Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.
Filipenses 2:21
La naturaleza humana tiende a ser egoísta, es un sentimiento que está presente en todo lo que hacemos y somos. En la vida del Reino de Dios, el egocentrismo ya no tiene lugar, Jesús enseñó que es necesario negarse a si mismo para poder ser su discípulo, la exaltación del yo no es compatible con la nueva vida en Cristo Jesús. El mundo dice: "primero tú" y Dios dice: primero Dios, después mi prójimo, y Dios se encargará de mí.
Este versículo de filipenses habla de Timoteo, el colaborador del Apóstol Pablo, un joven que servía a Dios sin buscar su propio beneficio, estaba enfocado en las prioridades de Cristo. Está cualidad tiene que ver con el Amor de Dios, en 1 Corintios 13:5 dice no busca lo suyo, así es el amor de Dios.
La palabra de Dios es el parámetro con el que podemos medir hasta donde hemos crecido en la fe, si aún seguimos viviendo para nosotros mismos todavía no comenzamos a seguir a Cristo.
El Apóstol Juan dice: el que teme no fue perfeccionado en el Amor, porque el verdadero amor hecha fuera el temor. Podemos decir que el que sigue siendo egoísta, mentiroso, infiel, desleal, o que practica cualquiera de las costumbres que la Biblia califica "pecado", todavía no conoció a Jesús.
Hoy día hay tanta exposición por medio de las redes sociales, se puede ver el nivel de egocentrismo que hay en la gente, y en los creyentes por igual, esto me recuerda la palabra de Dios en el Salmo 14 "todos se desviaron, a una se han corrompido" pero aún hay esperanza, si vamos a Cristo y logramos destronar nuestro yo, para dejar que Jesús ocupé el trono de nuestro corazón, todo cambiará.
Que las virtudes de nuestro Padre Celestial se dejen ver cada día más claras en nosotros sus hijos, busquemos las cosas de Dios que Jesús sea nuestro centro.
P. Aldo.
Filipenses 2:21
La naturaleza humana tiende a ser egoísta, es un sentimiento que está presente en todo lo que hacemos y somos. En la vida del Reino de Dios, el egocentrismo ya no tiene lugar, Jesús enseñó que es necesario negarse a si mismo para poder ser su discípulo, la exaltación del yo no es compatible con la nueva vida en Cristo Jesús. El mundo dice: "primero tú" y Dios dice: primero Dios, después mi prójimo, y Dios se encargará de mí.
Este versículo de filipenses habla de Timoteo, el colaborador del Apóstol Pablo, un joven que servía a Dios sin buscar su propio beneficio, estaba enfocado en las prioridades de Cristo. Está cualidad tiene que ver con el Amor de Dios, en 1 Corintios 13:5 dice no busca lo suyo, así es el amor de Dios.
La palabra de Dios es el parámetro con el que podemos medir hasta donde hemos crecido en la fe, si aún seguimos viviendo para nosotros mismos todavía no comenzamos a seguir a Cristo.
El Apóstol Juan dice: el que teme no fue perfeccionado en el Amor, porque el verdadero amor hecha fuera el temor. Podemos decir que el que sigue siendo egoísta, mentiroso, infiel, desleal, o que practica cualquiera de las costumbres que la Biblia califica "pecado", todavía no conoció a Jesús.
Hoy día hay tanta exposición por medio de las redes sociales, se puede ver el nivel de egocentrismo que hay en la gente, y en los creyentes por igual, esto me recuerda la palabra de Dios en el Salmo 14 "todos se desviaron, a una se han corrompido" pero aún hay esperanza, si vamos a Cristo y logramos destronar nuestro yo, para dejar que Jesús ocupé el trono de nuestro corazón, todo cambiará.
Que las virtudes de nuestro Padre Celestial se dejen ver cada día más claras en nosotros sus hijos, busquemos las cosas de Dios que Jesús sea nuestro centro.
P. Aldo.