Tendieron una red ante mis pasos,
Y mi alma fue oprimida,
Cavaron un hoyo delante mío, pero ellos mismos han caído en él.
Salmo 57:6
Cuando una persona decide ponerse en las manos de Dios, acudiendo a su llamado, entra a formar parte de los propósitos del Señor. Nada puede torcer lo que Dios determinó sobre aquel que escoge para cumplir su voluntad, el que se entrega a la voluntad de Dios para servirle, entra en un río caudaloso en el que ya no controla hacia dónde se dirige, porque el caudal del río lo arrastra hacia su destino profético.
Así sucedió con cada uno de los hombres y mujeres que Dios usó para ejecutar su plan, Abraham, David, Ana, fueron vidas que Dios usó para cumplir con un propósito específico, y aunque tuvieron oposición, al ser atacados, perseguidos, difamados, heridos, rechazados, nada pudo sacarlos de lo que Dios determinó para ellos, no cayeron, ni sucumbieron bajo la presión de los oponentes, porque Dios los sostuvo, los defendió y les dió la victoria.
David estaba en la cueva de Adulan, escapando del rey Saúl, Dios ya había determinado en la eternidad, que Saúl fuese destituido, y que David fuera rey, pero esa transición estaba bajo la dirección de Dios. David sabía que nada podía detener la voluntad de Dios, dejo todo en sus manos y se propuso obedecer a Dios, en todo no trato de obtener el lugar de Saúl por la fuerza, dejo que sea Dios el que quite a Saúl y le entregué el trono. Por eso soporto, el ser desterrado, difamado, tendieron trampas a sus pies, fue oprimido pero conservó su fe en Dios, sabía que todo lo que hicieran contra él, se volvería contra sus mismos enemigos, ya que Dios estaba al control de su vida nada podía salir mal.
No dejes que los que se oponen te causen aflicción, si decidiste servir a Dios, deja que el Señor sea tu defensa, el peleará por tí, por qué estás cumpliendo su propósito, estás en su voluntad, y en el lugar que el te puso, nada te moverá. Recuerda respetar el lugar que Dios le dió a tu prójimo, David nunca sobrepasó a Saúl mientras fue rey, y por está causa el mismo alcanzó el reinado, y fue guardado de sus enemigos.
Y mi alma fue oprimida,
Cavaron un hoyo delante mío, pero ellos mismos han caído en él.
Salmo 57:6
Cuando una persona decide ponerse en las manos de Dios, acudiendo a su llamado, entra a formar parte de los propósitos del Señor. Nada puede torcer lo que Dios determinó sobre aquel que escoge para cumplir su voluntad, el que se entrega a la voluntad de Dios para servirle, entra en un río caudaloso en el que ya no controla hacia dónde se dirige, porque el caudal del río lo arrastra hacia su destino profético.
Así sucedió con cada uno de los hombres y mujeres que Dios usó para ejecutar su plan, Abraham, David, Ana, fueron vidas que Dios usó para cumplir con un propósito específico, y aunque tuvieron oposición, al ser atacados, perseguidos, difamados, heridos, rechazados, nada pudo sacarlos de lo que Dios determinó para ellos, no cayeron, ni sucumbieron bajo la presión de los oponentes, porque Dios los sostuvo, los defendió y les dió la victoria.
David estaba en la cueva de Adulan, escapando del rey Saúl, Dios ya había determinado en la eternidad, que Saúl fuese destituido, y que David fuera rey, pero esa transición estaba bajo la dirección de Dios. David sabía que nada podía detener la voluntad de Dios, dejo todo en sus manos y se propuso obedecer a Dios, en todo no trato de obtener el lugar de Saúl por la fuerza, dejo que sea Dios el que quite a Saúl y le entregué el trono. Por eso soporto, el ser desterrado, difamado, tendieron trampas a sus pies, fue oprimido pero conservó su fe en Dios, sabía que todo lo que hicieran contra él, se volvería contra sus mismos enemigos, ya que Dios estaba al control de su vida nada podía salir mal.
No dejes que los que se oponen te causen aflicción, si decidiste servir a Dios, deja que el Señor sea tu defensa, el peleará por tí, por qué estás cumpliendo su propósito, estás en su voluntad, y en el lugar que el te puso, nada te moverá. Recuerda respetar el lugar que Dios le dió a tu prójimo, David nunca sobrepasó a Saúl mientras fue rey, y por está causa el mismo alcanzó el reinado, y fue guardado de sus enemigos.