Juan 3:36
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
La palabra de Dios siempre marca la diferencia, entre los que creen y los que no creen. Hay personas que piensan que es dura esta declaración de la Palabra de Dios, pero también hay una dualidad en el propósito de Dios mismo, la Biblia dice que Dios es amor y también es fuego consumidor(Hebreos 12:29), el amor sin justicia no es amor, y la justicia sin consecuencias no es justicia.
Por eso debemos saber que Bíblicamente, hay dos clases de personas para Dios los que creen en Jesús y los que no creen, los que están con Dios o los enemigos de Dios. No hay término medio, no hay Intermedios, por eso también el resultado de creer o no creer, es salvación eterna o perdición estrena.
Lo mismo sucede en la iglesia, Jesús enseñó con la parábola del trigo y la sizaña, que existe una dualidad también en la iglesia, yo los llamaría simpatizantes y discípulos, o fans y seguidores de CRISTO.
El Señor marca está diferencia para que sepamos en que posición estamos, y podamos tomar la decisión correcta, en cuanto a nuestra relación con Jesús, que afecta esta vida y define donde pasaremos la eternidad. Damos gracias a Dios que decidimos creer en Jesús, para ser sus discípulos, guardar su palabra y hacerla, porque no solo nos aseguramos la salvación eterna, también estamos seguros de que la protección y Bendición del Padre están sobre nosotros, ahora y siempre. Hoy la palabra de Dios nos confronta, para que examinemos nuestra condición, frente a Dios, y tomemos la decisión de aferrarnos a Jesús porque en el hay perdón y vida eterna.
P. Aldo Daniel Monegal
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
La palabra de Dios siempre marca la diferencia, entre los que creen y los que no creen. Hay personas que piensan que es dura esta declaración de la Palabra de Dios, pero también hay una dualidad en el propósito de Dios mismo, la Biblia dice que Dios es amor y también es fuego consumidor(Hebreos 12:29), el amor sin justicia no es amor, y la justicia sin consecuencias no es justicia.
Por eso debemos saber que Bíblicamente, hay dos clases de personas para Dios los que creen en Jesús y los que no creen, los que están con Dios o los enemigos de Dios. No hay término medio, no hay Intermedios, por eso también el resultado de creer o no creer, es salvación eterna o perdición estrena.
Lo mismo sucede en la iglesia, Jesús enseñó con la parábola del trigo y la sizaña, que existe una dualidad también en la iglesia, yo los llamaría simpatizantes y discípulos, o fans y seguidores de CRISTO.
El Señor marca está diferencia para que sepamos en que posición estamos, y podamos tomar la decisión correcta, en cuanto a nuestra relación con Jesús, que afecta esta vida y define donde pasaremos la eternidad. Damos gracias a Dios que decidimos creer en Jesús, para ser sus discípulos, guardar su palabra y hacerla, porque no solo nos aseguramos la salvación eterna, también estamos seguros de que la protección y Bendición del Padre están sobre nosotros, ahora y siempre. Hoy la palabra de Dios nos confronta, para que examinemos nuestra condición, frente a Dios, y tomemos la decisión de aferrarnos a Jesús porque en el hay perdón y vida eterna.
P. Aldo Daniel Monegal