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Orando y escuchando la voz de Dios

1 Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja
2 Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
3 Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.

Orar y esperar velando la respuesta de Dios, es ese día y vuelta que establece la comunicación, cuando hablamos de orar creemos que es recitar un monólogo, hablar usando palabras especiales, o usar una fórmula cayendo que así nos aseguramos que Dios hará lo que pedimos. Es lo que Jesus llamo "palabreria" poniendo como ejemplo a los religiosos que pensaban que sus oraciones eran especiales y por eso serían escuchados. El profeta Habacuc, declaró su queja ante Dios, sobre el problema de la injusticia que se veia a diario en el mundo, y después espero la respuesta de Dios velando y confiando que Dios le respondería.
Es muy importante está etapa de la comunión con Dios, esperar y velar para recibir una respuesta. Las respuestas no siempre son el cumplimiento de nuestra petición, generalmente oramos y esperamos la respuesta pensando que si recibimos lo que pedimos significa que Dios nos respondió, pero si no recibimos nada también lo consideramos una respuesta de Dios. Olvidamos que Dios habla hoy, no creemos que Dios nos puede dar una respuesta por medio de su voz. El profeta no solo recibió la respuesta divina, además Dios le dijo que escriba esa palabra, para que la reciban otros. La respuesta de Dios a nuestra oración, también afecta a otros, la oración no siempre es para pedir cosas, la oración es para pedir instrucciones a Dios, para pedir revelación sobre el presente, y si es su voluntad sobre el futuro inmediato y lejano. Los hombres y mujeres de Dios de la biblia, caminaban orando y recibiendo repuesta de Dios en hechos y en palabras, Dios direcciona, establece instrucciones para sus hijos, Abraham estaba preocupado porque no tenía un heredero, y Dios le hablo sobre su futuro le dijo que de él saldría una gran nación, como las estrellas del cielo en multitud, pero además le hablo del futuro lejano de sus desendientes, para darle la certeza de que la promesa era firme.
Dios escucha nuestras oraciones, ahora nos debemos velar, esperando su respuesta, escuchar con atención lo que Dios quiere decirnos tocante a nuestra vida. No estamos a la deriva, Dios nos guía y tiene un plan trazado para cada uno de nosotros, busca, y espera, ora y vela Dios no falla.

ADMonegal

Semejantes a Jesús

Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió* por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos.
Él nunca pecó y jamás engañó a nadie.*
No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia.
Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, son sanados.
1 Pedro 2:21-24 (NTV)

Seguir a Jesús con la idea de ser semejantes a Él pensando en las maravillas que hizo, los milagros, sanidades, la autoridad para reprender demonios y detener la tormenta o caminar sobre el mar, es la motivación de la mayoría. Todos quieren ser semejantes al Jesús que avergonzó a los religiosos con su enseñanza, que fue recibido como un rey en su entra a Jerusalén, pero esa es solo una parte de la vida de Jesús. La verdad es que el Señor nunca dijo a los discípulos que lo siguieran apelando al poder que recibirán del Espíritu Santo para sanar enfermos y hacer milagros, él dijo: aquel que quiere venir en pos de mí, tome su cruz cada día y sígame.
Queremos la Gloria de Jesús, pero rechazamos padecer como él padeció, Jesús fue rechazado, por su familia y conciudadanos, fue traicionado por su seguidor más cercano, recibió mal por bien, fue criticado, condenado injustamente, maltratado físicamente, todo por predicar del amor de Dios, sanar enfermos, y hablar de la vida eterna, por dar esperanza a los desvalidos, por liberar a los oprimidos, por hacer toda clase de bien, fue condenado a muerte y crucificado en medio de dos criminales.
Pero nunca pecó, no insulto, ni devolvió mal por mal, no se defendió, no amenazó aunque podía hacerlo, no respondió cuando lo insultaron y lo juzgaron falsamente, solo dejo todo en manos del Padre Celestial porque él es el juez justo.
Así cargo nuestro pecado, entregó su vida por sus amigos y enemigos, se sacrificó a sí mismo.
Esto cuesta seguir a Jesús, estar dispuesto a recibir mal por bien, correr el riesgo de ser traicionado por la persona de confianza, ser criticado injustamente, juzgado, no entender porque todos se vuelven en tu contra, estas dispuesto a ser humillado? Estás dispuesto a sacrificar tu orgullo, tu posición por ser como Jesús ?
Esto es seguir a Jesús estar dispuesto a padecer como Él, y saber que recibiremos recompensa, si somos semejantes a Él en su muerte, también seremos semejantes a Él en la Gloria de su resurrección.

Amigo, amiga, hermanos si estás descoser radio porque deseas ser un verdadero discípulo de Jesús, y recibes mal por bien, traiciones, críticas y parece que el mundo se levanta contra ti, sabe que vas por buen camino, no te sorprendas, no desanimes así como pasaremos por estas cosas también haremos proezas en su nombre, veremos su gloria en nuestras vidas, y su poder se manifestará en nosotros. Viene tu victoria, hay que pagar el precio de ser un seguidor de Jesús, el dijo: en el mundo tendréis aflicción pero confiad yo he vencido al mundo.

A.D.Monegal