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Los negocios del Padre celestial

Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?
Lucas 2:49

Jesús era un niño de doce años cuando le dio esta respuesta a sus padres que lo buscaban hacía tres días. Desde niño el Señor sabía cuál era su ocupación principal, los negocios de su Padre Celestial. Tener en claro nuestro propósito y objetivo principal nos enfoca en poner todos los recursos espirituales, talentos, virtudes y dones en la meta que es hacer la voluntad de Dios y cuando vivimos en comunión con el Señor sus objetivos son los nuestros y nuestras metas son sus propósitos. El ocuparnos de las cosas de Dios es edificar nuestras vidas, el propósito del padre es bendecirnos y hacer que nuestras vidas sean una bendición para otros.
Si le damos el primer lugar a Dios en todo el nos pondrá en primer lugar a nosotros sobre todo. Que cosas están ocupando el primer lugar en tu vida?
Ocúpate en los negocios del Padre Celestial, ama a tu prójimo, pública las buenas nuevas del Reino para que los oprimidos sean libres, lleva la paz de Jesús a todo lugar donde vayas, extiende los límites del reino de los cielos en todo tiempo y lugar. Los negocios del padre celestial están centrados en la salvación de los perdidos, el amor a las almas y a su creación. Este negocio no produce perdidas, siempre da ganancia, su fruto es eterno, y el banco del cielos es nuestro depósito inconmovible.
Esta ocupación no produce estrés, no está ligada a la avaricia ni la corrupción, no hay lugar para los mentirosos, es el mejor negocio del mundo, su ganancia se disfruta en esta vida y en la venidera.
En este día pide a Jesús que quieres ser parte de los negocios del Padre y tu vida cobrará sentido, aprende a poner a Jesús en el centro de tu corazón, ocúpate de las cosas de tu Padre Celestial.

Aldo D. Monegal

Los negocios de nuestro Padre

Filipenses 2: 4  no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.

Jesús nos dejó el ejemplo, dejando todo por nosotros y sacrificando su propia vida para salvarnos, Jesús enseñó: "no hay mayor amor que esté, que uno ponga su vida por sus amigos" Juan 15:13.
Por naturaleza tenemos la tendencia de ser egoístas, y buscar siempre nuestro propio beneficio, aunque perjudiquemos a otros, y en nuestra relación con Dios pasa lo mismo, si analizamos nuestras oraciones nos daremos cuenta que siempre estamos pidiendo por y para nosotros y casi nada para nuestro prójimo.
Hay dos mandamientos que son clave para nuestros caminar con Cristo y que no debemos olvidar:
"Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Mateo 22:37-39
Nuestras prioridades como hijos de Dios son primero Dios, para alabarlo, adorarlo y obedecerlo, y en segundo lugar nuestro prójimo, familia, hermanos, amigos y desconocidos, "no mirando cada uno por lo suyo propio..." Dios quiere que seamos canales de Bendición que por medio nuestro El pueda bendecir a otros, pero tenemos que dejar de ser egoístas, no mirara tanto nuestros problemas y prioridades, y orar por otros.
Esto no significa que no debemos pedirle a Dios lo que necesitamos, él espera que le contemos que nos pasa y que nos falta, pero también quiere que busquemos ayudar y preocuparnos por los demás, y así seguir el ejemplo de Cristo.
Hay una ley Espiritual que Jesús nos enseñó, el dijo que si buscamos a Dios, y hacemos su voluntad, amando a nuestros prójimos y manifestando su amor, si nos ocupamos de los negocios de nuestro Padre, Él se ocupará de nosotros y suplirá todas nuestras necesidades Mateo 6:33 "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."
Mirar por lo de los otros, nos ayuda en nuestras relaciones interpersonales, y manifiesta el amor que Dios puso en nuestro corazón por su Santo Espíritu.
Que en este puedas ayudar a alguien, orar por alguien que está en necesidad, así también estás predicando a Cristo, sin palabras, con tus actitudes y ten por seguro que recibirás tu recompensa, y que todo lo que necesitas te será añadido.

A.D.Monegal