Jesús le respondió: —Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios.
—¿Qué quieres decir? —exclamó Nicodemo —. ¿Cómo puede un hombre mayor volver al vientre de su madre y nacer de nuevo?
Juan 3:3-4 (NTV)
Jesús le hablaba a Nicodemo de cosas espirituales, pero él no podía percibir la enseñanza, interpretaba lo que el Señor le estaba diciendo con su mente natural. La Biblia dice que el hombre natural no puede recibir la sabiduría de Dios porque le parece una locura, así reaccionó Nicodemo cuando Jesús dijo es necesario nacer de nuevo, no podía ver más que la declaración literal de lo que Jesús decía, porque era un líder religioso conocía muy bien la ley de Moisés y los profetas, y estaba acostumbrado a los métodos y los rituales, la ley de Moisés está llena de preceptos y de instrucciones sobre que hay que hacer y no, Nicodemo esperaba que Jesús le dijese que tenía que hacer para entrar al cielo, pero cuando escucho sus palabras dijo: cómo puede hacerse esto? La divina respuesta dice: lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.
Para entrar al reino de Dios es necesario nacer de nuevo, así como somos no podremos entrar, tenemos que morir y nacer con una naturaleza cambiada, necesitamos tener la naturaleza de Dios. Nacer es volver a comenzar, un nuevo inicio con un carácter diferente, eso enseñaba Jesús. Los hijos de Dios nacemos de nuevo en el Espíritu por eso somos llamados hijos de Dios, porque él nos engendra en el Espíritu Santo, y no tenemos que hacer nada, solo creer en Jesús y recibir por fe el nuevo nacimiento.
Humanamente no se puede producir el nuevo nacimiento, porque es una obra de Dios, lo que es carne, carne es, lo que es Espíritu, espíritu es.
Para entender la sabiduría que viene de lo alto, necesitamos nacer de nuevo, solo el Espíritu Santo nos capacita para entender las cosas espirituales, Nicodemo no podía entender, así hay muchas cosas que son mal entendidas por los hombres.
Hay promesas de Dios que no estamos recibiendo porque las mal entendemos, como Nicodemo. Tenemos que creer como niños y recibir por fe las promesas de Dios, pidamos al Espíritu Santo que nos de sabiduría para entender las cosas espirituales que son para nosotros, para esta vida y la venidera.
Aldo Daniel Monegal
—¿Qué quieres decir? —exclamó Nicodemo —. ¿Cómo puede un hombre mayor volver al vientre de su madre y nacer de nuevo?
Juan 3:3-4 (NTV)
Jesús le hablaba a Nicodemo de cosas espirituales, pero él no podía percibir la enseñanza, interpretaba lo que el Señor le estaba diciendo con su mente natural. La Biblia dice que el hombre natural no puede recibir la sabiduría de Dios porque le parece una locura, así reaccionó Nicodemo cuando Jesús dijo es necesario nacer de nuevo, no podía ver más que la declaración literal de lo que Jesús decía, porque era un líder religioso conocía muy bien la ley de Moisés y los profetas, y estaba acostumbrado a los métodos y los rituales, la ley de Moisés está llena de preceptos y de instrucciones sobre que hay que hacer y no, Nicodemo esperaba que Jesús le dijese que tenía que hacer para entrar al cielo, pero cuando escucho sus palabras dijo: cómo puede hacerse esto? La divina respuesta dice: lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.
Para entrar al reino de Dios es necesario nacer de nuevo, así como somos no podremos entrar, tenemos que morir y nacer con una naturaleza cambiada, necesitamos tener la naturaleza de Dios. Nacer es volver a comenzar, un nuevo inicio con un carácter diferente, eso enseñaba Jesús. Los hijos de Dios nacemos de nuevo en el Espíritu por eso somos llamados hijos de Dios, porque él nos engendra en el Espíritu Santo, y no tenemos que hacer nada, solo creer en Jesús y recibir por fe el nuevo nacimiento.
Humanamente no se puede producir el nuevo nacimiento, porque es una obra de Dios, lo que es carne, carne es, lo que es Espíritu, espíritu es.
Para entender la sabiduría que viene de lo alto, necesitamos nacer de nuevo, solo el Espíritu Santo nos capacita para entender las cosas espirituales, Nicodemo no podía entender, así hay muchas cosas que son mal entendidas por los hombres.
Hay promesas de Dios que no estamos recibiendo porque las mal entendemos, como Nicodemo. Tenemos que creer como niños y recibir por fe las promesas de Dios, pidamos al Espíritu Santo que nos de sabiduría para entender las cosas espirituales que son para nosotros, para esta vida y la venidera.
Aldo Daniel Monegal