Apocalipsis 1;12-18
12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,
13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.
16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
En esta visión el Apóstol Juan pudo ver a Jesús en su estado actual glorificado así es nuestro Señor, la descripción de Juan nos da la idea de un Dios terrible, Todopoderoso el despliegue de su fuerza y poder, su vestidura y su corona de Rey de Reyes y Señor de señores, la espada que sale de su boca es el arma ofensiva, su rostro brilla como el sol al medio día. Jesús se muestra como Rey y como Juez, es un Dios guerrero, el aspecto fue tan terrible y el poder que salía de él que Juan cayó como muerto a sus pies, su siervo, su testigo sintió temor de su Señor, no era como él lo conoció cuando caminó con el
ahora se mostraba como realmente e fue siempre, como Dios mismo.
Muchos tienen una imagen de Dios que no es la verdadera, la mayoría reciben su imagen del Señor por lo que escuchan de otros o por lo que se imaginan, no han tenido un encuentro personal con el Dios de la Gloria, pero cuando Jesús se revela tal como es todo cambia y el que pasa por esta experiencia no vuelve a ser igual.
Mientras no vemos a Jesús tal como él es, vivimos nuestras vidas sin disfrutar de todo el potencial que representa conocerle, Juan estaba en pie pero cuando lo vio cayó a sus pie como muerto, muchos andan de pie sin humillarse ante Dios, solo cuando reciben ese encuentro personal con Cristo caen postrados a sus pies como Juan.
Lo más glorioso es que ese Señor de aspecto tan terrible, pone su mano sobre su siervo y le dice dulcemente : No Temas, yo soy el primero y el último; Jesús mismo te dice no tengas miedo confía en mí.
Tu Señor venció a la muerte y tiene dominio sobre ella para hacerte libre, en su poder están las llaves de tu liberación. Busca cada día al Señor, el se revelará a ti para que lo veas tal cual es, y escuches sus palabras.
Aldo Daniel Monegal
12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,
13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.
16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
En esta visión el Apóstol Juan pudo ver a Jesús en su estado actual glorificado así es nuestro Señor, la descripción de Juan nos da la idea de un Dios terrible, Todopoderoso el despliegue de su fuerza y poder, su vestidura y su corona de Rey de Reyes y Señor de señores, la espada que sale de su boca es el arma ofensiva, su rostro brilla como el sol al medio día. Jesús se muestra como Rey y como Juez, es un Dios guerrero, el aspecto fue tan terrible y el poder que salía de él que Juan cayó como muerto a sus pies, su siervo, su testigo sintió temor de su Señor, no era como él lo conoció cuando caminó con el
ahora se mostraba como realmente e fue siempre, como Dios mismo.
Muchos tienen una imagen de Dios que no es la verdadera, la mayoría reciben su imagen del Señor por lo que escuchan de otros o por lo que se imaginan, no han tenido un encuentro personal con el Dios de la Gloria, pero cuando Jesús se revela tal como es todo cambia y el que pasa por esta experiencia no vuelve a ser igual.
Mientras no vemos a Jesús tal como él es, vivimos nuestras vidas sin disfrutar de todo el potencial que representa conocerle, Juan estaba en pie pero cuando lo vio cayó a sus pie como muerto, muchos andan de pie sin humillarse ante Dios, solo cuando reciben ese encuentro personal con Cristo caen postrados a sus pies como Juan.
Lo más glorioso es que ese Señor de aspecto tan terrible, pone su mano sobre su siervo y le dice dulcemente : No Temas, yo soy el primero y el último; Jesús mismo te dice no tengas miedo confía en mí.
Tu Señor venció a la muerte y tiene dominio sobre ella para hacerte libre, en su poder están las llaves de tu liberación. Busca cada día al Señor, el se revelará a ti para que lo veas tal cual es, y escuches sus palabras.
Aldo Daniel Monegal
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