Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva. Filipenses 1:6
Todos los que tenemos a Jesús en el corazón, y seguimos sus pisadas, estamos en un proceso de Dios. Una obra comenzó en nosotros el día que le dimos el corazón a Cristo, al aceptar que Jesús sea nuestro Señor y Rey pasamos a ser de su propiedad, y el Espíritu Santo nos está transformando en hombres y mujeres nuevos, de lo contrario no podremos ser ciudadanos de su Reino.
Esto quiere decir que no somos perfectos, tenemos errores, nos equivocamos. Una de las señales de esa transformación, es cuando aprendemos a reconocer nuestras equivocaciones, Dios nos quita la soberbia, el no aprueba la rebeldía, ni la autosuficiencia, nos enseña a ser humildes, a entender que dependemos de él en todo, y que sin su ayuda nada podemos hacer. Jesús dijo: "aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán el descanso para sus almas" (Mateo 11:29), la mansedumbre es una cualidad de los grandes líderes Bíblicos, Moisés el mayor líder de Israel lo fue: "Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra"(Números 12:3)
Jesús dijo: Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad (Mateo 5:5)
Ser manso es dejarse moldear por el alfarero Divino, cuando entendemos que todo está bajo el control del Señor nada nos altera, no somos rebeldes a las situaciones que nos presenta la vida, transitamos con mansedumbre y confianza en Dios, cualquier camino. Aprendemos a aceptar las correcciones de Dios, y de sus siervos y siervas, con mansedumbre, porque sabemos que estamos siendo procesados para algo grande. Si no aceptamos la disciplina, no somos aptos para servir al Señor, (Hebreos 12:6-11) el proceso incluye, crecer en humildad y mansedumbre, y menguar en soberbia y rebeldía. El proceso significa negarse a sí mismo, es aceptar con mansedumbre lo impuesto por Dios su voluntad, aunque a veces implique hacer algo que no nos agrada, soportar cosas que sin Dios rechazaríamos, por este motivo Jesús dijo: y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.(Mateo 10:38)
Seguir a Cristo no es difícil, depende de qué tan dispuestos estemos a ser procesados, " el que comenzó la obra en vosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" ¿Estás dispuesto, dispuesta a entrar en el proceso del Señor?
Si tu respuesta es sí, entonces se reverente con Dios, y con sus siervos, ama su iglesia de la cual tú eres parte, y vive con mansedumbre y humildad, y descubrirás que significa descansar en Jesús.
Todos los que tenemos a Jesús en el corazón, y seguimos sus pisadas, estamos en un proceso de Dios. Una obra comenzó en nosotros el día que le dimos el corazón a Cristo, al aceptar que Jesús sea nuestro Señor y Rey pasamos a ser de su propiedad, y el Espíritu Santo nos está transformando en hombres y mujeres nuevos, de lo contrario no podremos ser ciudadanos de su Reino.
Esto quiere decir que no somos perfectos, tenemos errores, nos equivocamos. Una de las señales de esa transformación, es cuando aprendemos a reconocer nuestras equivocaciones, Dios nos quita la soberbia, el no aprueba la rebeldía, ni la autosuficiencia, nos enseña a ser humildes, a entender que dependemos de él en todo, y que sin su ayuda nada podemos hacer. Jesús dijo: "aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán el descanso para sus almas" (Mateo 11:29), la mansedumbre es una cualidad de los grandes líderes Bíblicos, Moisés el mayor líder de Israel lo fue: "Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra"(Números 12:3)
Jesús dijo: Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad (Mateo 5:5)
Ser manso es dejarse moldear por el alfarero Divino, cuando entendemos que todo está bajo el control del Señor nada nos altera, no somos rebeldes a las situaciones que nos presenta la vida, transitamos con mansedumbre y confianza en Dios, cualquier camino. Aprendemos a aceptar las correcciones de Dios, y de sus siervos y siervas, con mansedumbre, porque sabemos que estamos siendo procesados para algo grande. Si no aceptamos la disciplina, no somos aptos para servir al Señor, (Hebreos 12:6-11) el proceso incluye, crecer en humildad y mansedumbre, y menguar en soberbia y rebeldía. El proceso significa negarse a sí mismo, es aceptar con mansedumbre lo impuesto por Dios su voluntad, aunque a veces implique hacer algo que no nos agrada, soportar cosas que sin Dios rechazaríamos, por este motivo Jesús dijo: y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.(Mateo 10:38)
Seguir a Cristo no es difícil, depende de qué tan dispuestos estemos a ser procesados, " el que comenzó la obra en vosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" ¿Estás dispuesto, dispuesta a entrar en el proceso del Señor?
Si tu respuesta es sí, entonces se reverente con Dios, y con sus siervos, ama su iglesia de la cual tú eres parte, y vive con mansedumbre y humildad, y descubrirás que significa descansar en Jesús.