No dejen de orar

Nunca dejen de orar. No apaguen al Espíritu Santo.
1 Tesalonicenses 5:17 y 19 (NTV)

Toda la Biblia pone énfasis en el poder de la oración, gracias a la oración los héroes de la fe lograron hacer proezas, estando Dios de su lado. La oración es fundamental en la vida Cristiana, cuando oramos no solamente estamos presentando nuestras peticiones y necesidades a Dios Padre para recibir su pronta respuesta, cuando oramos nos convertimos en un sacerdote de Dios interponiéndose entre los necesitados y Dios mismo en favor de ellos, esto se llama interceder. Pero además cuando oramos hacemos guerra contra las huestes espirituales de maldad, cuando pedimos que se termine la violencia en el mundo o pedimos por las naciones donde no hay libertad de predicar el evangelio, donde hay persecución de la iglesia, en esa oración estamos haciendo guerra contra los principados que gobiernan esas regiones, cuando oramos por la situación social actual por esos lugares donde hay mucha inseguridad, batallamos contra los espíritus que esclavizan a los barrios donde hay narcotráfico y delincuencia. Cuando oramos somos transformados, así como Moisés subió a la presencia de Dios en el monte Sinaí y al descender su rostro resplandecía porque la gloria de Dios estaba en él, cuando nosotros oramos la presencia de Dios nos impregna de su gloria, cuando pedimos por nuestros enemigos por los que nos ofenden o calumnian estamos siendo transformados para ser más parecidos a nuestros Señor que perdonó a sus enemigos aún estando en la cruz. Al orar no dejamos que el fuego del espíritu Santo se apague en nosotros, porque el aceite del Espíritu es el combustible que mantiene el fuego ardiendo en nuestro corazón, orar nos permite vivir en avivamiento. Nuestra relación con Dios depende del nivel que tenemos en nuestra vida de oración y este nivel determina nuestra autoridad espiritual y la unción de Dios para vivir en lo sobrenatural aquí y ahora. El Apóstol Pablo sabía, cómo todos los apóstoles, lo importante que es mantener una vida de oración, por eso escribió "oren sin cesar" el enemigo de Dios no quiere que oremos él sabe que si logra que abandonemos nuestra vida de oración tiene más de mitad de la batalla ganada, que podemos ser vencidos si estamos débiles y apagados. Por eso recibe esta palabra no descuides tu vida de oración y no permitas que el fuego del espíritu se apague en ti.

Aldo Daniel Monegal.

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