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Venga tu reino

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mateo 6:10


Jesús dijo que cada día debemos pedir que venga su reino a la tierra, la mayor parte de la gente cree que Dios impone su autoridad en la tierra, por lo tanto todo lo que ocurre sea bueno o malo, es por culpa de Dios. Pero Jesús dijo que debemos pedir al Padre, que su Reino sea establecido en la tierra, esto significa que hay otro reino operando en el mundo, un reino que es contrario a la voluntad de Dios. 
 "No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí" Juan 14:30; este es el reino de las tinieblas, donde todo la humanidad fue esclavizada para vivir haciendo la voluntad de su príncipe, viviendo en rebeldía contra el Creador. Las tres columnas del reino de las tinieblas son: la muerte, el hurto y la destrucción; "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia," Juan 10:10; aquí está el contraste entre las tinieblas y la luz, la confrontación de un reino contrario, "porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo." Romanos 14:17
Las tres características del reino de Dios, es Justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 
El príncipe de este mundo ya fue juzgado y quitado del poder (y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado, Juan 16:11) pero todavía sigue haciendo de las suyas, y hay muchos súbditos de su reino que permanecen fieles, de hecho su reino todavía se manifiesta en la tierra, muerte, destrucción y hurto, son las características de esta sociedad. 
La iglesia tiene la tarea de establecer el Reino de Dios, por voluntad propia vivimos en el reino de Dios, rechazamos el reino de tinieblas, y nos sujetamos al Reino de Dios, es una cuestión de elección. Hoy debes decidir de qué lado estás, si vives en las tinieblas, seguramente estás sufriendo destrucción en tu vida, tu familia, tu economía, tus sueños, el enemigo te roba el tiempo de vida lo más preciado que Dios nos regala, y la muerte es una amenaza constante, por eso vives en opresión, angustia, y frustración. Pero hoy puedes decidir, renunciar a ese reino de oscuridad y esclavitud, y pedir a Jesús que te haga libre. Hoy es el día de tomar la decisión de  vivir en el reino de Dios, y establecer las normas del reino en tu casa, tenemos la responsabilidad de traer el reino de Dios a la tierra, debemos manifestar la luz de Cristo en todo lugar, y crear una atmósfera de paz, gozo y justicia, la presencia del Espíritu Santo, en todo lugar en donde estemos. Vivir en el reino de Dios en la tierra, es una realidad, y una elección personal.


Ptr. Aldo Daniel Monegal.

La historia continúa

13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

 14  anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz (Colosenses 2:13-14)


Estos dos versículos contienen el centro del mensaje del Evangelio, y deberíamos aprenderlos de memoria, recitarlos con voz audible para no olvidar lo que fuimos y lo que somos ahora, que tenemos a Jesús.

Estábamos muertos literalmente, en el espíritu, condenados a muerte, con una sentencia que no podía revertirse. Con la misma acción de una condena judicial, teníamos que pagar con nuestra vida, por un delito, como cualquier delincuente común, si, así como lo lees, estar sin Cristo es ir directo a la muerte, "Y vosotros, estando muertos en pecados..." Por este motivo nos urge predicar el Evangelio a la gente, porque no saben que están condenados a muerte, que la sentencia pesa sobre sus vidas, pero tampoco saben, que hay una salida.

Jesús vino a este mundo, para decirnos que el Padre nos ama, y que tiene una salida para todo aquel que acude a Él, Jesús dejó su gloria, dejó su lugar en la casa del Padre, para hacerse hombre y acercarse a nosotros, los condenados a muerte.

Jesús mismo es la salida, él se ofreció como nuestro sustituto, para morir en lugar de nosotros, y pagar la deuda, el nos dió vida ofreciendo su propia vida, en la cruz.

El mismo tomó, nuestra condena en sí mismo, y la llevó a la cruz, "anulando el acta (legal) de los decretos que había contra nosotros" esto significa que la deuda fue pagada, que ya no hay condena para los hijos de Dios, la carga fue retirada de los hombros, gracias a Jesús. Y ese decreto de muerte fue "clavado en la cruz" con el sello de "pagado" y fue exhibido para que todos lo vean, tanto la humanidad, como el mundo espiritual, por lo cual los demonios, y el mismo satanás, no puede tocar a los hijos de Dios, porque la deuda fue pagada en aquella cruz. Debes entender, que ahora no puedes volver atrás, ya no eres esclavo, ya no estás condenado, ahora eres libre y tienes un propósito, la posibilidad de volver a empezar tomado de la mano de Jesús, nuestro abogado, nuestro Rey, que vive para siempre! La historia continúa...


P. Aldo Daniel Monegal

Cristo en mí

Galatas 2:20
Con Cristo estoy Juntamente Crucificado y yá no vivo yo, más Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a si mismo por mí.

Esta palabra es una declaración de fe en sí misma. Cuando entendemos lo que significa la vida y obra de Jesús, su amor manifestado en el sacrificio voluntario de la Cruz, está palabra cobra sentido para nosotros. No hay amor más grande que el amor divino. Todos buscamos identificarnos con alguien, un modelo a seguir, un ideal que de sentido a nuestra vida, que represente la forma de vida, las metas que deseamos alcanzar. Algunos eligen un líder político, otros a un deportista, algunos a una estrella de Rock, porque sienten que ese ídolo los representa y que reciben algo de él, quieren ser como esa persona vivir una vida así. Pero son solo hombres, con errores y fracasos, identificarse con la vida de otra persona es, hacerse parte de sus virtudes y de sus fracasos también. Jesús nos dejó un modelo a seguir que da sentido a nuestra vida, el es maestro, es líder, es amigo, es rey, hizo obras tremendas, dominó el clima, venció a la enfermedad, su venida al mundo marcó un antes y un después, su obra continua aún hoy. Pero además de ser un modelo a seguir, el mismo es la garantía de sus enseñanzas, el sello que garantiza que su vida es genuina, que el es el camino, la verdad y la vida, es su sacrificio voluntario en la cruz y su resurrección. Cómo no identificarse que alguien como Jesús? Cómo no ir por el camino de su vida? Resucitó volvió al cielo y prometió volver por nosotros, dejando su presencia para todos los que le seguimos. Somos fanáticos de Jesús! Y este versículo nos identifica, con Cristo estoy Juntamente crucificado y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí. Así como Jesús lo dio todo por nosotros, así también nosotros debemos darlo todo por él, Jesús es nuestro héroe.
Te animas a dejar que Cristo viva en tí?

Salmo 16

1 Salmo de David.Mantenme a salvo, oh Dios, porque a ti he acudido en busca de refugio.
2 Le dije al SEÑOR: «¡Tú eres mi dueño! Todo lo bueno que tengo proviene de ti».
3 ¡Los justos de la tierra son mis verdaderos héroes! ¡Ellos son mi deleite!
4 A quienes andan detrás de otros dioses se les multiplican los problemas. No participaré en sus sacrificios de sangre ni siquiera mencionaré los nombres de sus dioses.
5 SEÑOR, sólo tú eres mi herencia, mi copa de bendición; tú proteges todo lo que me pertenece.
6 La tierra que me has dado es agradable; ¡qué maravillosa herencia!
7 Bendeciré al SEÑOR, quien me guía; aun de noche mi corazón me enseña.
8 Sé que el SEÑOR siempre está conmigo; no seré sacudido, porque él está aquí a mi lado.
9 Con razón mi corazón está contento y yo me alegro; mi cuerpo descansa seguro,
10 porque tú no dejarás mi alma entre los muertos ni permitirás que tu santo se pudra en la tumba.
11 Me mostrarás el camino de la vida, me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre.

Este es un Salmo, de confianza en Dios, David declara que su agradecimiento, y reconoce que sin Dios no es nada, por la fe puede ver la herencia de bendicion que el Padre Eterno le da, y puede entender que Dios mismo tiene poder para liberarlo de la tumba. El Salmista ve claramente la diferencia entre el camino de los que sirven a Dios, y la vida de los que adoran a otros dioses, y declara "sus vidas están llenas de problemas". La palabra de este salmo son muy actuales para nosotros, nos dan confianza al saber que el Padre Celestial, nos ama, nos dió una herencia de bendicion en esta tierra y la salvación después de esta vida, la confianza de saber que Dios está todos los días con nosotros, y nos guiará aún más allá de la muerte, su cuidado y protección no tienen límites. Pero además este es un Salmo Profético, o mesiánico, porque habla del pensamiento de Jesús, el dice los justos de la tierra son mis héroes, estos son los redimidos por la sangre de Cristo, y también habla sobre la resurrección, "no permitirás que mi cuerpo se pudra en la tumba" Jesús estuvo horas en la tumba, nada más, hoy es una tumba vacía, la palabra de este salmo escrito casi mil años antes de Cristo se cumplió en El, hace dos mil años! La palabra de Dios es firme!
Hoy tenemos que tomar la palabra de Dios, en este salmo y dejar que entre en nuestro corazón, sentiremos tal fuerza y fe, que nada podrá detener nuestro avance, hacia el propósito de Dios, somos más que vencedores en Cristo Jesús, Nuestro Señor.

Dios los bendiga
Pastor Aldo.

La vacuna divina

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Isaías 53:4


Desde que comenzó la pandemia, todo el mundo está esperando el remedio para la enfermedad, los laboratorios farmacéuticos están en una carrera, por ser los primeros en obtener el remedio para el Coronavirus. Todos ponen su esperanza en la vacuna, que los librará de esta pandemia global. 

La biblia dice que la peor enfermedad que sufre la humanidad tiene su origen en el pecado, esta es la causa de todos los males, está escrito que "la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23). Desde el principio el pecado trae maldición a la tierra, y la humanidad fue contaminada con esta plaga, el resultado está a la vista, violencia, odio, destrucción, enfermedad, hambre y muerte. Pero no todo está perdido, hay una salida, para la humanidad, Dios le otorga una nueva oportunidad de vida y bendición. Estaba escrito en las sagradas escrituras que Dios enviaría un salvador, en el libro del profeta Isaías, cientos de años antes del nacimiento de Jesús, el profeta escribió sobre su obra en la cruz, y declaró que Jesús llevaría en sus heridas nuestras enfermedades y dolores "para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias." (Mateo 8:17). El mundo necesita volver a Dios, creer en Jesús, arrepentirse de los pecados cometidos, y recibir perdón para ser sanados, si no quitamos el pecado de nosotros, la enfermedad y todo lo malo nos perseguirá, Jesús es el remedio, y la vacuna contra el pecado y la muerte, el Covid 19 amenaza a la humanidad entera, provocando un sin número de males colaterales, pero solo es un virus, Dios es más poderoso que cualquier virus, enfermedad, o mal que pueda existir bajo el sol, Jesús venció a la muerte en la cruz, y todo el que crea en Él recibirá vida eterna, la victoria sobre todo lo malo está asegurada para aquel que cree. La sangre de Jesús derramada en la cruz quitó el pecado en un día, y quebró la maldición de la muerte, ese poder está disponible para todos los que acuden a Jesús con un corazón arrepentido, Dios prevee una oportunidad única, para toda la humanidad. Si tú esperanza está en Dios, seguro que no serás defraudado.

P. Aldo Monegal

Encargo de Dios

Este es un mandato para toda la iglesia, para los hermanos y las hermanas, aunque el subtítulo dice:  "Encargo de Pablo a Timoteo" para nosotros es Palabra de Dios, y el Espíritu Santo nos habla por medio de ella, directamente a cada uno de nosotros. 


11 Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad. 
12  Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos. (1 Timoteo 6:11-12 NVI)



De que tiene que huir Timoteo? La respuesta está en los versículos anteriores de este capítulo. Timoteo debe huir de la avaricia y el deseo de este mundo, de alcanzar el éxito social, el amor al dinero, pero también debe huir de las pasiones humanas, los deseos sexuales incorrectos, la corrupción, el engaño, la maldad,  y las doctrinas falsas, en Gálatas capítulo 5 Pablo enseña sobre los frutos de la carne. Nosotros también en este tiempo estamos expuestos a estos peligros, el pecado, la avaricia, y las falsas doctrinas, y todo lo malo que esto acarrea, y  todo lo que atenta contra nuestra fe. La palabra nos dice que debemos correr tras la Justicia, la paz, la fe, el amor, y la humildad, es una pelea que libramos cada día, con la fe puesta en el Señor Jesús que nos da la victoria. Pelea la buena batalla de la fe! Tu también debes combatir con fe, haciendo lo buenos y agradable a Dios, cambiando tu vida y la vida de los que te rodean por medio del poder de Jesucristo que vive en vos. Atrapa la vida eterna, y no la sueltes! Dios te la dió como un regalo, pero hay peligro de perderla si nos descuidamos. El llamado de Dios es para vos, fuiste escogido para alcanzar la vida eterna, ahora tienes que luchar contra todo lo que pueda poner en peligro ese regalo del Padre. Recuerda que un día, dijiste: "Recibo al Señor Jesús como mi Señor y salvador personal" delante de muchos testigos, ahora tu vida debe ser una confesión de fe, delante del mundo entero. Las distracciones, los rumores, las noticias, la información, neutralizan la fe, adormecen el espíritu. Tenemos que pelear la batalla de la fe, cada día volviendo a enfocar nuestro corazón en Cristo, porque en Él tenemos todo lo que necesitamos, la paz, la bendición de ser hijos de Dios no tiene precio, persevera, sigue la justicia no hagas nada injusto, sigue el amor deja atrás el odio y la falta de perdón, sigue la fe en Jesús que es el proveedor de todas las cosas por medio del Padre, guarda la doctrina que aprendiste por la palabra de Dios. La constancia, la piedad, buscando cada día a Dios, dedicando tiempo a estar en su presencia, y la humildad que es lo contrario a la soberbia, recuerda que "Dios mira de lejos al altivo" pero "da gracia a los humildes". 


P. Aldo D Monegal

Blanco o Negro

Juan 3:36
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

La palabra de Dios siempre marca la diferencia, entre los que creen y los que no creen. Hay personas que piensan que es dura esta declaración de la Palabra de Dios, pero también hay una dualidad en el propósito de Dios mismo, la Biblia dice que Dios es amor y también es fuego consumidor(Hebreos 12:29), el amor sin justicia no es amor, y la justicia sin consecuencias no es justicia.
Por eso debemos saber que Bíblicamente, hay dos clases de personas para Dios los que creen en Jesús y los que no creen, los que están con Dios o los enemigos de Dios. No hay término medio, no hay Intermedios, por eso también el resultado de creer o no creer, es salvación eterna o perdición estrena.
Lo mismo sucede en la iglesia, Jesús enseñó con la parábola del trigo y la sizaña, que existe una dualidad también en la iglesia, yo los llamaría simpatizantes y discípulos, o fans y seguidores de CRISTO.
El Señor marca está diferencia para que sepamos en que posición estamos, y podamos tomar la decisión correcta, en cuanto a nuestra relación con Jesús, que afecta esta vida y define donde pasaremos la eternidad. Damos gracias a Dios que decidimos creer en Jesús, para ser sus discípulos, guardar su palabra y hacerla, porque no solo nos aseguramos la salvación eterna, también estamos seguros de que la protección y Bendición del Padre están sobre nosotros, ahora y siempre. Hoy la palabra de Dios nos confronta, para que examinemos nuestra condición, frente a Dios, y tomemos la decisión de aferrarnos a Jesús porque en el hay perdón y vida eterna.

P. Aldo Daniel Monegal

i Vivimos gracias a Cristo!

¿Qué más podemos decir? ¿Seguiremos pecando para que Dios nos ame más todavía?
 ¡Por supuesto que no! Nosotros ya no tenemos nada que ver con el pecado, así que ya no podemos seguir pecando.
 Ustedes bien saben que, por medio del bautismo, nos hemos unido a Cristo en su muerte.
 Al ser bautizados, morimos y somos sepultados con él; pero morimos para nacer a una vida totalmente diferente. Eso mismo pasó con Jesús, cuando Dios el Padre lo resucitó con gran poder.
Si al bautizarnos participamos en la muerte de Cristo, también participaremos de su nueva vida.
 Una cosa es clara: antes éramos pecadores, pero cuando Cristo murió en la cruz, nosotros morimos con él. Así que el pecado ya no nos gobierna.
 Al morir, el pecado perdió su poder sobre nosotros.
 Si por medio del bautismo morimos con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con él.
 Sabemos que Jesucristo resucitó, y que nunca más volverá a morir, pues la muerte ya no tiene poder sobre él.
 Cuando Jesucristo murió, el pecado perdió para siempre su poder sobre él. La vida que ahora vive, es para agradar a Dios.
 De igual manera, el pecado ya no tiene poder sobre ustedes, sino que Cristo les ha dado vida, y ahora viven para agradar a Dios.
Romanos 6-1-11 versiónTLA

Hay 3 pasos instructivos que para los cristianos verdaderos debemos aprender y recodar siempre para tener una vida acá en la tierra victoriosa y reinar con Jesús
SABER
CONSIDERAR
PRESENTAR

SABER : Que cuando fuimos bautizados hemos muerto a la antigua vidaque vivíamos y resucitamos
a la nueva vida que nos dio el Señor Jesús ,ya que el murió por nuestros pecados que nos separaban de Dios y resucitó el Señor Jesús y nosotros resucitamos también a una nueva vida de santidad , haciendo lo bueno y obedeciendo a su Palabra , porque ya el pecado no nos domina conocemos la verdad ya no podemos hacer lo malo ni dejar que nuestras emociones carnales nos esclavicen ya Jesús nos hizo libre en la Cruz lo malo no nos domina !
Entonces Satanás ya no va a querer mantenernos en oscuridad y podremos decir cómo Pablo
CON CRISTO ESTOY JUNTAMENTE CRUCIFICADO ,YA NO VIVO YO CRISTO VIVE EN MI

CONSIDERAR: Estoy crucificado con Cristo». Meditar,considerar, es la fe en acción que creo y descanso en la Palabra de Dios a pesar de las circunstancias y emociones o sentimientos. Dios no nos dice que nos crucifiquemos más bien que creamos que hemos sido crucificados y que «el viejo hombre» ha muerto.
Ese paso de Fe es creer en la Palabra de Dios ,lo que dice la Biblia ,va a cumplirse en mi y en todas mis cosas

PRESENTAR: Este es el tercer paso en el proceso de obtener la victoria sobre la vieja naturaleza, la carne.
Esto es un acto de nuestra voluntad ,obedecer al Señor .Esto me recuerda la palabra que dice :
Nadie puede servir a dos señores. Antes de ser salvos nos sometíamos al pecado y éramos siervos del pecado y recibiamos la paga del pecado que es la muerte Pero ahora, que hemos aceptado a Cristo como Salvador, somos libres del pecado nueva vida en Cristo nos da un nuevo Señor, Jesús, como una nueva naturaleza. ¡Ahora somos siervos de la justicia, en lugar de ser siervos del pecado! Al presentar nuestros miembros a Cristo como sus herramientas o instrumentos Él viene a controlar nuestras vidas y llevamos fruto en santidad 

Pastora Stella Maris Ramírez

El poder de la Biblia

La palabra de Dios contiene, enseñanza, doctrina, poesía, canciones, biografías, historia, profecía. Cada palabra aporta, algo nuevo a nosotros cada vez que leemos, y abrimos nuestro corazón para entender. Pero lo que más aporta la palabra de Dios es fe y esperanza, en un presente y un futuro mejor. Los cambios profundos son posibles por medio del poder de Dios, la Biblia habla de desiertos convertidos en bosques, de sordos y ciegos que escuchan y oyen, y de pobres y humildes que por fin son felices gracias al Creador.

Isaías 29:17-19

17  ¿No se convertirá de aquí a muy poco tiempo el Líbano en campo fructífero, y el campo fértil será estimado por bosque?

 18  En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.

 19  Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel.

El mensaje de la palabra de Dios, nos llena de esperanza y fe, nos da la fortaleza para permanecer en pie, y no bajar los brazos. Es una buena noticia en medio de tantas noticias negativas, nos revela la verdad nos libera de la mentira. Si en este día los sentimientos negativos te quieren oprimir, es tiempo de que busques a Dios, el tiene la palabra que están necesitando, la fortaleza que estás necesitando, la esperanza para cambiar tu angustia en alegría, y la confianza que te hace libre del temor.


Pastor Aldo D Monegal. 

El Dios de paz

Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás. Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.

Jueces 6:23-24

El temor a la muerte es el origen de todos los temores que esclavizan al hombre, la vida humana es frágil y fácil de perder, cuando nos damos cuenta que no tenemos control sobre este acontecimiento inevitable para todos, el temor se manifiesta y esclaviza a quien cede a su poder.  Gedeón fue un joven que vivían atado al temor, que le fue infundido por su propio entorno, su familia y sus conciudadanos, sufrían la esclavitud del temor, a causa de un enemigo en común que cada año los atacaba. Todos estaban sujetos al temor de los enemigos que destruyen su tierra, y Gedeón era uno más. Hay que considerar que el temor es resultado del pecado del hombre contra Dios, todo Israel fue entregado a sus enemigos por haber abandonado a su Dios. Pero Gedeón tiene un encuentro con el ángel de Jehová, y es liberado de las cadenas del temor y el estancamiento, y Dios lo alienta a tomar la iniciativa para salir adelante, él fue liberado para liberar a su familia y su nación. La primer reacción que Gedeón tiene cuando toma conciencia de que Dios habló con él, es temor a morir, cuando la luz de la presencia de Dios nos ilumina sale a luz nuestro pecado, sentimos el peso de la condena ante el Juez supremo de toda la tierra, y es inevitable sentir que estamos perdidos, que el pecado nos selló para morir, pero Dios nos dice: no tengas temor, no morirás! La gracia de Dios, su amor, nos libera de la condena, el Juez justo nos absuelve y nos da una nueva oportunidad de vivir bajo su voluntad. Es importante notar que la primer misión que Dios le encarga a Gedeón es destruir el altar al dios falso que su propio padre tenía en su propiedad, y la imagen de un ídolo que la ciudad adoraba, y le encarga edificar un altar de adoración al verdadero Dios de Israel, en su lugar. Después le envía a enfrentar al enemigo con un pequeño ejército de trescientos hombres, que por la gracia de Dios logra vencer, a un enemigo que tenía un ejército tan numeroso como la arena que está a orilla del mar. El encuentro con Dios nos hace entender que necesitamos su perdón, nos revela cuál es nuestra condición ante él, y nos genera arrepentimiento. Este cambio de actitud se manifiesta en todo lo que nos rodea, quitando los "dioses ajenos" derribando los altares a falsos dioses, para adorar al verdadero Dios que nos libertó. Cuando levantamos altar al verdadero Dios, Jesús! en nuestras vidas, el temor es vencido, el enemigo que nos oprime es destruído, y la paz sobrenatural de Dios, llena nuestro corazón. La fe, y la confianza de saber que Dios es nuestro amparo y protección, que fuimos liberados de la condena, y tenemos el respaldo de el Eterno para enfrentar la adversidad, nos llena de esa paz sobrenatural que sobrepasa todo entendimiento. Escucha la voz de Dios que hoy te dice: no tengas temor, morirás! Y levanta un altar de adoración al Dios de paz! 


Aldo Daniel Monegal.

Fortaleza divina

“Yo soy tu Dios que te esfuerzo.” Isaías 41: 10.

Cuando somos llamados a servir o a sufrir, hacemos un inventario de nuestras
fuerzas, y descubrimos que son menores de lo que pensábamos, y menores de
las que requerimos.
Pero nuestro corazón no ha de abatirse en nuestro interior, ya que contamos con
una palabra como esta, en la que podemos apoyarnos, pues nos garantiza todo lo
que podamos necesitar. Dios tiene una fuerza omnipotente y Él puede
comunicarnos esa fuerza, y nos promete que lo hará. Él será el alimento para
nuestras almas, y la salud de nuestros corazones; y así, Él nos dará fortaleza. No
se puede saber cuánto poder pondrá Dios en un hombre. Cuando la fortaleza
divina viene, la debilidad humana ya no es más un obstáculo.
¿No recordamos épocas de trabajos y pruebas en las que recibimos tal fortaleza
especial que nos sorprendimos de nosotros mismos? En medio del peligro
conservamos la calma, ante la pérdida de seres queridos estábamos resignados,
ante la calumnia poseíamos dominio propio, y en la enfermedad éramos
pacientes. El hecho es que Dios provee una fortaleza inesperada cuando nos
sobrevienen pruebas inusuales. Nos levantamos por encima de nuestras débiles
constituciones. Los cobardes hacen papeles de hombres, los insensatos reciben
sabiduría, y a los silenciosos les es dado en el preciso instante lo que han de
hablar. Mi propia debilidad hace que me acobarde, pero la promesa de Dios me
vuelve valeroso. Señor, fortaléceme “conforme a Tu dicho.”

Charles Spurgeon

Una ley espíritual

Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del SEÑOR como las aguas cubren el mar. Habacuc 2:14


En medio de la maldad y la violencia, aunque la corrupción humana sea cada vez más visible, la ley espiritual dice:  "cuando abundó el pecado sobreabundó la gracia". La gracia de Dios arrasa con todo lo malo como un río, cuando lo negativo aumenta, el poder de Dios crece, es una ley espiritual. Cuando la debilidad es grande su poder se hace más grande, "bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en la debilidad", cuando el enemigo ataca, Dios manifiesta su poder: "aunque el enemigo se levante como un río, el Espíritu de Jehová levantará bandera". Cuando la escasez golpea, Dios abre los cielo y "derrama bendición hasta que sobre y abunde". Cuando la muerte y la oscuridad acecha, "Jehová será tu luz". Aunque la muerte te sorprenda, "Jesús es la resurrección y la vida".

El conocimiento de Dios es el tesoro más grande que podemos poseer. Jesús dijo: "te alabo Padre, porque revelarse estas cosas de los sabios y entendidos, a los pequeñitos". La tierra será llena del conocimiento de Jehová! Tu corazón tiene que ser lleno del conocimiento de Dios! Tu familia, tu barrio, todo! Y tú eres el portador de ese conocimiento! Se agente de bendición, propaga el conocimiento de Dios en todo lugar.

"Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento."

2 Corintios 2:14.


Pastor. Aldo D. Monegal

El pan de vida

Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

Juan 6:53


Jesús es el pan de vida, los seres humanos trabajamos cada día por el pan que alimenta nuestro cuerpo, el hambre y la sed son las necesidades básicas más urgentes que tiene la humanidad, sin alimento ni agua, nuestros días están contados. Desde la antigüedad, la humanidad priorizó el alimento, y por causa del agua y de los medio para producir alimentos, tierras fértiles para siembra y cría de ganado, se desataron guerras entre los pueblos, las religiones antiguas giraban en torno a la cosecha y el clima, así como el sacrificio de animales.

Cuando Jesús declaró está palabra, de Juan 6:53, no era algo tan descabellado para la gente de la época, dicen los estudiosos que el paganismo, tenía por costumbre sacrificar un animal en ofrenda a los dioses paganos, parte de la carne era para los sacerdotes, parte se quemaba por completo, y el resto se devolvía al ofrendante, para hacer un gran banquete con su familia y amigos, y comer de esa carne ofrecida a los dioses, hacer esto significaba, incorporar la deidad en su cuerpo, al comer la carne sacrificada creían que se fundían con su dios. Pero para la audiencia judía,  era una abominación comer carne humana y beber sangre. La declaración de Jesús confronto a la audiencia, y provocó diferentes reacciones, rechazo, enojo, y división, muchos de sus seguidores volvieron atrás y dejaron de ser sus discípulos.

Pero los doce apóstoles, aunque no entendían del todo lo que Jesús decía, confiaron en Él, creyeron a su palabra y frente a la pregunta de Jesús: ¿Acaso ustedes también quieren irse? Ellos respondieron: a dónde iremos, sólo tú tienes palabras de vida eterna.

Comer la carne de Jesús, es alimentarse de su humanidad, Dios se hizo hombre, y se idéntico con nosotros, sufrió los dolores humanos, la tristeza, la soledad, todas las debilidades humanas, su persona sus obras, son alimento para nuestro espíritu, saber que Dios vivió lo mismo que nosotros, que nos comprende y tiene el poder de darnos la victoria, es alimentarnos de su carne.

Beber su sangre es, incorporar su vida en nosotros, para el judaísmo la sangre contiene la vida de todo ser viviente, beber la sangre de Jesús es llenarnos de su vida, es declarar como el Apóstol Pablo: ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí.

Como hijos de Dios cada día debemos alimentarnos de la carne y de la sangre de Jesús, su humanidad y su deidad en nosotros, nos hace permanecer en Él, y en el Padre Eterno. Esto es tener vida en nosotros mismos, ya no dependemos de un hombre, no de otra cosa externa, con Jesús el pan de vida, tenemos vida en nosotros mismos. Si te sentías sin fuerzas, para seguir, si sentís que hay algo que no está bien en tu vida, alimentate del pan que descendió del cielo, Jesús tiene todo lo que necesites, y no está afuera de ti, Él habita en tu corazón. Y si nunca lo recibiste hoy es el día, abre tu corazón a Jesús, y recibirás lo que necesites para vivir en esta vida y vida eterna para disfrutar y compartir.


Pastor Aldo D Monegal.

La cárcel se abrirá

Hechos 5:19-20
Más un ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel y sacándolos, dijo:
Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida.

Dios te libertad de tus prisiones para que cumplas con el mandato, lo que te llevará a la victoria es el propósito de Dios, en tu vida.
Hay un plan trazado por Dios para su pueblo, si nos metemos en su propósito, no habrá cárcel que pueda detenernos.
Pedimos que Dios nos libre, solo para seguir con nuestra vida y propósitos personales. Pero Dios no está a nuestro servicio, somos nosotros los siervos que debemos estar al servicio de él.
Debemos dejar de lado las  prioridades personales, y servir a Dios por sobre todo, dejemos lo nuestros en manos de él, y trabajemos en su reino, y el cielo estará a nuestro favor!
No hay nada que pueda detener a los siervos del Señor, lo pusieron en la cárcel, pero Dios envió su ángel y los libertó, para que sigan haciendo su voluntad, ve y anuncia a la gente las palabras de esta vida.
Declaro que tus cárceles se abren hoy, las cadenas se caen, y los yugos se rompen, porque Dios te escogió para hacer su voluntad y cumplír con sus propósitos! Hay ángeles peleando en tu favor. Muévete en fe y actúa con valentía! .


Pastor. Aldo D. Monegal

La certeza de la fe

Un caso de muerte repentina nos puede poner, súbitamente, ante esta pregunta  «¿Cuál  es tu úni­co consuelo, tanto en la vida como en la muerte?» El mismo Catecismo de Heildelberg,  nos da esta res­puesta: «Que yo, con cuerpo y alma, tanto en la vida como en la  muerte (Rom. 14:8), no me pertenezco a mí mismo (1 Cor.·6: 19), sino a mi fiel Salvador Jesucristo (1 Cor. 3:23; Tít. 2:14), que me libró de todo el poder del diablo (Heb. 2:14; 1 Jn. 3:8, Jn. 8:34- 36), satisfaciendo enteramente con su precio­sa sangre por todos mis pecados (1 Pe. 1:18-19; 1 Jn. 1:2; 2:12), y me guarda de tal manera (Jn. 6:39; 10:28; 11 Tes. 3:3; 1 Pe. 1:5) que sin la voluntad de mi Padre celestial ni un solo cabello de mi cabeza puede caer (Mt. 10:30; Le. 21:15)°, antes es necesa­rio que todas las cosas sirvan para mi salvación (Rom. 8:28). Por eso también me asegura,  por su Espíri­ tu Santo, la vida eterna (II Cor. 1:22; 5:5; Ef. 1:14; Rom. 8:16) y me hace pronto  y aparejado para vi­ vir en adelante su santa voluntad» (Ct. de Heildelberg. Dom. 1).

En esta contestación se confiesa que nuestro único consuelo es ser posesión de nuestro fiel Salvador Jesucristo.

Sin embargo, ¡con cuánta dificultad nos expresamos sobre este asunto!  Si alguna vez se pudiese hacer una encuesta acerca de la certeza de la fe, no me sorprendería que en muchos se diese más duda que certeza. ¿Cómo se­ ría esto posible? ¿Por qué falta en tantos esa go­zosa y pacífica certeza del salmista?: «Jehová es mi pastor; nada me faltará» (Sal. 23:1). ¿Cuál es la causa de que en muchos prevalezca la duda? ¿Y por qué muchos no se atreven a decir con el apóstol Pablo: «Estoy seguro de que ninguna cosa nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro»? ( Rom. 8:38-39).

Cualquiera que pueda ser el origen de ello, es­ pero estemos de acuerdo en una cosa,  a saber: que la culpa no estriba en el SEÑOR, nuestro Dios.  Sé muy bien que en círculos bastante amplios se le censura a Dios, argumentando como disculpa: «La certeza es algo que ha de dársele al hombre»; o «El hombre tiene que volver a nacer»; o «Si no soy elegido, tampoco puedo cambiar en nada.»

Con estas y otras excusas, realmente se echa la culpa a Dios de la propia duda e incertidumbre; aunque, es verdad, nadie se atreva a decirlo abier­tamente. Estaremos de acuerdo en que tal manera de hablar es impía, y que hemos de guardarnos de ella.

Cuando el Señor Jesús encuentra duda e incre­dulidad en sus discípulos, se lo recrimina, dicien­do: «¿Por qué dudaste»? (Mt. 14:31 ); o: «¿Cómo  no tenéis fe?» (Me. 4:40), o: «No seas incrédulo» (Jn. 20:27).  No; lejos de nosotros esté el poner a la cuenta del SEÑOR nuestra incredulidad, poca fe y duda. Pablo diría: ¡Eso nunca!

Tampoco tenemos que echar la culpa al diablo. No digo que el maligno no tenga intervención cuando la duda y la incredulidad se multiplican en la iglesia. Pero esto no nos exime de nuestra pro­pia culpa. ¿Por qué preferimos escuchar al padre de mentira, antes que a la ver dad de Dios? Tampoco debemos echar la culpa a la tradición, a la predicación, a la educación, a nuestra predis­ posición y a nuestro carácter.

Es verdad que todas estas cosas tienen influen­cia. Igualmente es verdad que para muchos se pueden traer a colación circunstancias atenuantes, y que el SEÑOR las tendrá en cuenta.

Hay ovejas del rebaño de Cristo, a las que se tiene enflaquecidas por una dirección y formación no escriturísticas. La responsabilidad de tales embauca­ dores y educadores es más grande que la de las ovejas, las cuales han sido de tal modo pastoreadas y ali­ mentadas que están raquíticas. Pero todo esto, sin embargo, no quita que la duda y la incredulidad nos hagan responsables ante Dios, y que sea nuestra propia culpa cuando, rodeados  por  los  tesoros de la gracia de Dios en Cristo Jesús, no sabemos si somos propiedad de El.

No disculpemos nunca la duda y la incredulidad. La duda es incredulidad.

Cuando ponemos algo en duda, es que no lo creemos. El apóstol Santiago coloca frente a fren­te la duda y la incredulidad. En el cap. 1, v. 6, es­cribe. «Pero pida (sabiduría) con fe, no dudando nada». La duda fluye de un corazón incrédulo; y la incredulidad hace a Dios mentiroso. Nadie se atreva a decir que esto último no sea pecado. Pues bien, por la misma razón nadie ha de decir que la duda y la incredulidad no sean pecado. Si dudamos, si somos de poca fe, si somos incrédulos (todo esto viene a ser lo mismo), entonces pensamos raquítica­ mente de la gracia  de Dios, nos  fiamos  muy  poco de la gracia de Dios,  y  no confiamos  en  la  gracia de Dios.

La gracia de Dios es incomensurable e incom­prensiblemente grande, y supera en gran medida a todo lo que se encuentra en el mundo de los hom­bres.

La gracia de Dios es y continúa siendo el fundamento de la salvación para el  impío.  Pero  también  lo  es para el creyente. La justificación del impío no es sim­plemente un estadio inicial del cual, más tarde, salimos a flote. Que Dios absuelve la culpa y el castigo a  los  impíos, y les dé derecho a la vida eterna, esto -digo- continúa siendo el ‘ancla del alma’ (cf. Heb. 6:9), hasta en la hora de la muerte.

El único f-undamento de la salvación es, pues, que Dios nos amó, y que Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por los hombres pecadores,  y que  el Espíri­ tu Santo nos dio y nos da Su comunión con El por gracia. Una y otra vez hemos de  buscar  la  vida  y la salvación fuera de nosotros, es decir, en Jesucristo, por medio de la fe. Y donde esto no se verifica, allí se viene a caer siempre en el terreno pantanoso de  la duda.

Dr. H. J. Jager (UCL)

Cada mañana

Salmo 90:14
Sácianos cada mañana con tu amor inagotable, para que cantemos de alegría hasta el final de nuestra vida.

Cada mañana es una nueva oportunidad de empezar de nuevo. Si hay algo que alegra el corazón del hombre, eso es  la misericordia de Dios, cuando los seres humanos entienden que sin su amor, nuestros días serían sombríos, que el verdadero valor de las cosas y que todo lo que necesitamos provienen del Señor, entonces aprenden a reconocer su invaluable misericordia, que nos da gratuitamente cada mañana. Dios puede hacer que cada día esté lleno de alegría, la misericordia de Dios es nueva cada mañana.
Las cosas que Dios nos da, no se pueden adquirir con dinero, no podemos obtenerlas por nuestros propios medios, solo El puede darnos la paz, la alegría y la vida. Así como el levanta el sol cada mañana, nosotros no podemos hacer que el sol salga, Dios lo hace salir para nosotros, así todo lo bueno que podemos tener, proviene del Eterno. Deja que la verdad de su palabra traiga alegría a tu corazón, el gozo del Señor es nuestra fortaleza.

Ptr. Aldo

El proceso de Dios

Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Romanos 6:22

En este versículo está condensado el mensaje de salvación, somos llamados por Dios para ser libres del pecado, solo por medio de los méritos de Cristo somos liberados. El pecado es lo que nos separa de Dios, la raza humana esta caída desde el primer pecado de Adán padre de la raza,   la Biblia dice que el pecado es como la mordedura de una serpiente, su veneno avanza hasta provocar la muerte. Desde que el pecado entró en la humanidad, está se fue degenerando, la Biblia cuenta sobre Noé como Dios quitó a todo ser viviente por medio del diluvio, y permitió un nuevo comienzo por medio de Noé, fue por causa del pecado del hombre que Dios dijo " me arrepiento de haberlos creado".
También el relato de Sodoma y Gomorra, dos ciudades corrompidas por el pecado, la inmoralidad sexual u toda clase de corrupción social, pero Dios salvó a Lot y su familia. Gracias a Jesús podemos librarnos del pecado y del juicio de Dios, pasamos a ser herederos de Dios y sus promesas, salimos de la esclavitud de la muerte a ser siervos del Dios de la vida. El fruto de este cambio, de pasar de muerte a vida, de estar perdidos a ser salvos es la "santificación" es un proceso donde vamos dejando hábitos, costumbres, modos de pensar, de hablar y hasta nuestra apariencia cambia, a medida que la Palabra de Dios nos revela su voluntad para nosotros, todo se va alineando a Dios. En ese proceso nuestra familia es bendecida, nuestras economía se libera, la bendición de Dios se manifiesta en cada área de nuestro ser, la santificación es una transformación total de la persona. Por eso en las iglesias hay tantas personas que salieron de la delincuencia, o de las adicciones, gente que tenía su vida destrozada y que gracias a Jesús fueron rescatados. La finalidad de nuestra vida ya no es la muerte, con Jesús el final es el comienzo de la vida eterna.
Si pasamos por estos estados que se describen en este versículo, quiere decir que oímos el llamado de Dios, entendimos que estábamos perdidos, y nos arrepentimos pidiendo perdón al Señor para recibir la liberación.
Examina tu vida si no estás disfrutando de la plena bendición del Señor, quizá te falte pasar por este proceso, cuál de estos puntos te está faltando cumplir, el arrepentimiento? La santificación? Cualquiera de estos puntos requieren una cosa en común: compromiso con el Señor.
Tenemos que dejar que Dios nos transforme para poder disfrutar de todos sus beneficios.

Aldo Daniel Monegal

El amor del Padre

Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.

Lucas 15: 20-24

Hay dos cosas que se destacan en esta palabra:
✓ La humillación del hijo.
El hijo se dejó llevar por el orgullo y la autosuficiencia y se fue de su casa.
Asi actuamos los seres humanos pensamos que somos autosuficientes, y que lo sabemos todo, así nos alejamos de Dios y nos metemos en caminos que parecen  buenos a simple vista pero su fin es fatal. En medio del problema el hijo reconoció su error, se dio cuenta que estaba equivocado, esa actitud le salvó la vida, pudo volver en sí y regreso a la casa de su Padre.
✓ El amor del Padre.
Un verdadero padre se desvive por sus hijos, la palabra "padre" significa proveedor, es el que da todo por su hijo. La falta de verdaderos padres es lo que destruye la sociedad,  las nuevas generaciones crecen sin disfrutar de paternidad, y definen sus vidas sin la ayuda de un padre que los guíe, tomando caminos equivocados.
Pero el padre está parado mirando a lo lejos el regreso de su hijo perdido, así Dios espera por nosotros cuando nos alejamos de Él, su amor es tan grande, que cuando el hijo desobediente vuelve en vez de reprocharle, lo recibe con un abrazo, un beso y una fiesta de bienvenida, así nos ama el Señor.
Así debemos amar a nuestros hijos, la enseñanza es tanto para los padres como para los hijos y no solo los naturales también los espirituales.
Un padre Espiritual se preocupa por sus hijos, cuando no vuelven a la iglesia, cuando se pierden en el mundo, y un verdadero hijo espiritual valora y ama a su padre el que le predicó y le guía en el Evangelio.
Amados el amor entre un padre y sus hijos en todos los niveles es poderoso, el amor restaura, fortalece, vivifica, sana, y nos direcciona hacia el propósito de Dios para nosotros, que es vida eterna y bendición abundante..
Que Dios te bendiga en este día, busca la unidad con tu padre, busca la unidad con tu hijo, no te alejes del Padre celestial, vuelve a tu casa.

Aldo Daniel Monegal

El tiempo del Dios

Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
2 Pedro 3:8

Dios es fiel, sus promesas se cumplen aunque pase mucho tiempo, la promesa se va a cumplir. Hay peticiones que tenemos delante del señor y que no recibimos inmediatamente y al pasar el tiempo dejamos de orar por esa necesidad, hasta que en un momento la petición llega, pueden pasar días, meses o años, pero Dios contestará nuestra petición, lo mismo pasa con las promesas tarde o temprano se cumplirán.
Abraham recibo la promesa de un hijo, aunque su esposa Sara era estéril, la promesa de Dios tardo 20 años en cumplirse, nada de lo que Dios prometa quedará sin cumplimiento, la Biblia dice: 2 Pedro 3:9 "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento". Para el Señor "un día es como mil años y mil años como un día" no dejes de orar aunque pase el tiempo tu petición vendrá, no dejes de creer las promesas de Dios se cumplirán aunque pase el tiempo, Dios es bueno siempre nos ayudará y nos dará todo lo que nesecitamos si permanecemos en El.

Aldo D. Monegal

Nueva vida

En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme.
Galatas 2:20 (TLA)

Cuando creemos en Jesús y abrimos nuestro corazón a Él, todo cambia en nuestra vida, la Biblia dice acerca de esto: las cosas viejas pasaron, todo es hecho nuevo. Esto sucede en ese momento, por la fe en el Señor, después nos toca seguir viviendo y permitir que Dios siga cambiando nuestra vida totalmente.
Dejamos atrás el pasado, comenzamos a vivir nuevamente para Dios nuestro Padre, nuestro Señor y Salvador Jesús, Él nos da una nueva oportunidad, un propósito, un sentido a nuestras vidas, un horizonte nuevo y lleno de esperanza.
Entonces entendemos la declaración del Apóstol Pablo en este versículo de la carta a los gálatas 2:20 : Con Cristo estoy crucificado ya no vivo yo... Morimos con Cristo a nuestra vida pasada, para vivir una vida nueva con Jesús.
Ya no vivo yo, Cristo vive en mí, lo que vimos ahora es para la gloria de Jesús que murió por nosotros y resucitó para darnos vida abundante.
Memoriza y repite está palabra, y que el Espíritu Santo te de sabiduría para la nueva vida que Dios te da.
La base del descanso en Dios es entender que hemos muerto con Él, y que Jesús ahora vive en nosotros, ya no podemos morir, nada puede dañarnos porque ya hemos muerto y tenemos una vida nueva  en Jesús.

A. D. Monegal