Mostrando entradas con la etiqueta piedras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta piedras. Mostrar todas las entradas

El Templo de Dios

Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
1 Pedro 2:4-5

La Biblia dice que Dios no habita en templos hechos por el hombre, en este tiempo el vive en el corazón de sus hijos por medio del Espíritu Santo, somos templos vivientes.
También dice Dios que un gran edificio espiritual se está construyendo, que Jesús  es la piedra principal de este edificio, cada hijos de Dios, nosotros somos piedras vivas de este templo y sacerdotes, Dios habita en nosotros y entre nosotros, somos la habitación del Espíritu Santo de Dios.
Tenemos que mantener limpio y santificado el templo, no podemos permitir que los malos sentimientos y pensamientos o las malas acciones y hábitos, corrompan la habitación de Dios, perdona y pide perdón a Dios para ser limpiado. Tenemos que estar llenos de paz, de gozo y amor porque en esto consiste el Reino de Dios, si el Espíritu Santo está en nosotros así tenemos que vivir. La característica de una piedra es que no cambia es dura, y encaja en un lugar determinado, Jesús es la piedra angular sin ella esté templo no sería posible, El no cambia, es estable, no se deforma, es firme y permanece para siempre, ese debe ser nuestro  carácter como el de una piedra, el carácter de Cristo se debe reflejar en nosotros.
Somos piedras vivas, tenemos que crecer espiritualmente hasta alcanzar un carácter firme, somos parte del edificio espiritual de Jesús.
Acerquémonos cada día más a Él, y su carácter se presencia se manifestará en nosotros, para ser canales de bendición para otros, como casa de Dios que somos la gente tiene que encontrar a Dios en nosotros, la presencia de su Santo Espíritu, fluyendo en nosotros bendecirá mitras vidas y la vida de la gente que nos rodea. Cumplamos nuestros sacerdocio orando por los demás, llevando a la gente a Dios, enseñando la verdad de su palabra a la gente, ofrezcamos sacrificios de alabanza con nuestros hechos y palabras cada día, para eso fuimos escogidos, Dios te dice te bendeciré y serás de bendición, recuerda en este día somos templo y sacerdotes del Dios Altísimo.

Aldo Daniel Monegal