Mostrando entradas con la etiqueta parábola. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta parábola. Mostrar todas las entradas

La oveja perdida

Lucas 15:4-7

4  ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
 5  Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
 6  y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. 
 7  Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Esta parábola de Jesús nos enseña sobre el amor de Dios, Jesús mismo es ese hombre que salió a buscar la oveja perdida, fue tras ella hasta encontrarla, y cuando la halló la cargó sobre sus hombros y la llevo a casa, todos nosotros fuimos ovejas perdidas, "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros" (Isaías 53:6). Jesús nos encontró y nos cargó sobre sus hombros, ¡Qué grande es el amor del Señor!
Nótese que el pecado es estar perdido, la oveja se perdió, abandonó el rebaño fue tras su propio camino, ignoró el cuidado del pastor, se descuidó y se perdió. Jesús usa esta historia para enseñar sobre el pecado, toda la humanidad está bajo pecado, "Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;"(Romanos 3:10) todos necesitamos el perdón de Dios, y Jesús es la puerta, el buen pastor que dio su vida por las ovejas, y vino para buscar lo que se había perdido (Mateo 18:11).
Pero esta parábola también enseña sobre aquellos que se vuelven soberbios y religiosos, y creen que son tan autosuperados que no necesitan de Jesús. El que es humilde sabe que cada día necesita de Dios, como una oveja depende del cuidado del pastor para vivir, así nosotros necesitamos a Jesús. El cielo se alegra cada vez que un pecador se arrepiente y alcanza el perdón del Señor.
Pero hay otro punto de vista en esta historia, la de aquellos que deben imitar a Jesús, y hacer el trabajo de apacentar el rebaño de Cristo, puede ser un líder un pastor, pero todos cumplimos de alguna forma una tarea de cuidar a otro como si fuese una oveja. Los padres cuidan a sus hijos, como pastores, los esposos a sus esposas, las madres también cuidan a sus hijos, y a su esposo, los hermanos mayores a sus hermanos menores, los jefes deben cuidar a sus empleados, y así en cada escalón social, todos debemos imitar al buen pastor, que va por lo que se perdió para recuperarlo, sin descuidar lo que está así cuidado

Harina y levadura

Jesús también usó la siguiente ilustración: «El reino del cielo es como la levadura que utilizó una mujer para hacer pan. Aunque puso sólo una pequeña porción de levadura en tres medidas de harina, la levadura impregnó toda la masa».

Mateo 13:33


La levadura es un elemento que da vida a la masa; cuando se agrega levadura toda la masa se eleva, fermenta hasta alcanzar el punto justo para ser horneada. Jesús uso el ejemplo de la levadura para ilustrar los efectos del reino de Dios en el corazón de aquellos que reciben al Señor como su Salvador personal.

Cuando el ser humano entrega su corazón y permite que la presencia del Espíritu Santo llene su ser, se produce un cambio radical en la vida de esa persona.

El efecto es semejante al de la levadura que se agrega a la masa, la Biblia dice que los seres humanos tenemos tres áreas que componen nuestro ser, cuerpo, alma y espíritu, así como la mujer de la parábola de Jesús oculto la levadura en tres medidas de harina, el reino de Dios llena las tres áreas del ser humano, y produce vida, crecimiento, salud en el cuerpo, el alma y el espíritu.

Todo lo que toca la levadura, es ledudado, así todo lo que Jesús toca es impregnado con su presencia, el reino de Dios se manifiesta en esa persona, generando cambios, y produciendo bendiciónes en todas la áreas de la vida.

La enseñanza que nos deja está parábola, es que el hombre sin Dios es como la masa sin levadura, no tiene vida, está inerte, necesita levadura, la humanidad necesita a Dios. El reino de Dios es gozo y paz, es vida en el Interior de la gente, recibir el reino de Dios es tan sencillo, como agregar levadura a la masa, solo es necesario creer en Jesus y dejar que entre en el corazón, no hay que hacer nada, Jesus ya lo hizo todo por nosotros, vivir el reino de Dios es posible, y empieza en nuestro corazón, entregando el trono de nuestra vida al Rey de Reyes, y dejando que impregne todo con su presencia, como la levadura en la harina.


Pastor Aldo