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Ira Santa

1 Samuel 11:6
Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él se encendió en ira en gran manera.

Cuando estamos llenos del poder de Dios, no podemos resistir la injusticia, nos llenamos de indignación. El Espíritu Santo nos convierte en personas celosas por defender la causa de los desamparados, y la causa de nuestros hermanos.
No podemos quedarnos quietos cuando vemos la necesidad, hay un fuego que arde en nuestro interior que nos lleva a ser instrumentos de Dios para confrontar la injusticia, y oponernos a todo lo malo que oprime, esclaviza, a todo lo que se levanta contra la justicia de Dios. La Biblia dice que nuestra lucha no es contra sangre ni carne, nuestros enemigos son espirituales, para batallar tenemos que dejar que el Espíritu Santo nos llene de ira santa, no seamos pasivos frente a la opresión del enemigo, no dejemos que la injusticia y la maldad gane terreno, si tenemos que confrontar a alguien, que sea con la palabra de Dios, será como una espada saliendo de nuestra boca, para herir, si es necesario, al que se deje usar por el enemigo para oponerse a la justicia del Señor.
Somos guerreros de Cristo, peleamos contra el reino de las tinieblas y sus secuaces.
Saúl se llenó de indignación cuando supo que un enemigo estaba atacando a sus hermanos, para robarles lo que Dios les había dado, cuando Saúl escuchó el llanto de los desvalidos, el Espíritu de Dios vino sobre él y se llenó de ira, convocó a los guerreros, fueron a enfrentar al enemigo, y lo vencieron.
No dejes que el enemigo de oprima, en ningún área, cuando quiere esclavizarte con el vicio y el pecado, enojate! Cuando quiera empobrecerte, enojate! Cuando quiera detener la voluntad de Dios injustamente, enojate! Cuando quiera dividir tu familia, o arrebatar a tus hijos, o quitarte a tu cónyuge, enojate! Confronta contra todo lo que se manifieste contra la voluntad de Dios en tu vida, y en tu entorno.
Que el Espíritu Santo venga sobre vos y activé ese  guerrero, o guerrera, que está dentro tuyo, en el nombre de Jesús!

Ptr. Aldo