Son más los que están con nosotros

El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. 
2 Reyes 16

Está palabra habla de una batalla, de una pelea que debemos enfrentar cada día. Este capítulo de la biblia, nos cuenta la historia de un profeta y su sirviente, que fueron atacados por un ejército enemigo, por causa de su servicio a Dios. Ellos eran dos hombres, contra una multitud, pero Dios estaba con ellos. Dios nunca abandona a los que buscan su protección, y menos a los que dedican su vida a servirle. La primera reacción del sirviente, de Eliseo, fue el temor ante un peligro inminente, él estaba mirando la situación desde una perspectiva natural, en cambio el profeta podía ver más allá, lo que estaba pasando en el mundo espiritual. En nuestras batallas diarias, tenemos que tener una clara visión espiritual para saber a qué nos enfrentamos, y para ver quien es nuestro respaldo. Si somos sirvientes de Dios, todo lo que se levante contra nosotros, será derrotado por Dios, porque él es quien pelea por su pueblo. Debemos orar para que Dios no abra los ojos, para poder ver los ejércitos celestiales que pelean a nuestros favor, entonces en medio de cada crisis diremos, no temas porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.

Tiempo de vencer

No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Romanos 12:21

Si hay un versículo que define la lucha de un hijo de Dios en esta tierra, es este versículo. Somos portadores de la naturaleza de Dios, llevamos su presencia en nosotros, y la esencia de la naturaleza de Dios es el amor. Estamos capacitados para amar a Dios y al prójimo, como manda la palabra de Dios,  "porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado" (Romanos 5:5 a) pero en un mundo que está contaminado de maldad, corremos el peligro de ser vencidos por el mal. Venimos de una naturaleza corrompida, por el pecado, y cuando el mal nos vence comienza a manifestarse lo peor de nosotros, aquellas cosas de las que nos arrepentimos delante de Dios, lo que nos avergüenza, sale nuevamente a luz. Es el peligro que acecha a los hijos de Dios, caer en la tentación de volver atrás, ser vencido por lo malo es dar frutos de maldad, mentir, ser violentos, engañar, odiar, todo esto tiene que ver con nuestra vieja naturaleza, que aún persiste en nosotros, y quiere resurgir. Pero también tenemos dentro nuestro el poder de hacer el bien, y es la presencia de Dios, su Santo Espíritu que nos da el poder de vencer con el bien el mal. Por lo tanto no debes olvidar que eres un hijo, una hija de Dios, y que su presencia vive en vos, no te dejes vencer por lo malo, ni por los malos, vence con el bien, usa la autoridad de Dios, y su arma más poderosa el amor de Cristo, para vencer toda maldad en el nombre de Jesús! 


Dios te bendiga!

Pastores Aldo y Stella.

Mi Dios suplirá

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)

Está es una declaración de fe, la palabra de Dios es aplicable a nosotros hoy, aunque fue una carta que el Apóstol Pablo envió a los hermanos de la iglesia en Filipos, desde la cárcel, es palabra de Dios inspirada por el Espíritu Santo, y tan actual como lo fue hace dos mil años. Es como un mensaje que nos llega hoy a nosotros de parte de Dios, y nos dice: no se preocupen por nada, nuestro Dios es fiel, y enviará a nuestra vida todo lo que nos falte.

¡Que maravilloso es nuestro Dios! No hay nada imposible para él, y si nosotros creemos fielmente, cuando oremos recibiremos lo que pedimos.
Aquí Pablo les hablaba a los hermanos fieles que servían a Dios, y demostraron su fe colaborando con el servicio del Apóstol Pablo, si leemos desde el versículo 10 del capítulo 4, nos daremos cuenta que Pablo les está hablando de la constante ayuda que los filipenses enviaban al siervo de Dios, y que consideraba un sacrificio a Dios mismo. Por esta causa Pablo declara, que así como los filipenses se preocuparon por suplir la necesidad del siervo de Dios (Pablo) Dios suplirá toda necesidad en ellos mismos. Si vivimos alineados a la voluntad de Dios, y todo lo que hacemos, lo hacemos para Él, nada será imposible para nosotros, y Dios estará siempre enviando su ayuda y provisión sobrenatural.
Recuerden: Dios siempre suplirá toda necesidad en el nombre de Jesús! 

Debemos orar en todo tiempo, y más cuando estamos en necesidad, porque Dios está atento a nuestras oraciones y es fiel para enviar su bendición abundante, no debemos dar lugar al desaliento, o pensar que la imposibilidad es más grande que el Dios de los imposibles, lo que la palabra de Dios dice es "si, y amén"


P. Aldo D. Monegal 

El día del Señor vendrá

26  Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. 
 27  Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
 28  Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
 29  mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. 
 30  Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.

(Lucas 17:26-30)


Jesús dejó referencias históricas que son señales para nosotros, los que llegamos a esta altura de los tiempos, o "postreros tiempos" cómo día la palabra de Dios. Aquí el Señor habla sobre su regreso, su segunda venida, la primera venida del Señor fue hace dos mil años, cuando él entrega su vida en la cruz, y resucita al tercer día, allí comenzó la era de la iglesia, que vivimos hoy.
El calendario divino dice que los próximos acontecimientos que están por cumplirse son el arrebatamiento de la iglesia, y su segunda venida visible, para juzgar la tierra y establecer su reino visible por mil años. El rapto, o arrebatamiento es lo que esperamos nosotros como iglesia, nadie sabe ni el día ni la hora, solamente tenemos  señales que nos revelan lo cercano que está ese momento. Una señal muy evidente es la corrupción de la sociedad, del planeta, y la corrupción espiritual de la gente, y la apostasía de la iglesia, son señales que están a la vista hoy. En los días de Noé, la corrupción de la humanidad, llegó al colmo, tanto que Dios dijo: me arrepiento de haberlos creado.
En los días de Lot, la ciudad de Sodoma y Gomorra, eran tan corruptas, que Dios decidió destruirlas. Son dos ejemplos de depravación moral, maldad y pecado extremo, que Jesús usa como parámetro para hablar de los últimos tiempos. Hoy la maldad, la inmortalidad, la violencia, los crímenes son cada vez más comunes, en lo espiritual, la idolatría, y el contacto con espíritus inmundos, por medios de la práctica de religiones y filosofías de todo tipo son practicadas por la gente, una de ellas es el Reiki, una forma de espiritismo oriental. 
Las iglesias afectadas por doctrinas antibíblicas, entran en adulterio espiritual. Todo esto son señales de que la llegada del Señor está más cerca que nunca. ¿Cuál es el consejo de Jesús para nosotros? La respuesta es: velad y orad.
Velar es estar atentos despiertos, vigilando, para no caer en el sueño espiritual, trabajar para que cuando Cristo se manifieste nos encuentre despiertos y activos en su obra. Porque no sabemos ni el día ni la hora, pero si debemos estar seguros que el día del Señor vendrá.
Meditemos en esta palabra, oremos y velemos, pero también anunciemos a otros que Jesús viene pronto! 

Justicia Divina

Salmo 10:11-14 (NTV)

 11  Los perversos piensan: «¡Dios no nos mira! ¡Ha cerrado los ojos y ni siquiera ve lo que hacemos!». 
 12  ¡Levántate, oh SEÑOR! ¡Castiga a los perversos, oh Dios! ¡No te olvides de los indefensos!
 13  ¿Por qué los perversos  desprecian a Dios y quedan impunes? Piensan: «Dios nunca nos pedirá cuentas». 
 14  Pero tú ves los problemas y el dolor que causan; lo tomas en cuenta y los castigas. Los indefensos depositan su confianza en ti; tú defiendes a los huérfanos.


La maldad siempre existió desde la caída del hombre y la mujer en el Edén, pero en nuestros días es muy evidente que la maldad va en aumento. Las personas que niegan a Dios, y viven contra los principios morales esenciales, el odio de unos contra otros, se manifiesta en crímenes, injusticia, y toda clase de maldades.
Los hijos de Dios no están exentos de este mal, la palabra de Dios dice que los pobres, los huérfanos, los más débiles son víctimas de los malvados. El poder de este mundo está en manos de personas corruptas, injustas y malvadas, esa es su forma de vida, piensan que Dios nos nos ve, que nunca rendirán cuentas al Creador, pero se equivocan.

La vida del cristiano se hace difícil, en un mundo lleno de maldad, y a veces como el salmista nos preguntamos ¿Porque los malvados desprecian a Dios y quedan impunes? ¿Porque prosperan los que hacen maldad? Parece injusto, pero aunque no lo puedas entender, el malvado también cumple una función dentro de la obra de Dios. 
Cada palabra, cada hecho de injusticia, no es pasado por alto, Dios registra cada acción y cada palabra, porque hay un juicio. También para los servidores de Dios, abra un juicio. 
No te inquietes por causa de los malvados, no dejes que la tentación de devolver mal por mal, te rebaje al nivel de ellos. Confía en Dios y vive haciendo del bien, porque así como hay recompensa para los hijos de Dios fieles, también hay una sentencia sobre los que ignoran a Dios. 

El rechazo del mundo

1 Corintios 1:25-28

25  Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
 26  Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
 27  sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
 28  y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,


Las reglas de este mundo califican a las personas en niveles sociales, culturales e intelectuales, según la posición que ocupes en la escala de valores de este mundo, serás aceptado y rechazado por la sociedad. Siempre pasó esto, desde tiempos antiguos, por eso siempre abundan los pobres, los desplazados, porque el sistema deja afuera a los que no alcanzan el nivel que la sociedad exige. En la ciudad de Corinto pasaba lo mismo hace dos mil años, los griegos buscaban la sabiduría humana, era una sociedad llena de filósofos que escribieron libros que perduran hasta hoy, también estaban los judíos, que esperaban al mesías, cuando las multitudes escuchaban el mensaje del evangelio, lo rechazaban porque no podían tomar como Dios y Señor a un Cristo que fue muerto en una cruz, y mucho menos creer en su resurrección. Otra  de las razones por las que el sistema rechaza el Evangelio, fue y sigue siendo que sus mensajeros son gente común, a veces sin estudio ni preparación académica, algunos eran pobres o mejor dicho no pertenecían a la nobleza que eran los dueños de los recursos, para estudiar y alcanzar un mejor estatus social. Pero nuestro Padre Eterno siempre sorprende a la humanidad, le gusta avergonzar al diablo y su sistema de maldad, usando personas que el mundo rechaza para que sean sus guerreros.
Porque los débil de Dios es más fuerte que los hombres ¡Que grande es nuestro Dios! No te avergüences si para el mundo no eres aceptable, Dios te escogió no por tu sabiduría, ni tu fortaleza, sino porque vio tu corazón. Aunque el mundo te rechace, Dios no te dejará, aunque para el mundo no tengas valor, para Dios eres su especial tesoro. Y lo más hermoso de todo esto es que tu vida rechazada por el mundo, será usada para poner en vergüenza a los que te avergonzaron. 
No somos ricos, ni sabios, ni fuertes, según está sociedad, pero eso no significa que sea verdad, no creas el cuento del mundo, cree lo que Dios dice de tí. Dios dijo: destruiré la ciencia de los entendidos, y la sabiduría de los sabios, pero mis siervos y siervas resplandecerá como las estrellas del firmamento, en la noche oscura!

Cambiar tu atmósfera espiritual

Salmo 27:13-14

 13  Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.
 14  Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová. 

Confiar en las promesas de Dios es lo que nos sostiene en pie, la fidelidad de su palabra es nuestro horizonte. Creer en esas promesas de vida y bendición nos rescata cada día de la frustración, por eso el salmista dice "hubiera yo desmayado, si no creyese" aveces no vemos la bendición, pasan los días, los meses y los años, hasta que llegamos a pensar que no hay respuesta de Dios, lo único que vemos es maldad, trabajo y desaliento, cosas que nos hacen desmayar. Quisiéramos ver una señal divina para poder creer que Dios está con nosotros, pero no es necesario porque su palabra promete que Dios está con nosotros si nosotros estamos con él, entonces no necesitamos ver para creer, porque Dios ya nos habló.
Lo importante de creer en lo que Dios ya dijo, es la llave para entrar a disfrutar de lo que Dios ya nos dió.
El salmista agregá: "que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes" cuando todo está oscuro es difícil pensar que el día llegará pronto, las condiciones adversas de este mundo nos hacen perder las esperanzas, somos asediados por pensamientos negativos al punto de caer en profundas tristezas, pero cuando la promesa de Dios se activa en nosotros, es como un ascensor que nos eleva, nos lleva a la superficie, nos levanta. Cuando el cielo está oscurecido por las nubes, no quiere decir que el sol no esté brillando, por encima de esas nubes hay un hermoso día soleado. "`Espera en Jehová;' dice el escritor, " Esfuérzate" son acciones que debemos realizar nosotros, después de creer en su promesa, hay que descansar espiritualmente en Dios, y esforzarse por vivir su promesa en nosotros. La Biblia dice que Dios nos Dios Espíritu de dominio propio, 2 Timoteo 1:7, cuando leemos los salmos encontramos que el escritor le habla en ocasiones a su propia alma, en versículo catorce es una palabra que el salmista se dice a sí mismo. Tenemos que declararnos las promesas a nosotros mismos, cuando estamos tristes sin motivo aparente, decir: alma mía alégrate en el Señor! Confesar las promesas de Dios educan nuestra alma, que debe ser transformada con la ayuda del poder de Dios, y nuestra fe y esfuerzo. Claro que es difícil, los caminos del Señor son maravillosos, pero no son siempre fáciles, requieren esfuerzo, dedicación, disciplina, y mucha fe. Toma estos versículos del Salmo y declara en voz alta, que tu alma escuche la palabra de Dios, en este día. Hay victoria en el nombre de Jesús.


P. Aldo