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Acceder al Reino de Dios

Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.

Efesios 2:7 (NTV)


La palabra de Dios nos dice que, cuando creemos y recibimos a Jesús en el corazón, somos trasladados, de una condición de esclavitud al nuevo estado de libertad en Cristo. Es importante conocer cuál es la herencia que nos pertenece según las promesas de la palabra de Dios, si ignoramos los beneficios que Jesús adquirió y compartió con nosotros, ¿Cómo disfrutaremos de ellos?.

Esta palabra dice, que así como Jesús resucitó de los muertos y se sentó en un lugar de honor junto al Padre Celestial, nosotros también somos resucitados con él y se nos dio un lugar de honor en los lugares celestiales junto con Jesús. En el Evangelio de Juan capítulo catorce, Jesús dice a sus discípulos, "voy a preparar lugar para vosotros", por medio de la fe y su gracia, al recibir el Espíritu Santo, recibimos un adelanto del Reino de Dios, y somos elevados a dimensiones espirituales, sentados con Cristo unidos a él, somos transformados en Reyes y sacerdotes para su reino.

¿Cómo se manifiesta esta nueva condición en nuestras vidas? Dándonos el poder para vivir en el Espíritu, el sistema de este mundo viciado de maldad y frustración, lleno de maldición y pecado, ya no tiene poder sobre nosotros, los que somos hijos de Dios, ahora nos fue dado un lugar de autoridad para vencer la opresión de este mundo, en el nombre de Jesús.

El ser sentados en lugares celestiales con Jesús, es tener acceso al reino de Dios, Jesús declaró en el Evangelio de Juan, que sus discípulos ya "no pertenecen a este mundo", los apóstoles declaran en sus cartas, que somos peregrinos y extranjeros en este mundo, somos conciudadanos de los santos. Si tienes a Jesús como tu rey y Señor, tienes un lugar en los lugares celestiales, estás autorizado a entrar en la dimensión del reino de Dios, y tienes a tu disposición todos los recursos disponibles para vivir una vida de victoria, y servir a Dios en el Espíritu. No hay nada más terrible, que vivir como un esclavo, siendo libre, por ignorar que tú fianza ya fue pagada.

Comienza a disfrutar de tu libertad, ora y busca, activate en el espíritu y toma la posición que te pertenece por derecho, utiliza la autoridad en el nombre de Jesús para rechazar la esclavitud, vence la opresión del enemigo que te acecha, y gobierna, sobre todo lo malo, no te conformes a la derrota y frustración, actúa en el nombre de Jesús y conquista tus bendiciones, los recursos del reino están disponibles para tí en el nombre de Jesús.


Pastor Aldo D. Monegal

Orando en el desierto

Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Marcos 1:35

El Apóstol Pablo aconsejó : "sed imitadores de mí como yo de Cristo" Jesús es nuestro modelo a seguir, el es nuestro maestro, Marcos dice en el Evangelio, que Jesús se levantaba muy temprano y se dirigía a lugares desiertos y allí oraba buscaba al padre en oración para preparar un día de bendición, el Señor se anticipa buscando la guía del Espíritu Santo y la dirección del Padre celestial para ese día que comenzaba.
La oración es el oxígeno del espíritu, cuando oramos crecemos y nos fortalecemos porque entramos en comunión con nuestro Creador, pero cuando descuidamos nuestra vida de oración, nos debilitamos espiritualmente, y la carne comienza a ganar nuestra mente, nuestras actitudes, somos presa fácil de las artimañas del enemigo.
Cuando oramos nos anticipamos a los planes del enemigo contra nosotros, los desarticulamos en el nombre de Jesús, más si oramos de mañana, tenemos que orar por todo lo que hagamos y emprendamos, Jesús dijo "todo lo que pidan al padre en mi nombre lo recibirán" es una promesa, por eso tenemos que pedir en oración todo lo que necesitamos, tenemos que orar para ser librados del mal, orar para recibir la llenura del Espíritu Santo, orar por los hermanos y por los propósitos de Dios en nuestras vidas y naciones. Nuestro maestro se levantaba muy de mañana para orar, hagamos de la oración nuestro primer negocio, Dios hará el resto.

Aldo Daniel Monegal

Los negocios del Padre celestial

Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?
Lucas 2:49

Jesús era un niño de doce años cuando le dio esta respuesta a sus padres que lo buscaban hacía tres días. Desde niño el Señor sabía cuál era su ocupación principal, los negocios de su Padre Celestial. Tener en claro nuestro propósito y objetivo principal nos enfoca en poner todos los recursos espirituales, talentos, virtudes y dones en la meta que es hacer la voluntad de Dios y cuando vivimos en comunión con el Señor sus objetivos son los nuestros y nuestras metas son sus propósitos. El ocuparnos de las cosas de Dios es edificar nuestras vidas, el propósito del padre es bendecirnos y hacer que nuestras vidas sean una bendición para otros.
Si le damos el primer lugar a Dios en todo el nos pondrá en primer lugar a nosotros sobre todo. Que cosas están ocupando el primer lugar en tu vida?
Ocúpate en los negocios del Padre Celestial, ama a tu prójimo, pública las buenas nuevas del Reino para que los oprimidos sean libres, lleva la paz de Jesús a todo lugar donde vayas, extiende los límites del reino de los cielos en todo tiempo y lugar. Los negocios del padre celestial están centrados en la salvación de los perdidos, el amor a las almas y a su creación. Este negocio no produce perdidas, siempre da ganancia, su fruto es eterno, y el banco del cielos es nuestro depósito inconmovible.
Esta ocupación no produce estrés, no está ligada a la avaricia ni la corrupción, no hay lugar para los mentirosos, es el mejor negocio del mundo, su ganancia se disfruta en esta vida y en la venidera.
En este día pide a Jesús que quieres ser parte de los negocios del Padre y tu vida cobrará sentido, aprende a poner a Jesús en el centro de tu corazón, ocúpate de las cosas de tu Padre Celestial.

Aldo D. Monegal