Para ver hay que creer

Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? (Lucas 24:17) 


Está es la pregunta que Jesús le hizo a dos de sus discípulos, después de su muerte en la cruz. Ellos repasaban en su mente todos los hechos que habían acontecido, y las cosas que vivieron con Jesús, y los rumores de las mujeres que decían haber visto al Señor resucitado.

Caminaban para volver a sus hogares, y continuar con sus vidas, el impacto de las cosas que vivieron con Jesús, y su muerte en la cruz, para ellos era solo un acontecimiento más, algo extraordinario que ya había terminado. Ahora todo eran rumores, y cosas que no podían entender del todo, no tenían certeza de todo lo que había pasado en estos últimos días. La falta de certeza, es la raíz de la incredulidad, y no es posible vivir al amparo de Dios siendo incrédulos, tampoco se puede entender el plan de Dios para nosotros, ni las escrituras no se pueden entender al no creer en la obra de la muerte y resurrección de Jesús.

Para aquellos discípulos, que caminaban de regreso a sus hogares, todo era confuso, ellos conocían a Jesús, sabían las sagradas escrituras, pero no entendieron lo que Dios estaba haciendo por qué no creyeron, la razón era más fuerte que la fe, lo natural y humano, prevaleció contra lo sobrenatural de Dios en sus corazones. 

Esto le pasa a muchos creyentes de hoy, quizá te pase a tí que lees esto, puedes saber de Jesús, asistir a la iglesia, cantar alabanzas y conocer lo que aprendes en los estudios bíblicos, pero sin una experiencia personal con Jesús nunca entenderás de forma certera y contundente lo que pasó y está pasando en el mundo desde el día de la muerte y resurrección de Cristo.

Nos hace falta la exhortación que el Señor le hizo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! (Lucas 24:25) 

Podemos leer y escuchar la palabra, y aún así ser incrédulos, una cosa es saber y otra creer. Jesús una vez más se manifiesta a nosotros, él nos revela las escrituras, y nos confirma que todo lo que está escrito es verdad, mediante una experiencia personal con él, nos hace sentir su presencia. No camines solo, deja que Jesus camine contigo, deja que Jesus entre a tu casa y parta el pan contigo, solo la revelación del Cristo resucitado cambiará tus dudas en fé, que mueve montañas. Recuerda que para ver hay que créer!

Yo se los dije antes

Mateo 24:36-39

 36  Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. 
 37  Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 
 38  Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 
 39  y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.


El Señor Jesús comparó el tiempo de su regreso, y el juicio a este mundo con la historia de Noé, uno de los relatos más conocidos de la Biblia, para hacer saber a la iglesia, sobre el fin de los tiempos. Hay un final para este mundo, porque el pecado de la gente pesa sobre la tierra y trae maldición y juicio sobre todos los habitantes del mundo, hoy en pleno siglo 21 estamos viviendo todos los síntomas que anuncian el cumplimiento de las últimas cosas, pestes, hambrunas, desastres naturales, terremotos, inundaciones, climas extremos, guerras, señales en el cielo, todo se cumple al pie de la letra según la palabra de Dios. 

Pero la palabra clave, en este texto está en el verso 39: "y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos" esto también se cumple hoy en día y es una señal de los últimos tiempos. Las personas no entienden, algunos ya escucharon la palabra de Dios, otros asistían a la iglesia, disfrutaron de la gracia de Dios, el perdón de los pecados, la paz de Jesús, el amor de Dios, pero no entienden la salvación. Las iglesias están vacías, la gente va detrás de falsos profetas, quieren oír cosas lindas, palabras de aliento, discursos motivacionales, que dicen todo lo que ellos desean oír, pero no los confrontan con su pecado. 
El verso 38 dice que en los días antes del diluvio, mientras Noé construía el arca, la gente vivía "comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento" otro texto agrega: "comprando y vendiendo" esto describe a la humanidad entregada a los placeres, el libre albedrío lo usan para vivir dando la espalda a Dios su creador, todos entregados a la avaricia, el ansia de poder, la injusticia, el crimen, y todo lo que se relaciona con la maldad.
Las causas del diluvio, que es el juicio de Dios, están en Génesis capítulo 6 versículo 5 y 6 : 5  Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 
 6  Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 

Después dice en el versículo 13: Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. 
La evidencia del diluvio hoy es confirmada por la ciencia, los arqueólogos y geólogos confirman el hallazgo de restos de criaturas marinas en las montañas y zonas elevadas de la tierra. La historia de Noé, no es fábula, lo que dijo Jesús no es una historia para atemorizar a la gente de la época, todo lo que dice la biblia se cumple. Los estudiosos de la profecía bíblica, dicen que en estos tiempos ya casi todo está cumplido, solo queda esperar a que Jesús vuelva ya, y se cumpla la última fase del plan de salvación divina. 

Ahora nos toca a cada uno de nosotros decidir, si vamos a estar dentro o fuera del arca, si escucharemos la voz de Dios, o seguiremos por nuestro propio camino. Hay un dicho de Jesús en este capítulo del evangelio de Mateo que nos hace pensar el versículo 25 dice:  "Ya os lo he dicho antes"
En el final de los tiempos todos estarán delante del Señor en el día del juicio, los justos serán recompensados con la vida eterna, pero los desobedientes serán condenados, y quizá digan al Señor: "no sabíamos" o "no escuchamos" entonces el Señor les dirá: todo estaba escrito, yo se los dije antes.
No hay tiempo, debemos vivir cada día como si hoy viniera el Señor, porque el tiempo es corto, pero tú  eternidad se decide hoy.


Ap. Aldo

Ver a Dios

Salmo 8:3-4

 3  Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste,
 4  Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?

Ver la inmensidad de la creación, nos hace sentir insignificantes, es un sentimiento parecido al que tuvieron los profetas al estar delante de la gloria de Dios. La velocidad con la que vivimos en el siglo veintiuno, no deja que contemplemos con más frecuencia la creación de Dios, tenemos menos tiempo para reflexionar, buscar a Dios en oración. Experimentar ese sentimiento de insignificancia, nos hace saber que nuestra existencia en la tierra es corta, nos hace entender el valor de la vida, de la nuestra y la del prójimo.
Por eso Dios nos muestra cada noche el firmamento, nos abre una ventana a la profundidad del cielo, para que recordemos su grandeza y veamos nuestra frágil humanidad. Lo más glorioso de todo esto es que ese Dios tan grande se interesa por nosotros, no somos insignificantes para él, nos ama, fuimos hechos a su imagen y semejanza, el Dios que hizo la luna y las estrellas con sus manos, también nos hizo a nosotros. La biblia dice que la creación adora a Dios, nosotros somos parte de esa creación, pero con la capacidad de contemplar, meditar y alabar, fuimos creados para alabar a Dios. Cada vez que veas los cielos, recuerda este Salmo,  medita diciendo: "quién soy yo para que Dios me visite" y estarás en condiciones de comenzar a adorar a Dios en el espíritu. Todo lo que nos rodea nos habla de Dios, no es posible ignorarlo, la vida tiene verdadero significado cuando Dios está en el centro de nuestro corazón.

¿Quieres ver a Dios? Contempla el cielo y las estrellas que él creó.


Ap. Aldo

Sin desmayar

Isaías 40:27-31(NTV)
27  Oh Jacob, ¿cómo puedes decir que el SEÑOR no ve tus dificultades? Oh Israel, ¿cómo puedes decir que Dios no toma en cuenta tus derechos? 
 28  ¿Acaso nunca han oído? ¿Nunca han entendido? El SEÑOR es el Dios eterno, el Creador de toda la tierra. Él nunca se debilita ni se cansa; nadie puede medir la profundidad de su entendimiento. 
 29  Él da poder a los indefensos y fortaleza a los débiles.
 30  Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan, y los hombres jóvenes caen exhaustos.
 31  En cambio, los que confían en el SEÑOR encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán.

Es fácil caer en el desánimo y levantar quejas hacia Dios cuando el cansancio físico, y emocional comienzan a desgastar la confianza en sí mismo.
Pero los cristianos no están llamados a confiar en sí mismos, sino en Dios. Es necesario hacernos la siguiente pregunta: ¿Dónde está puesta nuestra confianza, en nosotros, en los hombres, o en Dios?
Para los que dejaron de confiar  en Dios, y confían en sus propias fuerzas limitadas no pueden vencer las presiones de la vida, se agotan bajo las dificultades, y pierden las esperanzas, estos son los que dicen:
"Dios no escucha mis oraciones" " el Señor no defiende mi causa" "Por más que clame a Dios, él se desentiende de mí" los que piensan de esta forma, realmente no conocen a Dios.
Nuestro Dios es todopoderoso, es sobrenatural, por eso creemos y confiamos en él, todo lo demás es limitado, en tiempo y en fuerzas, no es suficiente ser joven, fuerte o inteligente para tener victoria en la vida, tampoco suerte. Solo los que confían en Dios son los que permanecen en pie. Dios nunca abandonará a los que confían en él, y ellos serán fuertes, sabios y victoriosos por qué Dios está con ellos. Estos versículos terminan con una de las promesas de Dios, más maravillosas que tenemos los que confiamos en él: "En cambio, los que confían en el SEÑOR encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán."

Que se llene el cielo

Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. (Lucas 15:10)

Jesús fue criticado por los religiosos, por juntarse con personas marginadas, gente que era rechazada por la sociedad Judía. En este capítulo del evangelio de Lucas, Jesús habla sobre la misericordia de Dios hacia todos los hombres.
Dios es amor, y lo demostró por medio de Jesús, su obra cumbre es la crucifixión, pero en todo el ministerio de Jesús cada acto y cada enseñanza demostraba el amor y la misericordia del Padre.
Jesús vino a buscar a los pecadores, y él continúa buscando a los perdidos aún hoy, y lo hará hasta su regreso en gloria. La tarea de ir por los pecadores está asignada a la iglesia, que somos nosotros los que creímos y somos hijos de Dios, nosotros también fuimos rescatados por Jesús, estábamos perdidos, y él nos encontró,nos salvó y el cielo se alegró. 
Ahora como portadores de la presencia de Dios, debemos seguir con el ministerio de Jesús, llevando el mensaje de salvación a los perdidos, buscando a los que salieron del rebaño, y a los que están atrapados en el pecado.
Hacer la tarea que Jesús nos asignó, es difícil, pero no imposible, el Señor pone todos los recursos divinos a nuestra disposición, y es una tarea que al final del día nos llena de gratificación. 
Jesús dijo den de gracia lo que de gracia recibieron, vamos por los perdidos, por los marginados, deja que Dios use tu vida, para manifestar  el amor de Jesús al mundo, habla de Jesús, consuela al afligido, abraza al abandonado, diles que hay una buena noticia hay salvación y vida eterna en Jesús.
Mucha gente se va de este mundo cada día, sin Cristo en el corazón, y se pierden para siempre, no dejemos que esto sea así, oremos y actuemos para que el cielo se llene de almas salvadas, Jesus pagó un alto precio por la salvación de los perdidos, oremos para sentir la pasión  que sintió Jesus por la salvación de las almas. Que comience la fiesta en los cielos! 


P. Aldo 

Tres consejos

Hebreos 10:23-25 (NTV)
 23  Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.
 24  Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones.
 25  Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca.


La palabra de Dios nos anima, nos consuela, fortalece nuestra fé. En estos versículos de la carta a los Hebreos, leemos tres consejos de parte de Dios para nosotros.
Primero nos habla de perseverar en lo que creemos, como el primer día que nos acercamos a Dios , con entusiasmo y esperanza  de recibir un milagro. Vivir cada día según lo que creímos, confiando en las promesas de Dios, porque no hay nada imposible para el que cree, y sus promesas cubren todas las necesidades de esta vida, y de la Eternidad. 
En segundo lugar, nos aconseja ocuparnos en las cosas que Dios nos manda a hacer, el servicio a los demás hermanos, y la ayuda a la gente que está en crisis y sin Dios, orar por los demás, y hablarles de Jesús, motivar a los hermanos trabajar para Dios. 
Por último Dios nos manda a no dejar de congregarnos, ir en la iglesia es un mandato de Dios, porque Jesus dijo: donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estaré. La iglesia es el "cuerpo de Cristo" para estar unidos a Dios, es necesario ser partes  de la iglesia, no es posible seguir a Cristo, sin cumplir con sus mandatos.
La iglesia es el ámbito de su presencia, allí es donde Dios nos bendice, nos transforma, es donde nos encontramos con nuestro Padre, para oír su voz, y hablar con él.
La promesa más grande que creemos, es que Jesús volverá pronto, y debemos vivir con esa esperanza, como una esposa espera con ansias el regreso de su amado.
Esperemos si regreso, con una fe firme, animando a nuestros hermanos, y unidos a la iglesia, porque hoy puede ser un día maravilloso, y el futuro puede ser glorioso, si mantenemos nuestra confianza en las promesas del Señor.


Ap. Aldo D. Monegal

Permanece fiel al Señor

Hechos 11:21- 23

 21  Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor. 
 22  Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. 
 23  Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. 

La conversión es un hecho que sucede cuando la persona cree en Jesús, recibe el mensaje y decide ser su discípulo. Es posible ser un creyente, pero no ser un discípulo, y es probable ser un cristiano que no se haya convertido al Señor. 
Pero cuando la mano de Dios se manifiesta a favor de las personas, la fe se activa y la gente se convierte  al Señor. No hay tal cosa como un periodo intermedio de espera entre el momento de escuchar al Señor, y tomar la decisión de creer para convertirse en hijo de Dios, esto es como probar a Dios para después convertirnos a él, si nos conviene. Eres un hijo de Dios, o no lo eres, te conviertes al Señor o eres un incrédulo.
En este relato bíblico dice que la gente creyó y se convirtió al Señor inmediatamente, es más en ese momento se bautizaban en el acto, como testimonio de su conversión. 
Es momento de hacernos la gran pregunta, ¿Eres convertido o simplemente un convencido? 
Si realmente te convertiste al Señor, las palabras de aliento son para tí : que con propósito de corazón permanece fiel al Señor! 
Porque Dios es fiel con los suyos, la bendición no faltará sobre tu vida, tu casa y tú familia.

Corazón

“porque donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón.” (Mateo 6:21)


Para la mayoría de la gente, la economía es un tema central, viven para generar dinero para sus necesidades, y esto está bien, el problema comienza cuando las finanzas se convierten en una obsesión. Jesús dijo estás palabras mientras les enseñaba a sus discípulos cuál es el verdadero propósito de generar dinero, el dijo no hagan tesoro en la tierra, sino en el cielo. 
No debemos vivir centrados en lo terrenal, que es temporal, pasajero, por qué es en vano atesorar algo que de todas formas no perdurará. Pero si nos ocupamos de las cosas eternas, que corresponden al Reino de Dios, al cual pertenecemos, nuestro corazón estará centrado en el cielo, y todo lo que permanece para siempre, entonces nuestro trabajo no será en vano. Es una enseñanza simple, pero que encierra profundas verdades espirituales. 
Dios quiere que no seamos esclavos de lo terrenal, por eso vino Jesús, para que seamos libres de la avaricia, la ambición desmedida, el egocentrismo humanista, son cosas que desaparecen, están sujetas al tiempo, y además son la causa de muchos males en la sociedad. Está actitud, transgrede del segundo mandamiento más importante de la palabra de Dios, "amarás a tu prójimo como a tí mismo".
El sabio Salomón escribió un proverbio que dice: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida." (Pr 4:23) está claro el nuestro corazón es lo más valioso que tenemos, si perdemos el corazón nos perdemos nosotros mismos, pero es una decisión personal asegurar nuestro corazón en las manos del Señor. El desafío es poner toda nuestra atención y energía en Dios, si Jesús está en nuestro corazón, lo demás vendrá por añadidura. ¿Donde está hoy tu corazón? 


P. Aldo