Sin Ansiedad


Filipenses 4:6-7

 6  Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.  7  Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

La nueva forma de vida en Cristo, nos libera de la ansiedad, por la confianza en Dios sabemos que nada nos faltará, y que no estamos solos, tenemos un amigo que nos ayuda en todo momento, nos escucha cuando hablamos con él, siempre está disponible, y tiene todo lo que necesitamos, él es Jesús.

Otra versión de este versículo dice: "No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho."(Fil 4:6 NTV) Cuando el centro de nuestra vida cambia, la forma de ver la vida también cambia, tenemos nuevas y mejores actitudes, pensamientos, hábitos que edifican y nos llevan a la paz espiritual. Vivimos en un contexto social que se caracteriza por la ansiedad, la incertidumbre, y todo lo que contribuye a producir estrés, angustia, pero creer en Jesús genera esperanza y fe y paz. 

Debemos aprender a no dejar que la ansiedad nos domine, en cambio oremos pidiendo a Dios todo lo que necesitamos, y demos gracias por todo siempre y : "Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús." (Filipenses 4:7 NTV) Dios te bendiga siempre!

El Poder de la Buena Noticia

16  Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.  17  Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. (Romanos 1:16-17)

Todo lo que Jesús hizo cuando se manifestó en la tierra, desde su nacimiento hasta su muerte y resurrección, más todas sus enseñanzas y milagros, sus anuncios proféticos, y lo que continúa haciendo hoy, está contenido en el evangelio. Jesús es el Todopoderoso, por lo tanto todo lo que pertenece al evangelio es poderoso, el evangelio mismo es poder de Dios que salva, libera, sana, y provee vida eterna.

Los que creemos en Jesús somos justificados por Dios, para vivir por fe, dependiendo de Dios que por su gracia y poder, sostiene todas las cosas. Avergonzarse del evangelio, es una incoherencia, Jesús no tuvo vergüenza de ir a la cruz por nosotros, cargar nuestros pecados en la cruz, sufrir y ser humillado por nosotros, su obra desató el poder de la vida, un poder incalculable que está presente en el evangelio. Y nosotros somos portadores de ese poder, para que vivamos una vida abundante y bendecida!

 Hoy abrazamos el poder del evangelio, y lo sentimos en nosotros, y lo compartimos con los demás, nada es imposible para aquél que cree.



Promesas

Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros.
(Levítico 26:9)

Está promesa es la base del pacto que Dios hace con nosotros, y es la más importante de todas. Significa volver a estar conectados a la fuente, el orígen de la vida, a nuestro Creador, fuimos creados para vivir en Dios. Este es nuestro propósito, si no tenemos unión con Dios, estamos perdidos, a la deriva, sin dirección y sin propósito en la vida, con todo lo que eso implica.
No basta con creer en Dios, tampoco basta con ir de vez en cuando a la iglesia o dedicarle un tiempo de vez en cuando, el ser humano no puede por sí mismo llegar a Dios, el hombre cree que puede hacerse a Dios cuando y como él quiera, pero la verdad es que hay una gran brecha entre Dios y los hombres, y es imposible de cruzar para las personas.
Por eso Dios dice: "me volveré a vosotros"; si Dios no se acerca a nosotros es imposible llegar a Dios. Jesús es el puente provisto por Dios para cruzar a su presencia, no hay otro camino. La raíz de todos los problemas de la humanidad, es su distanciamiento de Dios, esa brecha imposible de cruzar se llama: pecado. El pecado es una mancha, que la humanidad no puede quitarse, es una marca grabada a fuego en los hombres, y eso separa a la gente de Dios. Pero lo que es imposible para los hombres es posible para Dios, así que el Señor se acercó a nosotros y proveyó la solución, solo por amor. Su deseo es que vivamos con él, como un Padre con sus hijos quiere vernos crecer y multiplicarnos, por eso hace un pacto que solo tenemos que aceptar para entrar en él, y disfrutar todos sus beneficios.
Hoy es el día en que Dios se vuelve a tí, él va a buscarte, déjate atrapar por  Jesús.


Aviva el fuego.

2 Timoteo 1:6-8 (BTX)
 6  Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don de DIOS que hay en ti por la imposición de mis manos.
 7  Porque no nos ha dado DIOS espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
 8  Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino comparte conmigo el sufrimiento por causa del evangelio, conforme al poder de DIOS


La carta de un maestro a su discípulo, que también puede decirse que es la de un padre a un hijo en la fe de Jesús, nos deja ver instrucciones de Dios para nosotros. 
Debemos reconocer que en nuestro corazón habita el Espíritu Santo, como una llama de fuego que arde en una lámpara, así la presencia de Dios está en nosotros. Si recibiste a Jesús como tu Señor y Dios, si pediste perdón por tus pecados, y llevas una vida de arrepentimiento y santificación, esforzándote cada día para llevar una vida que agrada a Dios, entonces el Espíritu Santo está en tí.

Sin el Espíritu Santo, no es posible vivir en vida nueva, también es la fuerza que nos impulsa para servir al Señor, para adorarlo y hacer su voluntad y cumplir así con su propósito. El Espíritu Santo nos capacita con dones especiales, nos quita las inhibiciones y nos da la valentía para testificar delante de los incrédulos. El versículo siete indica el cambio de actitud que provoca la presencia del Señor en nosotros, una actitud de valentía no solamente para la vida, si observamos el contexto de esta palabra, vemos que el Apóstol Pablo se refiere al servicio a Dios, tres son las virtudes espirituales que nombra Pablo: poder, amor y dominio propio. Estas virtudes de espíritu están disponibles para los hijos de Dios, porque son indispensables para vivir en la dimensión del Espíritu Santo.

Pero debemos tener cuidado, de no dejar apagar el fuego, al contrario debemos avivar el fuego de Dios en nosotros, así estaremos activos, fuertes y gozosos cada día, con una visión de fe, frente a las situaciones que enfrentamos en la vida cotidiana, dando siempre testimonio de Dios, para su gloria. Esta es la actividad primaría de todo hijo de Dios, predicar la palabra sin vergüenza, dar testimonio de Jesús y no tener reparo en decir que somos sus discípulos, hablar de lo que Jesús hizo en nosotros, porque ese es parte del trabajo que hacemos para Dios. 
Así que recuerda que, Dios te dió un regalo muy importante, un don el Espíritu Santo está en tí, cultiva tu relación con él, toma conciencia de su presencia en tí, para que no se debilite la llama de Dios en tu corazón, habla con él y escúchalo, deja que te guíe, y tu vida cambiará de una forma extraordinaria. Vuelve a leer el texto, y trata de memorizar el versículo siete, para declararlo en voz alta, Dios te dió espíritu de poder, amor y dominio propio.

La iglesia

Hechos 2:43-47 (BTX)
 43  Y sobrevenía temor a toda alma, y muchos prodigios y señales milagrosas eran hechas por los apóstoles.
 44  Y todos los que creían  estaban juntos y tenían todas las cosas en común ,
 45  y vendían las propiedades y las posesiones y las distribuían a todos según la necesidad de cada cual. 
 46  Y perseverando unánimes cada día en el templo y partiendo el pan de casa en casa, compartían el alimento con alegría y sencillez de corazón, 
 47  alabando a DIOS, y teniendo favor entre todo el pueblo, y cada día el Señor añadía a ellos los que iban siendo salvos.


Qué imagen tan clara de la primera iglesia nos  muestra la Biblia, una comunidad que vivía el evangelio a flor de piel. En estos versículos está el núcleo, la esencia de la iglesia, voy a nombrar algunos de los principios cristianos de la iglesia, que deben permanecer siempre. 
Primero es la capacidad de asombro a los hechos de Dios, la actitud de vivir sorprendidos del poder, del amor y la misericordia del Señor, genera reverencia, y es la actitud correcta para servir y adorar el Señor. Lo segundo es resultado del primer principio, estaban muy unidos porque tenían todas las cosas en común, y como resultados vivían como una gran familia, compartiendo todo lo que tenían, para que nadie parezca necesidad.
Tercero, perseverancia, en las casas y en el templo, ejercitando la Piedad orando y recordando la palabra, enseñando a los más jóvenes, predicando a los no creyentes, la comunidad estaba en acción, alabando a Dios, congregados en cada momento.
Nótese el temor de Dios, la obediencia, el amor a los demás, el evangelismo hacia afuera, el espíritu de servicio a Dios, la presencia del liderazgo muy valorado por la iglesia, todos esos ingredientes estaban presentes, porque los creyentes tenían temor y reverencia a Dios, la intimidad con Dios en lo personal, genera una reacción en cadena de bendición hacia afuera.
La biblia es para que nosotros recordemos y tengamos presente las bases de la verdadera fe, y la esencia de la iglesia de Cristo.
La biblia es la palabra de Dios, que debemos estudiar, aprender y practicar, si cada uno de nosotros aprendemos y practicamos la palabra, la iglesia será enriquecida, transformada a la Imagen del propósito de Dios.
Oremos cada uno de nosotros, busquemos la intimidad, y el despertar en la iglesia de la que somos parte.

Pensamientos de Dios

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. (Jeremías 29:11)


Es palabra de Dios, sus pensamientos para con nosotros son de paz y de bendición, el Señor quiere que nos vaya bien, y hace toda su obra con este fin.
Cuando te desanimes, piensa en esta promesa, no creas que el Señor desconoce tu condición, Dios está en conocimiento de todo lo nos pasa, Jesús dijo que aún los cabellos de nuestra cabeza están contados. Nuestra mente limitada nos hace creer que Dios tiene cosas más importantes que hacer, que ocuparse de nosotros, pero es un gran error pensar así de Dios, él todo lo puede, todo lo sabe, y está en todo lugar, por eso es Dios, nuestro Creador y Padre.
"Mis pensamientos son de paz para darles el fin que esperan" ¿qué es lo que esperas? ¿Cuál es la bendición que quieres recibir? Dios está guiándote hacia esa meta, él derramará su bendición sobre tí. 
Es cierto que todos nosotros, tenemos momentos de angustia, incertidumbre, y a pesar de ser creyentes, no sabemos si Dios está actuando, o cuánto tardará en llegar su ayuda, por eso hoy nos dice, que sus pensamientos son de paz y bendición, debemos confiar, y elevar nuestra fe en Dios, el Espíritu Santo nos da la certeza, de que la bendición viene a nosotros porque Dios es fiel! 

La importancia de la santidad

Levítico 16:3-4 (NTV)

 3  »Cuando Aarón entre en la zona del santuario, deberá seguir fielmente estas instrucciones: deberá llevar un becerro para una ofrenda por el pecado y un carnero para una ofrenda quemada.
 4  Tiene que vestirse con la túnica de lino y la ropa interior de lino que se usa directamente sobre la piel. Amarrará la faja de lino a su cintura y se pondrá sobre la cabeza el turbante de lino. Estas son vestiduras sagradas, por lo que deberá bañarse con agua antes de ponérselas.


En el antiguo testamento, el servicio al Señor fue algo muy sagrado, una de las palabras que más describen está demanda de Dios es: "Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios" (Levítico 19:2)
La palabra que leemos en el inicio, son las instrucciones de Dios, para los sacerdotes de la orden de Aarón sobre como servir en el santuario, y entrar en el "Lugar Santísimo" que es un sector del templo, en donde estaba el arca del pacto, y se manifestaba la presencia de Dios. 
La santidad es lo más importante en el servicio a Dios, desde el antiguo testamento, hasta el día de hoy, se puede percibir en el grado de detalles que da palabra de Dios, que la santidad es una condición fundamental para poder acercarse a Dios. Es un error creer que está demanda disminuye en el nuevo testamento, porque la verdad es que Dios no cambia, él es Santo y exige que su pueblo sea santo desde los días del antiguo testamento hasta el presente, en el nuevo testamento encontramos una palabra del Apóstol Pedro: "porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo" ( 1 Pedro 1:16) 
La reverencia, el temor a Dios, la santidad son cosas que no cambian en las exigencias de Dios para su pueblo, alabar a Dios y servirle requiere santidad. 
Lo que es diferente es que ahora la santidad que debemos tener es mucho más profunda, porque Dios habita dentro de nosotros, ahora somos el templo de Dios. En la antigüedad todo tenía que ver con lo externo, lo visible, la ropa sacerdotal los objetos sagrados en el templo, los sacrificios de animales, y todos los rituales de adoración, la biblia dice que fueron: sombra de lo que estaba por venir (Hebreos 8:5)
Pero ahora en el nuevo pacto, el Espíritu Santo está dentro de nosotros, al ver lo que Dios exige al Sacerdote Aarón para poder entrar en su presencia, podemos darnos cuenta de la gran bendición que tenemos como hijos de Dios, porque el sacrificio de Jesús, y su sangre fue suficiente para hacernos santos, y poder entrar en la presencia de Dios. Nuestras vestiduras sacerdotales son dadas por Dios en el espíritu, la limpieza con el agua de la palabra de Dios, y la sangre de Cristo hacen que podamos entrar en la presencia del Señor, ¡Gloria a Dios!

Pero esto no significa que vivamos como queremos, somos justificados y salvos por Gracia de Dios, pero estamos en un proceso llamado Santificación, que dura toda la vida, en el vamos perdiendo la antigua naturaleza pecaminosa, y vamos creciendo en santidad, gracias a la nueva naturaleza que Dios creó en nosotros, y con la ayuda del Espíritu Santo. 
Hoy no podemos descuidar la Santidad, en todas las cosas, cuando leemos el antiguo testamento debemos recordar lo importante que es servir a Dios, con temor, con reverencia, en Santidad y siguiendo sus instrucciones.
Nuestro Padre es Santo, y nosotros debemos ser santos, en toda nuestra manera de vivir, y en la adoración a Dios sobre todo. Efesios 5:25b al 27 dice:
" 25 b ....así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 
 26  para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 
 27  a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha."
Oremos pidiendo a Dios que nos transforme, que podamos crecer en santidad, y vivir en bendición.
"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor." (Hebreos 12:14)