrédulos es: ¿Dónde está tu Dios?
Claro que la vida de un hijo de Dios no es un camino de rosas y algodón, estamos en este mundo y sufrimos, nos enfermamos, pasamos por dificultades, no es nada nuevo Jesús dijo: "en el mundo tendréis aflicción, pero confíen, porque yo vencí al mundo" (Juan 16:33)
El autor de este Salmo estaba angustiado, y este salmo es una alabanza que se transforma en una oración, con preguntas a Dios como ¿Porque te olvidaste de mí? y con afirmaciones de fe : por la mañana enviará Jehová su misericordia.
Este salmo nos habla directamente al corazón, Dios sabe que en medio de las pruebas surgen estás preguntas en nuestro corazón, que a veces no tienen una respuesta concreta, porque no alcanzamos a entender todo el propósito de Dios que incluye pasar por tiempos difíciles, pero la mejor forma de levantarnos y seguir adelante es confesando la fe y la confianza en el Dios de salvación, "por qué te turbas alma mía, Espera en Dios, porque aún he de alabarle"
Debemos entender que la naturaleza de Dios es el amor, y que todo lo que recibimos de él es para bendición, se agradable o no, Dios nos ama y quiere bendecirnos. Así que cuando el desánimo, invade tu alma, y los enemigos te oprimen, y los incrédulos se burlan diciendo "Dónde está tu Dios" levanta tu cabeza y dile a tu alma: Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida.
Bendiciones!
Ptr. Aldo