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Gloria a Dios

No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad.
Salmo 115:1

La vanagloria es lo opuesto a la humildad, el peor veneno para la vida espiritual y la relación con Dios es la vanagloria.
Por naturaleza el hombre se inclina a buscar recibir "gloria", ser reconocidos o destacarse en los grupos con los que se relaciona, el hombre busca ser el mejor, sobresalir de los demás.
En el camino del Señor los que buscan su propia gloria, son desechados, porque le están robando la Gloria a Dios.
La Biblia dice que Jesús abandonó su Gloria y se humilló por amor a nosotros, Filipenses 2: 5-8.
Si nuestro maestro se humilló, nosotros debemos seguir sus pasos, seguir a Jesús es identificarse con el, ser imitadores de Cristo. Todo lo que hacemos en la motivación correcta recibe la bendición de Dios, pero si nuestros motivos son egoístas y mezquinos no recibiremos nada de parte de Dios porque él da gracia a los humildes pero mira de lejos al altivo.
El sistema del mundo, sin Dios, es regido por el orgullo y la búsqueda del poder, la ambición personal, la vanagloria, pero en el reino de Dios las cosas son diferentes, el único grande, el único Rey e Jesús, y él dijo: (Mateo 20:25-28) Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Si estás buscando la bendición de Dios, no busques tu gloria, en todo lo que hagas o emprendas siempre entrega la Gloria a Dios!

A. D. Monegal

Los hijos de Dios

Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;
porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;
y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
Romanos 8:19-24

La creación entera espera que los hijos de Dios se revelen, todo lo que nos rodea está esperando aquel día, y nosotros también esperamos ese día en que todo nuestro ser será transformado. Llegará el día en que el plan de Dios llegará a su punto culminante y visiblemente nosotros y toda la creación seremos renovados.
Pero ahora estamos viviendo en un mundo que se hunden cada vez más en la corrupción, la violencia y la muerte. El odio de los hombres hacia su semejantes y hacia todo lo creado es cada vez más visible, y sus consecuencias también.

Pero nosotros somos los hijos de Dios (Juan 1:12) y tenemos las primicias, el adelanto de Espíritu Santo, aunque para el hombre común pasemos inadvertidos somos los hijos de Dios y tenemos el Espíritu Santo. Si bien pasamos por dificultades como todos, hay un poder en nosotros que siempre nos saca a victoria.
La creación está sujeta a frustración, pero nosotros no, somos libres. Ahora es el tiempo de manifestarnos, allí en el ámbito donde vivimos, tenemos que manifestación nuestra naturaleza, el carácter de un hijo de Dios. Donde esta un hijo de Dios tiene que manifestarse el amor de Dios, la paz la alegría, cambiamos  el pesimismo por esperanza, la tristeza por gozo, y la frustración por la fe en Dios.
La creación está esperando que te manifiestes hijo de Dios, tu familia, conocidos, están esperando ver a Dios en tí, y Jesús también espera que lo dejes actuar por medio tuyo.. libera a los cautivos, ora por los enfermos y anuncia la buena noticia de la bendición de Dios.

A. D. Monegal

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