Ahora, porque no has creído lo que te dije, lo cual será cumplido a su debido tiempo, estarás en silencio, sin poder hablar, hasta el día que estas cosas tomen lugar."
Lucas 1:20 (Kadosh)
Uno de los obstáculos más grandes que tienen los hijos de Dios para recibir sus bendiciones es la incredulidad, la duda la falta de fe, la Biblia dice : "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." Hebreos 11:6.
Cuando dejamos de creer y confiar en la palabra de Dios nos volvemos sordos y mudos, como Zacarías el padre de Juan el Bautista, que un ángel se le apareció y le dijo que tendría un hijo que sería un mensajero de Dios, pero Zacarías era viejo y su esposa era estéril, para él fue más fuerte la imposibilidad que la promesa de Dios, y no podía creer, la sentencia fue que quedaría mudo hasta que se cumpliera la palabra, el Señor es misericordioso.
Aveces por medio de circunstancias adversas el Señor quita de nosotros la incredulidad, somos llevados al desierto para aprender que solo dependemos de Dios y su palabra. Zacarías fue enmudecido por causa de su incredulidad, pero además para que no confiese lo negativo, el plan de Dios ya estaba en marcha para el y su esposa pero si él no creía plenamente podía ser un estorbo para el propósito de Dios, cuando no creemos en las promesas de Dios nuestro hablar se vuelve negativo, en el lenguaje de un hijo de Dios no pueden prevalecer palabras como: no puedo, esto es imposible, no lo voy a lograr, todo me sale mal, siempre estaré enfermo, etc.
Nuestro hablar debe ser de fe en Dios, de confiemos en sus promesas, para Dios nada es imposible por lo tanto debemos excluir esa palabra de nuestro léxico.
Es tiempo de creer en lo que Dios nos dice, la buena nueva de Dios para nosotros, la promesa de Dios es más fuerte y real que cualquier circunstancia negativa, cuando Jesús resucitó los discípulos lo vieron y creyeron pero uno de ellos no estaba presente, Tomás no pudo creer cuando sus hermanos le contaron lo que vieron y escucharon, y dijo si no lo viera con mis ojos y tocaré sus llagas y su costado no creeré, cuando Jesús se le apareció cayó postrado a sus pies, y Jesús le dijo porque me has visto crees? Benditos los que sin ver creyeron. Tenemos que creer en el Señor sin condiciones, creer en su palabra, creer en Jesús, creer en sus profetas, no dejemos que la incredulidad nos robe la bendición, no dejemos que la duda detenga el propósito del Señor para nosotros y nuestra familia, hay miles de promesa en la Biblia y son para nosotros un tesoro del cielo guardado en la palabra de Dios para los que creen.
En este día el ángel del Señor viene con una respuesta para vos, cree solamente y verás su poder manifestado a favor de tu vida.
Aldo Daniel Monegal
Lucas 1:20 (Kadosh)
Uno de los obstáculos más grandes que tienen los hijos de Dios para recibir sus bendiciones es la incredulidad, la duda la falta de fe, la Biblia dice : "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." Hebreos 11:6.
Cuando dejamos de creer y confiar en la palabra de Dios nos volvemos sordos y mudos, como Zacarías el padre de Juan el Bautista, que un ángel se le apareció y le dijo que tendría un hijo que sería un mensajero de Dios, pero Zacarías era viejo y su esposa era estéril, para él fue más fuerte la imposibilidad que la promesa de Dios, y no podía creer, la sentencia fue que quedaría mudo hasta que se cumpliera la palabra, el Señor es misericordioso.
Aveces por medio de circunstancias adversas el Señor quita de nosotros la incredulidad, somos llevados al desierto para aprender que solo dependemos de Dios y su palabra. Zacarías fue enmudecido por causa de su incredulidad, pero además para que no confiese lo negativo, el plan de Dios ya estaba en marcha para el y su esposa pero si él no creía plenamente podía ser un estorbo para el propósito de Dios, cuando no creemos en las promesas de Dios nuestro hablar se vuelve negativo, en el lenguaje de un hijo de Dios no pueden prevalecer palabras como: no puedo, esto es imposible, no lo voy a lograr, todo me sale mal, siempre estaré enfermo, etc.
Nuestro hablar debe ser de fe en Dios, de confiemos en sus promesas, para Dios nada es imposible por lo tanto debemos excluir esa palabra de nuestro léxico.
Es tiempo de creer en lo que Dios nos dice, la buena nueva de Dios para nosotros, la promesa de Dios es más fuerte y real que cualquier circunstancia negativa, cuando Jesús resucitó los discípulos lo vieron y creyeron pero uno de ellos no estaba presente, Tomás no pudo creer cuando sus hermanos le contaron lo que vieron y escucharon, y dijo si no lo viera con mis ojos y tocaré sus llagas y su costado no creeré, cuando Jesús se le apareció cayó postrado a sus pies, y Jesús le dijo porque me has visto crees? Benditos los que sin ver creyeron. Tenemos que creer en el Señor sin condiciones, creer en su palabra, creer en Jesús, creer en sus profetas, no dejemos que la incredulidad nos robe la bendición, no dejemos que la duda detenga el propósito del Señor para nosotros y nuestra familia, hay miles de promesa en la Biblia y son para nosotros un tesoro del cielo guardado en la palabra de Dios para los que creen.
En este día el ángel del Señor viene con una respuesta para vos, cree solamente y verás su poder manifestado a favor de tu vida.
Aldo Daniel Monegal