Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos;
y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.
Isaías 45:2-3
Esta es la bendición que tienen los escogidos de Dios, la promesa es que El va delante de nosotros, por lo tanto caminamos confiados, sabiendo que Dios prepara el camina delante nuestro quitando los obstáculos, enderezando lo torcido, abriendo puertas, esa es la promesa de Dios para sus hijos.
Los que creen en Jesús descansan el nada los atemoriza ni el futuro, porque Dios va delante nuestro, ni el presente porque él está a nuestro lado, ni el pasado porque el Señor lo dejó atrás.
Esta palabra nos anima a ir hacia adelante con total confianza en Dios, nos hace libres del temor, Dios mismo va delante de nosotros. Nos promete librarnos del error, de caminos torcidos porque la guía de su Espíritu nos direcciona, pero además nos promete tesoros escondidos, si Dios tiene sorpresas para nosotros, secretos que Dios solo revela a sus escogidos.
Pero además dice que nos da un nombre nuevo, si Dios cambia nuestra identidad, ya no seremos los mismos cuando nos encontramos con nuestros creador nuestra vida cambia tan profundamente que somos hechos nuevas criaturas, creadas según el diseño original de Dios.
Así es la promesa de Dios, tan grande, tan exclusiva y personal, solo hay una condición para recibirla, CREER.
Aldo Daniel Monegal
y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.
Isaías 45:2-3
Esta es la bendición que tienen los escogidos de Dios, la promesa es que El va delante de nosotros, por lo tanto caminamos confiados, sabiendo que Dios prepara el camina delante nuestro quitando los obstáculos, enderezando lo torcido, abriendo puertas, esa es la promesa de Dios para sus hijos.
Los que creen en Jesús descansan el nada los atemoriza ni el futuro, porque Dios va delante nuestro, ni el presente porque él está a nuestro lado, ni el pasado porque el Señor lo dejó atrás.
Esta palabra nos anima a ir hacia adelante con total confianza en Dios, nos hace libres del temor, Dios mismo va delante de nosotros. Nos promete librarnos del error, de caminos torcidos porque la guía de su Espíritu nos direcciona, pero además nos promete tesoros escondidos, si Dios tiene sorpresas para nosotros, secretos que Dios solo revela a sus escogidos.
Pero además dice que nos da un nombre nuevo, si Dios cambia nuestra identidad, ya no seremos los mismos cuando nos encontramos con nuestros creador nuestra vida cambia tan profundamente que somos hechos nuevas criaturas, creadas según el diseño original de Dios.
Así es la promesa de Dios, tan grande, tan exclusiva y personal, solo hay una condición para recibirla, CREER.
Aldo Daniel Monegal