Pensamientos


Isaías 55:8-9
 8  Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
 9  Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Cuando nos acercamos a Dios buscando su favor, con una actitud correcta, es decir sabiendo que el Señor, es Rey la suprema autoridad sobre todo lo creado, y nosotros no somos merecedores de nada, solo somos sus esclavos, en esa actitud nos vamos a encontrar con una dura realidad y es que debemos abandonar nuestra manera de pensar, centrada en nosotros mismos, dejar de pensar como piensa el sistema en el que nacimos y crecimos. No es fácil aceptar que estamos equivocados, no es fácil entender que Dios no está a nuestro servicio, sino que nosotros somos su propiedad somos sus esclavos, comprados por la sangre de su amado hijo Jesús. Allí comienza un largo camino de transformación, superando obstáculos espirituales y humanos, luchando con nuestra propia naturaleza caída, que aún persiste en nosotros. Duele pensar que estamos equivocados, y aceptar la voluntad de Dios, abandonar lo que nos da placer, dejar de lado lo que creemos que está bien, cuando va contra la voluntad de Dios. Jesús dijo: "el que no es conmigo es contra mi.." esto quiere decir que no hay concesiones, cuando decidimos servir a Dios, no hay grises, solo hay obediencia o reveldia. Cuando permanecemos en nuestras actitudes equivocadas, nos hacemos daño a nosotros mismos y los que nos rodean, y no es culpa de Dios, es nuestra propia culpa, por eso Dios nos da su palabra, para hacernos ver que el no es como nosotros. No podemos acceder a sus beneficios, sin aceptar sus demandas, no podemos pretender vivir bajo su bendición, sin estar de acuerdo con Dios. Jesús dijo: "si no se hacen como ninos no podrán ver el Reino de Dios" un niño es como una hoja en blanco, así debemos ser nosotros, abandonar pensamientos, ideologías, conceptos, hábitos, emociones negativas, para ser como Dios dice que debemos ser. 
Por eso seguir a Cristo no es fácil, hay que ir por el camino de la humillación, como él, hay que tomar la cruz que el mundo usará para crucificarte, como él, hay que desprenderse de todo lo que consideramos valioso según nuestra propia opinión, como él, ir contra el mundo, y aceptar las consecuencias. 
Está palabra es dura, pero hay sanidad para el alma y el espíritu en ella, porque la voluntad de Dios es que seamos salvos, y vivamos para siempre junto a él.

Dios los bendiga.
P. Aldo

Dormidos


«¿Por qué duermen? —les preguntó —. Levántense y oren para que no cedan ante la tentación». (Lucas 22:46)

Dormir en el momento equivocado puede ser peligroso, por ejemplo dormir en tiempo de batalla puede ser fatal. Jesús les preguntó a sus discípulos porque dormían, dando a entender que no era momento para dormir, porque estaban a punto de enfrentar una crisis, ellos corrían peligro de caer del propósito de Dios. La oración es un arma de guerra espiritual, pero también es una forma de adquirir fortaleza, unción, llenura del Espíritu de Dios. 

Lo primero que hace un discípulo de Cristo, es orar para no caer en tentación, y tentación no solamente significa caer en algún pecado sexual necesariamente, pecar puede ser dudar de Dios, no creer en sus promesas, o reemplazar a Dios con ayuda humana, o de otra fuente ajena a Dios, también es negar a Jesús con tal de congraciarse con el mundo, o simplemente por temor. 

Dormir es desconectarse del Espíritu Santo, hay quienes viven dormidos, fuera de la voluntad y sus bendiciones, el Apóstol Pablo dice: "Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos." (Romanos 13:11) Aquí se habla del sueño espiritual, o de dormír espiritualmente, lo contrario de dormir es velar, en el lenguaje Bíblico. No debemos entregarnos al sueño espiritual, el que se duerme no percibe nada en el espíritu, no advierte el peligro, y no escucha el llamado de Dios, de su Palabra y los mensajes del Espíritu Santo al corazón, por medio de sus siervos. Otra vez el Ap.Pablo vuelve a decir: "Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios." (1 Tesalonicenses 5:6) Necesitamos estar conectados con la iglesia, para poder ser advertidos, si caemos en el sueño espiritual. Dormir también nos lleva a vivir desenfocados, sin darnos cuenta, la persona que está dormida no advierte el pecado en su vida, no ve los errores que comete, y no siente el peso del Espíritu Santo llamando al arrepentimiento. Debemos orar y velar en vez de dormir, para no caer en la tentación de pecar contra Dios. Hoy la pregunta del Señor dice ¿Por qué duermen? No estás dedicando tiempo a la oración, dejaste de atender a la presencia del Espíritu Santo en tu vida, te da lo mismo ir no ir a la iglesia, estás bajo el sueño espiritual, pero es tiempo de despertar, es tiempo de levantarse y ponerse en pie para velar y orar en el nombre de Jesús! "Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo." (Efesios 5:14) 

©Aldo D. Monegal 

Milagros


Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

Juan 11:4

La enfermedad es un resultado del pecado del hombre, Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, para vivir por siempre sin envejecer, sin enfermedad ni muerte. Pero cuando entró el  pecado en el mundo, por la desobediencia de Adam y Eva, todo cambio, la muerte, la enfermedad, la miseria y una lista de cosas que son fruto del pecado contaminó la creación de Dios.

Pero Jesús vino para arreglar las cosas, sanar a los enfermos, liberar a los cautivos y resucitar a los muertos. Hay creyentes que cuando están enfermos, o cuando se enferma alguien de la familia,  piensan que es por desobedecer a Dios, pero  en realidad debemos saber que Dios tiene el control de todo lo que nos pasá, y que él hace que todo se vuelva a favor de los que creen en él.

En la adversidad el Señor se glorifica, la enfermedad es para que el poder de Dios se manifieste, no pueden existir milagros sin adversidad. Por eso cuando Jesús se enteró que su amigo Lázaro estaba enfermo, dijo está palabra de Juan 11:4, pero además él no fue inmediatamente para sanarlo, esperó dos días, y Lázaro murió. Entonces Jesús fue y lo resucitó, dando toda la gloria a Dios, y demostrando que él es Dios.

En aquello que todos veían irreversible, algo imposible de solucionar, Dios se glorificó, porque nada es imposible para Dios, y para el que cree en él. Si pasas por una enfermedad, no te desanimes, declara que Dios te sana, y espera a que él se glorifique en tu padecimiento. ¡Cuando mayor es la prueba, más grande es el milagro!

El tiempo y el Kairós de Dios

Juan 11:9-10
9  Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo;
 10  pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.

Cuando nos movemos en la voluntad de Dios, y somos guiados por el Espíritu Santo, sabemos a dónde vamos, Dios nos guarda, nos respalda hasta llegar al propósito que él determinó para nosotros. Uno de los elementos que señala el Señor en esta palabra es el tiempo, el día bíblico tenia doce horas, vivir en el Kairós de Dios es vivir alineados a su voluntad, por eso es necesario aprovechar bien el tiempo (Cronos y Kairós) andar sin perder el tiempo, pero sin apresurarse demaciado. Andar de día es caminar con Cristo, Jesús hace referencia al día común y la luz del día que da el sol, pero está palabra encierra una verdad espiritual, Jesús es la luz del mundo (Juan 9:5) tener a Jesus es tener luz en uno mismo.
Vivimos en un tiempo de gracia, eso quiere decir que todavía es de día, la noche viene cuando ya no hay luz y nada se puede hacer. Andemos sabiamente, usando bien el tiempo, y aferrandonos a la luz de Cristo, estamos en el día y mientras el día transcurre debemos trabajar en el Reino de Dios, nada podra acortar el día ni la oposición espiritual ni la natural, el Señor nos asegura su respaldo hasta el fin. Gloria a Dios!

Aldo Daniel Monegal