Mateo 5: 14-16
»Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse.
Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa.
De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.
Dios los bendiga en este día!
La bendición de Dios se recibe y se comparte, nosotros siempre estamos pidiendo a Dios cosas para nosotros y nuestra familia, pero también somos llamados a compartir lo recibido. Jesús nos ilumina, nos rescata de la oscuridad, pero no solamente somos trasladados de la obscuridad a la luz, también somos transformados en luz. Por eso Jesús dice: ustedes son la luz del mundo.. de quienes está hablando Jesús? De los que somos sus servidores!
Esta palabra nos habla de una responsabilidad que tenemos como hijos de Dios, es iluminar con la luz que hay en nosotros la oscuridad que hay en el mundo.
Somos luz, la luz no es pasiva, es activa se mueve a una velocidad tremenda, y donde entra cambia el ambiente con su presencia, no es lo mismo una habitación oscura que una bien iluminada, así también el que camina en oscuridad tropieza, se golpea y se equivoca de camino, pero el que camina en luz ve por dónde camina y sabe a dónde va.
Nosotros estamos llamados a ser luz, porque esa es nuestra naturaleza, cuántos de los que te rodean están en oscuridad? Deja que la luz de Jesús que vive en tí, los ilumine!
Y si por algún motivo sientes que no estás habitando a la luz de la presencia de Dios, cierra tus ojos y ora al Señor diciendo: Padre Celestial, padre de las luces, lléname con la luz de Jesús, ilumina, con la luz de tu Santo Espíritu, en el nombre de Jesús!
Que Dios te bendiga!
Aldo D. Monegal
»Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse.
Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa.
De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.
Dios los bendiga en este día!
La bendición de Dios se recibe y se comparte, nosotros siempre estamos pidiendo a Dios cosas para nosotros y nuestra familia, pero también somos llamados a compartir lo recibido. Jesús nos ilumina, nos rescata de la oscuridad, pero no solamente somos trasladados de la obscuridad a la luz, también somos transformados en luz. Por eso Jesús dice: ustedes son la luz del mundo.. de quienes está hablando Jesús? De los que somos sus servidores!
Esta palabra nos habla de una responsabilidad que tenemos como hijos de Dios, es iluminar con la luz que hay en nosotros la oscuridad que hay en el mundo.
Somos luz, la luz no es pasiva, es activa se mueve a una velocidad tremenda, y donde entra cambia el ambiente con su presencia, no es lo mismo una habitación oscura que una bien iluminada, así también el que camina en oscuridad tropieza, se golpea y se equivoca de camino, pero el que camina en luz ve por dónde camina y sabe a dónde va.
Nosotros estamos llamados a ser luz, porque esa es nuestra naturaleza, cuántos de los que te rodean están en oscuridad? Deja que la luz de Jesús que vive en tí, los ilumine!
Y si por algún motivo sientes que no estás habitando a la luz de la presencia de Dios, cierra tus ojos y ora al Señor diciendo: Padre Celestial, padre de las luces, lléname con la luz de Jesús, ilumina, con la luz de tu Santo Espíritu, en el nombre de Jesús!
Que Dios te bendiga!
Aldo D. Monegal